Cuando se dice la palabra emoción solemos pensar en alguna de las seis emociones primarias: alegría, tristeza, miedo, ira, asombro o repulsión.
Es más sencillo debatir sobre estas emociones, sin desconocer que hay que tener presente las llamadas emociones secundarias o sociales: vergüenza, celos, culpa, orgullo y las emociones de fondo: bienestar o malestar, calma o tensión.
La emoción también puede referirse a "presiones y motivaciones y a estados de dolor y placer".
En resumen podemos decir :
1. Las emociones son complejas colecciones de respuestas químicas y neurales que conforman un patrón. Todas cumplen algún papel regulador, destinado de una manera u otra a crear circunstancias ventajosas para el organismo que presenta el fenómeno. Las emociones se refieren a la vida de un organismo, a su cuerpo para ser precisos, y su papel es ayudar al organismo
a conservarla.
2. Pese a que aprendizaje y cultura alteran la expresión de emociones otorgándoles nuevos significados, las emociones son procesos determinados biológicamente que dependen de dispositivos encefálicos dispuestos de manera innata y establecidos durante una dilatada historia evolutiva.
3. Los dispositivos que producen emociones utilizan un conjunto bastante restringido de regiones subcorticales, comenzando en el ámbito del tronco encefálico y ascendiendo hasta el cerebro. Los dispositivos son parte de una serie de estructuras que regulan y representan estados corporales.
4. Los dispositivos se desencadenan automáticamente, sin deliberación consciente. La abundante medida de variación individual y el hecho de que la cultura desempeñe una función en el perfilamiento de algunos inductores , no niega la primordial el propósito regulador de las emociones.
5. Aunque todas las emociones usan el cuerpo como teatro (medio interno, sistemas visceral, vestibular y músculo-esquelético), también afectan al modus operandi de numerosos circuitos cerebrales: la variedad de respuestas emocionales fecunda intensos cambios en el paisaje corporal tanto como en el cerebro. La colección de estos cambios constituye el substrato de los patrones neurales que finalmente se convierten en
sentimientos de emoción.
Se hace necesaria una aclaración respecto de las
emociones de fondo: "cuando percibimos que una persona está “tensa” o “irritable”, “desalentada” o “entusiasta”, “abatida” o “alegre” sin que haya sido pronunciada una sola palabra que trasluzca estos posibles estados, estamos percibiendo emociones de fondo. Detectamos las emociones de fondo gracias
a detalles sutiles: postura corporal, velocidad y perfil de los movimientos, cambios mínimos en el monto y rapidez del movimiento ocular, y grado de concentración de los músculos faciales. Los inductores de emociones de fondo suelen ser internos.
Aunque los procesos de regulación de la vida pueden
causar emociones de fondo, también pueden hacerlo procesos continuos de conflicto mental, manifiestos o encubiertos, según conduzcan a gratificaciones sostenidas o a inhibición de pulsiones y motivaciones"
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Dr. Damasio