Cualquier momento del año es buena época para cuidar nuestra piel y, sobre todo ahora con la llegada del calor debemos protegerla aún más. Como ya he comentado, a todos nos gusta tener "colorcito" en verano y lucir nuestra piel con buen tono, pero ojo hay que hacerlo con cabeza y para evitar problemas serios de salud, como quemaduras o incluso cáncer de piel, podemos recurrir a remedios naturales. Es cierto que el sol nos da energía pero debemos ser cautos.
¿Qué consejos debemos seguir para tomar el sol?
Aparte de protegernos del sol con protección solar, siempre adecuada a nuestro tipo de piel y edad (y nunca por debajo de SPF 15), no debemos olvidar hidratarnos (con agua mejor, aunque también puedes usar zumos, gazpachos...) e hidratar también tu piel desde dentro, para ello nos podemos ayudar de remedios naturales, por ejemplo, en forma de plantas medicinales. ¿Quieres más información?
El licopeno, presente especialmente en el tomate y sus derivados, ayuda a prevenir el envejecimiento celular.
Los carotenoides son pigmentos presentes en las frutas y hortalizas que ayudan a la piel a resistir mejor las agresiones externas y a potenciar el bronceado.
¿Y aceites preciosos esenciales? ¡También! El aceite de argán, cuida especialmente las pieles secas o dañadas, gracias a sus propiedades hidratantes y reparadoras.
El aceite de borraja, rico en ácidos grasos esenciales, ayuda a mantener la hidratación y la elasticidad de la epidermis.
Y por último, el aceite de sésamo, rico en Vitamina E, ayuda a proteger la piel del envejecimiento y agresiones externas.
Para finalizar, recuerda siempre tomar estas precauciones antes de exponerte al sol, y durante la exposición no olvides la crema protectora (ya sabes, debes aplicarlo hora media antes de exponerte al sol y renovar su aplicación cada dos o tres horas, sobre todo después de tomar un baño), un gorrito, unas gafas de sol (¡los ojos también se dañan con el sol!), la sombrilla y por supuesto ya sabes evita las horas de más exposición al sol, los rayos solares no perdonan y nuestra piel ¡¡¡tiene memoria!!! Además, no olvides usar un aftersun para calmar y reparar la piel después de haber tomado el sol. Realmente, tu dermis te lo agradecerá.
Y para preparar la piel de cara al verano, recomendamos Arkosol, que ayuda a preparar y a mantener la piel, gracias a una asociación de carotenoides naturales, vitaminas, aceites preciosos y Phytopérine®. Se recomienda empezar a tomarlo 15 días antes de ir a la playa o tomar el sol en la piscina y luego para seguir manteniendo un bronceado precioso, continuar su toma.
Puedes aprovechar esas horas en el "chiringuito" (no te pases comiendo y bebiendo que los excesos pasan factura y luego hacemos dieta tras el verano...) o disfrutando de una buena siesta.
Cuida tu piel, y cuidarás tu salud.
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