Nuestro cuerpo necesita la hormona del estrés, el cortisol, para sobrevivir, y una cierta cantidad es necesaria y saludable: los niveles de cortisol aumentan de forma natural al despertarte o al hacer ejercicio, por ejemplo. Sin embargo, el cortisol crónico, es decir, los niveles elevados durante un periodo prolongado de tiempo, pueden mantener nuestro organismo en un estado perpetuo de estrés y causar estragos en nuestra salud mental y física, lo que aumenta los riesgos para la salud, como la depresión y la ansiedad, la disfunción del sistema inmunitario y las enfermedades.
Qué sucede en el cuerpo cuando baja el cortisol
Pero hay buenas noticias: Cuando controlamos nuestros niveles de cortisol (es decir, cuando dormimos bien, comemos bien, hacemos ejercicio, pero no en exceso, y seguimos un ritual para aliviar el estrés, como la meditación), podemos experimentar un sinfín de beneficios para la salud que nuestro cuerpo nos agradecerá. Sigue leyendo para conocer qué sucede en el cuerpo cuando baja el cortisol.Señales de que tienes altos niveles de cortisol
Es innegable que nuestro cuerpo nos envía señales cuando tenemos hambre, estamos cansados o estresados. Y aunque el estrés tiene mala fama, también puede enviarnos señales de alarma. Estos son los síntomas generales de que tu cuerpo produce demasiado cortisol:Aumento de peso, sobre todo en la zona media y superior de la espalda.
Aumento de peso y redondez de la cara
Acné
Adelgazamiento de la piel
Fácil aparición de hematomas
Cara enrojecida
Cicatrización lenta
Debilidad muscular
Fatiga severa.
Irritabilidad
Dificultad para concentrarse
Hipertensión
Dolor de cabeza
Beneficios de reducir los niveles de cortisol
Cuando logras controlar los niveles, esto es lo que ocurre:Reduce de la inflamación
Si tienes constantemente altos niveles de cortisol, tu cuerpo puede acostumbrarse a tener demasiado cortisol, lo que puede conducir a la inflamación y a un sistema inmunológico debilitado. El cortisol puede elevar la presión arterial y los niveles de colesterol, al tiempo que afecta a la sensibilidad a la insulina, por lo que los niveles más bajos de cortisol pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que lleva a menos dolores y molestias.Presión arterial más baja
En momentos de mucho estrés, el ritmo cardíaco y la presión arterial aumentan, por lo que no es de extrañar que cuando se reduce el estrés, la presión arterial haga lo mismo. Pruebas sólidas demuestran que el descanso sostenido del cortisol permite que tus músculos se relajen, lo que disminuye tu frecuencia cardíaca y respiratoria, normaliza la oxigenación de la sangr.Mejor piel
No es ningún secreto que el estrés puede provocar molestos brotes: ninguno de nosotros es inmune a despertarse con un grano inoportuno intentando cumplir un plazo de entrega del trabajo o después de una pelea con tu pareja. Pero cuando te relajas, tu piel es una de las primeras en beneficiarse. ¿El resultado? Una piel radiante.Como el cortisol estimula la producción de grasa (que puede provocar acné y otros problemas cutáneos), reducirlo puede ayudar a mejorar la salud de la piel. Un nivel bajo de cortisol da como resultado una piel más clara, unos ojos más brillantes, un pelo más brillante y un rubor más visible en las mejillas.
Mejora la digestión y el metabolismo
Si eres como yo, el drama digestivo no se queda atrás cuando el estrés asoma su fea cabeza. ¿El motivo? El estrés puede causar una disminución del flujo sanguíneo y de oxígeno al estómago y ralentiza la digestión para tener más energía para luchar o huir (también conocida como la respuesta primaria de estrés de tu cuerpo). Estos cambios pueden provocar calambres, inflamación o un desequilibrio de las bacterias intestinales.¿El lado positivo? Cuando reducimos el cortisol para cuidar mejor de nosotros mismos a través de comportamientos de salud positivos incrementales, nuestros niveles de azúcar en la sangre se estabilizan y hay menos exceso de glucosa circulando por el cuerpo sin ningún lugar a donde ir, mejorando la digestión y el metabolismo.
Mejora del estado de ánimo
Los cambios neuroquímicos que se producen en el cerebro al reducir el cortisol no sólo mejoran los niveles hormonales que intervienen en la vía del estrés, sino que estimulan la producción de endorfinas que elevan el estado de ánimo. Y podemos contribuir a subir el nivel de esas endorfinas haciendo ejercicio, comiendo alimentos que nos gusten y practicando sexo.El cortisol crónico también influye en los síntomas de ansiedad y depresión. Reducir el cortisol crónico puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad y depresión al aumentar la producción de serotonina en el cerebro. Te ayuda a responder mejor al estrés en el futuro al darle a tu cuerpo más herramientas para manejar situaciones estresantes sin recurrir a mecanismos de afrontamiento poco saludables.
Mayor concentración y energía
El estrés crónico y los altos niveles de cortisol pueden conducir a una disminución de la serotonina, lo que altera el funcionamiento normal del cerebro. Esto, a su vez, puede provocar falta de concentración, bajos niveles de energía y pérdida de interés en las actividades.Reducir el cortisol crónico ayuda a restablecer el equilibrio de los niveles hormonales del organismo, lo que se traduce en una mayor capacidad para concentrarse y centrarse en las tareas, así como en un aumento de los niveles de energía.