Se sabe que el dolor crónico causa un cambio en la anatomía del cerebro que, a su vez, puede producir un deterioro en el mismo. Según diferentes ensayos clínicos se muestra que el Yoga puede ser una herramienta para prevenir o incluso revertir los efectos del dolor crónico en el cerebro, según la investigadora Catalina Bushnell del National Centre for Complementary and Integrative Health.
Los estudios de imagen han demostrado alteraciones en el volumen de materia gris y la integridad de la materia blanca en el cerebro humano causado por los efectos del dolor crónico. Lo mismo se ha demostrado en pruebas con ratones de laboratorio.
Las personas con depresión también han reducido la materia gris, teniendo en cuenta que la depresión y la ansiedad que acompaña a menudo el dolor crónico pueden contribuir a los cambios en el cerebro.
"Nuestra investigación muestra que la pérdida de materia gris está directamente relacionada con el dolor cuando se toma en cuenta la depresión", comentó la investigadora Catalina Bushnell.
El impacto de la pérdida depende del lugar donde se produce en el cerebro y puede conducir a la pérdida de memoria, problemas emocionales o disminución de la función cognitiva.
Según Bushnell, los estudios muestran que las personas practicantes de Yoga tienen más materia gris en múltiples regiones del cerebro, incluyendo aquellas involucradas en la modulación del dolor.
"Algunos aumentos de materia gris en yoguis corresponden a la duración de la práctica del Yoga, lo que sugiere que hay una relación causal entre el Yoga y la materia gris que aumenta", concluye la investigadora Bushnell.
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