La actitud, según RAE, es la disposición de ánimo manifestada de algún modo. Entonces, ¿qué pasaría si siempre tuviéramos una actitud positiva? Considero este tema como uno de los más importantes para el desarrollo personal, uno de los pilares para vivir mejor y por eso es el post al que más esfuerzo y tiempo le he invertido, espero le guste. A continuación leerá una analogía que podría cambiar su perspectiva de ver la vida, los tipos de problemas y sus características, qué es la felicidad y, por último, una anécdota que me cambió la vida para siempre.
Le pido que por favor solo se concentre en lo que está a punto de leer, olvídese de todo lo demás, evite cualquier cosa que lo pueda distraer porque esta analogía podría cambiar la perspectiva que tiene sobre la vida. Empecemos, imagine que está jugando cartas, le dan una mano realmente mala, le gustaría poder barajar nuevamente el mazo y empezar a jugar de nuevo. Pero no puede hacerlo porque las cartas ya están en la mesa ¿qué pasaría si esa mano representa su vida? cada carta las cosas o personas que lo rodean, usted no eligió ni una, todo fue al azar, no puede volver a barajar, debe aceptarlas y empezar a jugar. Quizás llegue a pensar que no es posible ganar el juego con esas cartas, pero no puede rendirse, debe jugar. Recuerde que no existe una mala mano, sino un mal jugador.
Tenemos dos opciones. La primera, dejar que la partida pase y simplemente perder o, la segunda, preparar una estrategia y esperar ganar el juego. Creo que es claro cuál opción es la mejor. Nadie escoge la familia que va a tener, las cosas con las que va a contar o el entorno en el que vivirá. Pero lo que sí podemos escoger es como jugamos las cartas y lo ideal es sacarle la máxima ventaja a cada una de ellas ¿cómo? viendo el lado positivo de las cosas y para hacerlo debemos ser siempre agradecidos.
¿Cómo ser felices?
Pero realmente ¿de quién depende que seamos felices? ¿Su entorno o usted? Todas las personas vivimos una partida independiente, algunos solo esperan que esta acabe sin importar el resultado, ignorando la posibilidad que existe de poder ganar. Mientras que otras, asumiendo los riesgos y aceptando la posibilidad de triunfar, hacen todo lo posible por lograr la meta. El mérito está en intentarlo, fallamos, nos levantamos y lo volvemos a intentar, si aprendemos de nuestros errores en algún momento tendremos que triunfar. Nadie dijo que la vida sería fácil, pero lo que te puedo asegurar es que es simple. Tenemos a nuestro alcance la sabiduría de filósofos y/o expertos del tema del desarrollo personal que nos brindan los secretos y pasos para alcanzar la felicidad absoluta. Sin embargo, ignoramos todo esto y elegimos el camino más fácil posible. ¿Y si solo tenemos una vida? Debemos aprovecharla al máximo, conocer el mundo, nuevas personas, aprender nuevas cosas y vivir cada día experiencias distintas. La vida es tan bella y no nos damos cuenta, solo debemos aprender a valorar las cosas que tenemos a nuestro alrededor y siempre ponerle una buena actitud a todo. Por ejemplo, es domingo y te toca hacer limpieza en el hogar. Algunos dirán “que fastidio, TENGO que limpiar” y otras lo verán totalmente distinto “la casa está sucia, QUIERO limpiar. Pondré música y cantaré para hacerlo”. La diferencia entre estas dos actitudes y el resultado final que obtendremos es prácticamente lo contrario, imagine cuál sería el producto de estar en ambas posturas y compare.
Sé que es difícil tener una actitud positiva siempre porque en la vida hay obstáculos, es normal. Existen dos tipos de problemas: los que se pueden evitar y los que no. Los primeros nos brindan la posibilidad de aprender y corregir. Normalmente son ocasionados por nuestros actos y nos solemos arrepentir de estos. Pero a la larga nos hacen mejores personas y debemos tomarlo como lecciones de la vida. Por ejemplo, mentir, error grave, las mentiras conllevan a más mentiras y solo lo vuelven esclavo de ellas, ya que debe vivir haciéndolo hasta que lo descubren o confiesa, en cualquier caso queda mal por aquello. En conclusión, genera contratiempos. Los problemas que no se pueden evitar, los de segundo tipo, nos brindan la posibilidad de levantarnos y hacernos más fuertes ante otra situación similar. Mi consejo para afrontar este tipo de disgustos es reaccionar como el corazón nos diga, si es necesario llorar, gritar o golpear algo, pues adelante, hagámoslo tantas veces hasta que nos cansemos, el proceso puede durar un día entero, máximo dos. Pero, después que esto pase debemos superar el problema porque ya desahogó. Ahora, levantar la cabeza, seguir adelante y, como dije arriba, hacernos cada vez más fuertes para afrontar futuros problemas del segundo tipo que seguro llegarán. Como puede apreciar hasta los problemas nos brindan posibilidades de ser mejor.
Si no existieran dificultades en nuestro camino, seríamos personas viviendo en una burbuja de felicidad, ignorando los problemas que de verdad existen en el mundo. En realidad vivimos lo más parecido a eso, tenemos muchas cosas que nos parecen normales pero que para otras personas son lujos (agua, luz, techo, internet, etc), agrandamos nuestros problemas (malos resultados, falta de dinero, etc) y nos hacemos las víctimas cuando realmente somos los culpables y lo que estamos haciendo es aprender, entonces, debemos estar agradecidos por aquello. Pensemos que cada cosa que nos pasa tiene una razón, analicemos qué es lo que hicimos para tener ese problema y corrijamos para que no se vuelva a repetir o, por lo menos, reducir esas probabilidades.
La felicidad
Ahora ¿qué es la felicidad? Es un estilo de vida, simple. Piense en su día a día y exagere en la cosas que lo hace feliz. Tomar una ducha ¡qué relajante!, tomar un café o leche en el desayuno ¡qué delicioso!, cepillarse ¡qué refrescante!, podría hacer una lista infinita de las actividades que se realizan comúnmente en un día y lo excitantes que pueden llegar a ser si verdaderamente las disfrutamos. Pero creo haber sido claro con el mensaje, vivimos momentos que nos pueden hacer felices en nuestro día a día, solo que no lo notamos.
Permítame contarle una anécdota que me ocurrió hace poco. Pero antes le cuento que soy profesor de fútbol en una academia del equipo en el que juego. Trabajo ahí solo los veranos porque me gusta enseñar y que mejor que poder ayudar a niños que les gusta el fútbol y necesitan un profesor que de verdad le importe que aprendan. No lo hago por el dinero, sino por la felicidad que me contagian los niños cuando logran aprender algo nuevo y porque me gusta el deporte. Aclarado esto puedo continuar. En la academía existen todo tipo de niños, no tan buenos y buenos. Resulta que hay un niño que va a practicar incluso cuando no le toca, es de los niños no tan buenos, siempre quiere meter gol y trabaja duro para lograrlo. Al final de cada clase juego con ellos y, a veces, dejo que metan gol para que se vayan felices, este niño lo ha notado y me advirtió que con él no lo hiciera, que jugara en serio siempre y no permita que meta gol a menos que de verdad lo mereciera. Sorprendido por su extraña petición para un niño de su edad, acepté y el niño no pudo meter gol por mucho tiempo. Un día laboral como cualquiera, me dirigía a trabajar sin saber que ocurriría algo que cambiaría por completo mi vida. Entrené bien con los muchachos y en el grupo estaba el niño que trabajaba duro por meter un gol. Ese fue el día en el que cosechó lo que sembró, pues metió tres goles, si señores ¡TRES GOLES! El niño, compañeros, padres y yo, estábamos sorprendidos pero al mismo tiempo felices. La sonrisa que tenía el joven goleador era indescriptible, ese momento quedará grabado para siempre en mi memoria y, obvio, en la suya. Nadie nunca, ni con todo el dinero del mundo, podrá pagar para poder sentir lo que el niño sintió. Antes de dormir intenté ponerme en su lugar, pues me dejó pensando, llegué a la conclusión que quizás haya sido el momento más feliz de su vida hasta entonces, tiene 9 años, y me sentí tan feliz, casi como él fue en ese momento, confieso que hasta lloré de la felicidad y descubrí que mi sueño es tener una academia de fútbol en la cual pueda enseñarle a los niños que con perseverancia pueden cumplir sus metas, una academia en la que no solo se enseñe fútbol sino lecciones de vida.
Para concluir, le aseguro que la vida es hermosa, solo que muchas veces no nos damos cuenta. Personalmente antes solo vivía quejándose o viendo los defectos a todo y a todos, pero desde que cambié mi estilo de vida a tener una actitud positiva siempre, todo ha mejorado en una cantidad incalculable, de verdad, hágalo, mejorará bastante. En todos mis post creo haber mencionado la importancia de solo enfocarnos en las cosas buenas y dejar de lado las cosas malas, esto es ¡MUY IMPORTANTE! y es que como dice el gran cantautor, Fito Páez, Es sólo una cuestión de actitud. Espero le haya gustado este post que hice con mucho cariño, agradezco que lo haya leído. Tenga un excelente día.
Próximo tema: ¿cuál es el secreto del éxito?
Les dejo una muy buena película que nos enseña que la vida hay que vivirla de la mejor manera posible. Antes de partir.
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¡Hasta el próximo post!