¿Estás listo para descubrir el poder que tiene tu cerebro?
Es importante conocer en profundidad los síntomas y el tratamiento de la ansiedad, como podemos ver en el blog de Gerardo Castaño, uno de los máximos especialistas en estas y otras enfermedades de la mente de España, para poder buscar soluciones antes de que el problema se agrave, e inevitablemente se vuelva crónico.
Estos males, el estrés y la depresión, tienen un origen social claro y se siembra su semilla en nuestro interior desde que somos pequeños. Inmersos como estamos en una sociedad del rendimiento, del consumo y de la producción, que separa a los niños entre mejores y peores en base a datos mal gestionados y peor evaluados.
Los padres viven en una lucha constante para que sus hijos estén en el grupo de los buenos, los que mejores resultados dan, los más capacitados. De hecho se molestan y enfadan si no lo consiguen. Además, en demasiadas áreas, pretenden que sean los que mejor hablen inglés, pero también los que más salten y los que toquen algún tipo de instrumento sin desafinar, por poner solo unos ejemplos. Con demasiada frecuencia se miden los resultados sin ni siquiera observar en qué periodo evolutivo se encuentra su hijo, ni las capacidades naturales que poseen.
La sociedad que hemos inventado, la del rendimiento, se basa en el verbo poder. Con ese lema que hemos escuchado hasta la saciedad: yes, we can. No somos conscientes de la presión a la que sometemos a nuestros propios hijos. Bajo un lema que puede parecer inofensivo y una forma de alentarlos, pero que la realidad es muy distinta pues cuando se enfrentan a algo que no pueden, se sienten fracasados y deprimidos.
Y lo más terrible, lo más duro y difícil, es que no lo piensa solo él, sino que en el fondo lo piensa su familia, sus amigo, etc. Y cuando crece, su jefe, su pareja y la sociedad en general, creando verdaderos traumas psicológicos que impiden el desarrollo de la persona.
La sociedad del rendimiento lo que consigue con más éxito es generar seres humanos agotados e insatisfechos, cuya única salida para descansar es enfermarse. Estudios afirman que un alto porcentaje de personas que acuden a la consulta médica muestran síntomas ansiosos. ¿Y qué obtenemos con ese estado de enfermedad? La posibilidad de parar, de descansar, ya sea de nuestras obligaciones escolares o laborales.
Como podemos ver en este estudio, la ansiedad continuada, el miedo al fracaso, a no dar la talla, hace que los mayores de 45 años tengan más posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
Nuevas estrategias para combatir la ansiedad
Tal y como decíamos en el título de este artículo, se han encontrado nuevas fórmulas para combatir la ansiedad entrenando el cerebro. Diversos investigadores del Instituto Beckman de Ciencia y Tecnología Avanzada de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) han publicado en la revista Personality Neuroscience un estudio que afirma que entrenando el cerebro se puede combatir la ansiedad y el estrés.No es de extrañar que este tema sea objeto de estudio, pues como decimos nuestra sociedad está enferma, y uno de los principales orígenes está en el estrés y en la ansiedad. La combinación de ambos nos genera multitud de dolencias y trastornos que nos impiden desenvolvernos en nuestro entorno y en el día a día, y lo que es aún peor, nos imposibilitan ser felices. En la sociedad del rendimiento la felicidad no es un bien preciado.
Los resultados del estudio son bastante esperanzadores y se basan en el análisis de 85 estudiantes universitarios sanos. En ellos comprobaron cómo ciertos rasgos de personalidad protegían al cerebro contra los síntomas de la depresión y de la ansiedad.
Ahora, la labor de los científicos se centra en encontrar nuevas estrategias que permitan a las personas ayudar a combatir estos males, desarrollando nuevas habilidades. Como por ejemplo, innovadoras estrategias de regulación de las emociones con un enfoque más positivo.
Cuando perdemos el contacto con nuestras necesidades, impulsos y deseos naturales, cuando prestamos más atención a lo que se espera de nosotros que a lo que nace de nuestro interior, vagamos por el mundo desorientados, sin satisfacernos ni desarrollarnos. Siendo víctimas propicias de sufrir alguna de estas dos temibles enfermedades.
Según el psicólogo Luis Gonzalez, la ansiedad se manifiesta por la incapacidad del paciente de entrar en contacto con su ritmo biológico. Esta conexión le permitiría escuchar a su organismo, entregarse a él y experimentar su cuerpo. En cambio, su incapacidad puede tener su origen en la sociedad moderna que vive en permanentemente excitación, corriendo, sin terminar ninguna actividad cuando ya estamos inmersos en otra, sin tomarnos el tiempo necesario para interiorizar lo que nuestro cuerpo está sintiendo y pidiendo.