“Muchas gracias Mentxu, por tus consejos pre-navideños. Cuánto me ha ayudado leerlos.
Por favor: ¿qué se te ocurre hacer para no sucumbir en esas post-comidas/cenas, ya todo el mundo sentado en los sofás,durante horas?? Las mesas repletas de turrones, polvorones,…Todo el mundo bebiendo licores,champagne, gin-tonics??? Esos terribles y largos ratos son los que a nuestra “Gorda-adicta” más nos cuestan…Al menos, a mí…
Cuánto te agradecería que escribieras sobre esto el próximo domingo…Temo no poderlo superar y me invade una ansiedad tremenda..
Te saludo con gran admiración por tu conocimiento de las situaciones reales a las q nos enfrentamos…”
Si Hansel levantara la cabeza…
Cuando leí la pregunta, pensé: “-Más que una comida navideña parece una tortura”. Sencillamente me encantó la pregunta, y me recordó lo mucho que me angustiaba ir a comidas navideñas, o familiares por que claro, ellos no se pasaban la vida haciendo dieta, e iban a poner en la mesa todo tipo de comidas y bebidas que me engordarían si caía en la tentación.
“No hay mayor cárcel que la de nuestros propios pensamientos
ni mayor sufrimiento que sentirse no Amado”
Este minipoema lo escribí en esas épocas, y quería compartirlo con vosotr@s. En el queda reflejado parte de mi propia historia personal.
Tus creencias manifiestan tu mundo
Algunos creen en Dios, otros no, de los que creen en Dios unos lo visten de una manera y otros de otra. Cada uno tenemos nuestras creencias, que se van conformando con nuestras experiencias, y ellas van tejiendo el tapiz de nuestra vida. Tus creencias no son inamovibles, tus creencias son transformables, de hecho parte de mi método consiste en sentarme con mis clientas, analizar sus creencias, ver cuales les alejan de su objetivo, ver cuales les acercan a su objetivo. y transformar juntas las que les incapacitan para adelgazar de manera sana y duradera por las que les capacitan. Nos damos cuentas que tenemos muchas creencias irracionales durante el proceso que nos hacen reírnos mucho de nosotras mismas…
Nos damos cuenta de que la puerta de la cárcel esta abierta, y de que somos libres, de que podemos observar nuestras creencias y decidir cuales queremos liberar, cuales queremos consolidar y cuales queremos fortalecer.
La llave que te libera está en tus manos
En el caso de Ana, la creencia incapacitadora sería algo así como: “Creo que para mí es un tremendo sacrificio no comer y beber de todo en las sobremesas navideñas”. Y la creencia transformada: “Yo puedo experimentar y disfrutar de la sobremesa navideña y a la vez cuidar mi cuerpo”.
Si tuviera una sesión con Ana para que transformáramos esta creencia, le haría las siguientes preguntas para tratar de hackear la creencia incapacitadora:
¿Como sería para ti la sobremesa ideal?¿Como te gustaría comportarte?
¿Qué recursos necesitas para alcanzar tu objetivo?¿Cómo puedes empezar a implementarlos en tu Vida?
¿Sabes que este tipo de comida rica en azúcares refinados es adictiva?
¿Sabes que evitar evitar comer te lleva a comer de más? Toma algún trozo de turrón del que más te apetezca y disfrútalo con consciencia plena. tal y como hablaba en el post navideño de la semana pasada la calidad y el placer hacen que la compulsión decaiga.
¿Qué crees que puedes hacer durante la sobremesa que te haga sentir en equilibrio y no tenga consecuencias indeseables?
¿En qué tipo de pensamientos crees que puedes enfocarte para vivir la sobremesa navideña de tu manera deseada?
Realmente que quieres ¿comer? ¿relacionarte? ¿cuidarte? Tengo claro que si ejerzo mi libertad de elección, yo puedo comer y beber todo lo que quiero. Para mi dejar de comer un montón de comida que me sienta mal y que me crea adicción es una sabia elección.
¿Todas las navidades comes y bebes mucho en la sobremesa?¿Y las demás personas? Seguro que muchas de las navidades no has tenido ese patrón de conducta, ¿que hacías?¿cómo te comportabas?¿qué te decías a ti misma?…
¿Conoces a alguien que no se harte de comer? Pregúntale como lo hace, te puede servir de modelo.
Es un tema que al no tratarlo personalmente se vuelve demasiado amplio, y seguramente me he dejado alguna pregunta que pudiera facilitar el proceso, por ello e ido enlazando a algunos artículos en el que trato esos temas más profundamente.
Cuando nos sentimos serenas, y centradas la compulsión por la comida desaparece, cuando te sientes bien no tienes necesidad de atiborrarte de comida o bebida. Para ello:
Aplica el mindfulness para sanar tu relación con la comida y con tus emociones
Imagínate que estás sentada en la mesa repleta, y en vez de comer de más. tomas conciencia de tu cuerpo, de tu respiración, de esos sentimientos y pensamientos agobiantes y les permites que sean. En vez de intentar amordazar a la ansiedad acéptala. En vez de intentar acallarlos o sujetarlos, los observas en detalle, como una investigadora aventurera. Si sientes ansiedad, la observas, te permites si así lo deseas sentirla en tu cuerpo, la respiras. Es curioso y sorprendente observar que cuando le damos cabida a esas sensaciones, emociones y pensamientos desagradables estos se desvanecen al cabo de un rato.
De hecho muchas veces comemos o bebemos para tapar emociones, para huir del momento presente. Por mucho que huyamos siempre vivimos el presente. Las emociones, pensamientos y sensaciones reprimidas nos atenazan y bloquean aumentando la carga que llevamos. Práctica el mindfulness: permítete experimentar la situación de vida que tienes delante, y luego suéltala. Notarás como la carga y la tensión disminuyen.
Por último, toma tu las riendas, se creativ@ y…
Propón otras alternativas a quedarte embutida de comida y atontada por el alcohol:
Juegos de mesa, juegos de grupo como el de adivinar películas, ir a dar una vuelta con algun familiar, lleva un postre placentero y sano, beber alguna infusión para ayudar a la digestión, céntrate en la conversación,…
Aceptar el “presente”: tu mejor regalo
El tema de sentir que nos sacrificamos para no comer y beber es muy recurrente y espero pueda servir de ayuda para muchas de vosotras. También dependiendo del grado, a veces es necesario realizar este proceso con la ayuda de un terapeuta para que sea más fácil y más rápido.
Te recomiendo leer el post de la semana pasada: 8 consejos para disfrutar de la Navidad respetando tu cuerpo.
Muchas gracias a Ana por haber escrito, seguro que muchas de mis lectoras se deben haber identificado.
¿Sueles cuidar y limpiar tu casa? Tu cuerpo es precioso, no lo sobrecargues ni lo ensucies sólo porque es costumbre.
Tu cuerpo es tu templo, respétalo, cuídalo y disfrútalo, es tu nave para experimentar tu Vida.
Gracias por leerme,
Mentxu da Vinci
Health Coach