Los restaurantes de comida rápida siempre se llevan la peor parte como responsables del aumento de la obesidad en los Estados Unidos, pero ¿es realmente su culpa?
Un estudio de investigación realizado por dos economistas de alimentos reveló que la mayoría de la gente cree que los individuos tienen la culpa de su propia obesidad – no los restaurantes, las tiendas de comestibles, los agricultores o las políticas del gobierno. Una implicación de esta investigación es que la creación y aplicación de políticas públicas para ayudar a reducir la obesidad y/o fomentar la elección de alimentos saludables puede no ser tan eficaz como a los responsables políticos les gustaría.
Mi comentario personal: cada quien debe asumir la responsabilidad de cuidar su ropia salud, y la de los suyos. La obesidad es una situación compleja que tiene muchas causas, pero cada quien debe ser libre de decidir lo que introduce en su cuerpo. Lo que sí se necesita es educación, y mucha, porque mientras las políticas gubernamentales basadas en ciencia anticuada y las manipulaciones de la industria alimentaria acerca de cuáles alimentos son buenos y cuáles no sigan teniendo la mayor influencia sobre las decisiones de la gente, la obseidad seguirá aumentando no sólo en USA sino en todos los demás países del mundo (como ya comienza a verse).
Brenna Ellison, una investigadira de la Universidad de Illinois, explicó que ella y su colega, Jayson Lusk en la Universidad Estatal de Oklahoma, se interesaron en estudiar la eficacia de las distintas políticas de los alimentos. Sin embargo, investigaciones anteriores han mostrado muchas de las políticas de alimentación diseñadas para mejorar la elección de alimentos, como hacer que sea obligatorio colocar la información sobre calorías en los menús de restaurantes y ponerle impuestos las bebidas endulzadas con azúcar, no siempre producen los resultados esperados. Esto nos lleva a la pregunta : ¿Por qué estas políticas no están funcionando?
La obesidad está en las noticias todos los días por lo que sería difícil decir que las personas no son conscientes de las iniciativas políticas en marcha para reducir las tasas de obesidad en Estados Unidos,
dijo Ellison. Según ella,
las creencias de los consumidores sobre quién es el culpable de la obesidad no se alinean necesariamente con las creencias de los responsables políticos y defensores de la salud pública. En los Estados Unidos, nos caracterizamos por ser una sociedad basada en el individualismo, así que no es sorprendente que nos resonsabilicemos de manera individual por la obesidad.
Los resultados del estudio mostraron que el 94 por ciento de la gente cree que las personas son principalmente o parte de la culpa por el aumento de la obesidad, con los padres ocupando el segundo lugar en el 91 por ciento sobre todo o parte de la culpa. Los encuestados consideraron que los agricultores y tiendas de comestibles eran relativamente libre de culpa.
Referencia:
Jayson L. Lusk, Brenna Ellison. Who is to blame for the rise in obesity? Appetite, 2013; 68: 14 DOI: 10.1016/j.appet.2013.04.001
Fuente:
University of Illinois College of Agricultural, Consumer and Environmental Sciences (ACES). “Who?s to blame for obesity? Policy makers, the food industry, or individuals?.” ScienceDaily. www.sciencedaily.com/releases/2014/01/140122112422.htm (accessed February 15, 2014).