Por muy motivado que estés haciendo ejercicio a todos nos surgen imprevistos que nos dificultan mantener nuestras rutinas de entrenamiento. Y en muchas ocasiones hacen que acabemos abandonando.
Quizás un día estás muy cansado, te vas de vacaciones o puede que te surja una causa de fuerza mayor, como una lesión. El caso es que aunque no lo tuviéramos previsto en ocasiones dejamos de entrenar, y eso tiene consecuencias.
Eso sí, no todos tenemos pérdidas al mismo ritmo.
Recuerda que cuanto más en forma estás más despacio irás perdiendo tu forma física.
Pero veamos qué es lo que sucede cuando dejas entrenar.
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¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de hacer ejercicio?
No haces ejercicio 1 día
¿Qué pasa si un día te saltas el entrenamiento un día? Pues realmente a nivel físico porque dejes de entrenar un día no va a pasar absolutamente nada.
Eso sí, puede que estés un poco más malhumorado de lo habitual.
Si dejas de entrenar más de un día pero menos de una semana
Realmente en este caso tampoco vas a notar grandes cambios en tu cuerpo.
Además si te ejercitas de manera regular tu cuerpo tendrá más probabilidades de recuperarse en cuanto entrenes de nuevo. Así que, no pasa nada.
Puedes aprovechar este tiempo para recuperarte de tus entrenamientos y eso te puede ayudar a volver con más fuerza. Te harás más fuerte.
Eso sí, si vas a parar, estos días intenta tener una alimentación poco saludable. Huye de la comida basura y de este tipo de cosas durante esta pausa del entrenamiento.
Y después de este pequeño descanso, vuelta a la rutina.
Si dejas de hacer ejercicio durante una semana.
En esta situación ya empiezan los pequeños problemas.
Por una parte la capacidad aeróbica, que es la que permite que el cuerpo pueda transportar el oxígeno de la sangre a los músculos va a disminuir.
También disminuye la capacidad funcional del corazón. De hecho, en solamente una semana la frecuencia cardiaca en reposo va a aumentar, como media suele aumentar entre 4 y 15 latidos por minuto.
Estas cosas pueden hacer que te sientas un poquito más débil y más cansado de lo normal. Pero tranquilo que en cuanto vuelvan a tus rutinas de entrenamiento todo volverá a la normalidad.
El problema es que si no vuelves a tu rutina las cosas se sigue agravando.
Si estás entre 1 semana y 1 mes sin entrenar.
En este tiempo los músculos empiezan a sufrir de forma considerable porque la cantidad de células de los músculos disminuye bastante.
Y tu capacidad cardiaca será lo primero que se perderá. Eso hará que acciones tan simples como subir unas escaleras te cuesten más de lo habitual.
Es importante que no alargues el parón durante más tiempo.
Si no lo alargas probablemente volverás al punto de partida en el que estabas antes de haber dejado de entrenar más o menos en la mitad del tiempo que has estado parado.
Dejas de entrenar durante 1 mes.
Si llegas a estar un mes parado, van a seguir sucediendo cosas en tu cuerpo.
Por ejemplo:
Vas a perder flexibilidad
También seguirás perdiendo masa muscular, lo que va a hacer que acumules más grasa, vas a tener más grasa de lo habitual.
Además te vas a sentir más estresado y como consecuencia puede que tengas problemas para conciliar el sueño.
En este punto, la pérdida de masa muscular ya va a ser bastante evidente. Y una vez que vuelvas a tus entrenamientos dependiendo de cuál sea tu condición física anterior la recuperarás antes o después. Recuerda que los músculos tienen memoria.
Si dejas de entrenar durante más de un mes.
En este punto la cosa se empieza a poner complicada.
Vas a sentir como tu metabolismo estará muy lento y perezoso, así que vas a quemar muchas menos calorías. También es probable que te canses mucho, te sentirás agotado, y tu sistema cardiorrespiratorio será mucho menos eficiente.
Además volver a tus entrenamientos te va a costar. Incluso puede que te cueste tanto que sin darte cuenta ha pasado un montón de tiempo ya llevas un año sin entrenar.
Dejas de hacer ejercicio durante 1 año
Si llevas un año sin entrenar, malas noticias, te has convertido en una persona sedentaria con todos los riesgos para la salud eso implica.
Ser sedentario es uno de los principales problemas de la sociedad moderna y entre otros problemas asociados a la vida sedentaria se encuentran:
Un mayor riesgo de presión sanguínea elevada
Colesterol alto
Diabetes de tipo 2
Insomnio
Depresión.
Y estos son solo algunos de los problemas asociados a la vida sedentaria, porque realmente hay muchos más.
Hazte un favor a ti mismo y no te conviertas en alguien sedentario.
Ya sabes qué pasa si dejas de hacer ejercicio, pero qué es lo que pasa si en lugar de dejar de hacer ejercicio lo que haces es cambiar de una actividad a otra.
¿Qué pasa si cambias de una actividad a otra?
Cambiar el tipo de ejercicio a otro no tiene por qué ser necesariamente malo. Es más, puede llegar a ser beneficioso.
Eso sí, ten en cuenta que por ejemplo, si practica más boxeo y después te pones a practicar pilates, y quieres volver a practicar boxeo, probablemente tu rendimiento en el boxeo haya bajado respecto como lo tenías antes de entrenar con el pilates.
Pero ambos tipos de entrenamiento pueden tener cabida en tus rutinas.
Así que espero que te haya quedado claro. Si has dejado de entrenar empieza de nuevo ahora mismo. Hoy es el momento de volver a tus rutinas de entrenamiento, no lo dejes pasar.