La Rueda de las Emociones
¿Que son las emociones?
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante.Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria. Los sentimientos son el resultado de las emociones, son más duraderos en el tiempo y pueden ser verbalizados (palabras).
Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del SNA y la del sistema endocrino, pudiendo tener como fin el establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo. Los diversos estados emocionales son causados por la liberación de neurotransmisores que convierten estas emociones en sentimientos y finalmente en el lenguaje.
Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito de influencias innatas y aprendidas. Poseen ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas (Levenson, 1994).
La rueda de las emociones: Qué es y para qué sirve.
Es una herramienta creada por el psicólogo estadounidense Robert Plutchik que sirve de gran ayuda para poder identificar cuáles son las emociones básicas que son primordiales para nuestra supervivencia y el resto de las emociones más complejas.La teoría Plutchik está constituida por ocho emociones básicas las cuáles casi nunca se presentan solas, sino que se expresan en diferentes grados de intensidad.
La alegría: es una emoción “positiva”, que se expresa como un estado de bienestar y satisfacción respecto a uno mismo/a y a las condiciones generales de la vida. Su grado más básico se manifiesta como serenidad, mientras que el más complejo adopta la forma de éxtasis. La alegría puede combinarse de muy distintas maneras con otras emociones básicas.
La confianza es una emoción esencial, la cual implica la creencia firme de que se puede actuar sin peligro de perjuicio o daño. Cuando está atenuada adopta la forma de aceptación, una integración sincera de los hechos vividos en la narrativa de la propia experiencia. Al inflamarse deviene admiración, con la que se expresa una total exaltación del aprecio que se proyecta sobre una persona o cosa. Su extremo es la aversión.
El miedo es una reacción básica, universal e instintiva. En su grado más sutil se expresa como aprensión (una incertidumbre preñada de expectativa pesimista) y en el más alto nivel se convierte en un auténtico terror o pavor (un estado que suele desplegar conductas de lucha o huida). El miedo, una reacción adaptativa ante las amenazas presentes en el entorno, tiene a la ira como su opuesto.
La sorpresa es una emoción cuya naturaleza tiende a ser considerada neutra, y que supone una reacción ante circunstancias cambiantes e imprevisibles que se ubican en el entorno inmediato. Según su grado, el más leve sería la distracción y el más intenso sería el asombro.
La tristeza es una respuesta emocional que depende de la pérdida, que nos permite obtener apoyo social a partir de la activación de las neuronas espejo de quiénes la observan. El grado más leve es el aislamiento y el más grave es la depresión.
La aversión es una emoción sugerente de rechazo, y de una voluntad cruda y deliberada de evitación. En sus límites tenues se expresa como aburrimiento, mientras que en los más intensos deviene asco o aborrecimiento.
La ira es un estado que surge como respuesta directa a una afrenta, especialmente cuando se atribuye a la voluntad clara de un tercero, siendo este un elemento perceptivo de gran relevancia para su aparición. En su forma más suave adopta la forma de un simple enfado y en la más extrema se convierte en furia.
La anticipación: El perfil más bajo de esta emoción es el interés, que implica un grado moderado de atracción hacia un objeto o estímulo particular, y el más alto es la vigilancia.
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