Hacemos ejercicio porque queremos vernos y sentirnos mejor y lo último que queremos es acabar con unas molestas rozaduras en los muslos que nos dejen “fuera de combate”.
Las rozaduras en los muslos no son sólo un problema de personas con piernas gorditas, esta fricción entre los muslos también puede deberse a colocar mal las piernas durante el ejercicio o no llevar la ropa de deporte más adecuada y el sudor sólo empeora las cosas.
¿Qué hacer para que no me rocen los muslos con el ejercicio?
Lo primero de todo es elegir ropa apropiada para entrenar. Utiliza tejido transpirables, sin costuras y opta por pantalones ajustados que no se “arrebujen” mientras haces ejercicio.
Aplícate vaselina. No sólo te la puedes aplicar en los muslos, te la puedes echar en todas las zonas sensibles a las rozaduras (axilas incluidas)
Aceite de coco. Aplicar aceite de coco en la cara interna de los muslos puede ser muy buena idea. Además de oler de maravilla y dejar tu piel suave tiene un efecto anti-bacteriano y reductor del sudor. Así que te puede ayudar mucho.
Desodorante. Echarte desodorante en la parte interna de los muslos te ayudará a que no suden tanto por lo que los muslos se rozarán menos. Eso sí, si lo haces cuidado con el desodorante que eliges, que no tenga alcohol para que no se te irrite la zona.
Y si ya me has salido las rozaduras… ¿qué hago?
¿Qué hacer si te han salido rozaduras?
Si ya es demasiado tarde para prevenir es el momento de aliviar la zona.
Utiliza polvos de talco o crema para anti-rojeces para bebés. Si a ellos les calma las irritaciones… ¡a ti también te va a funcionar!
Y por supuesto… ¡sigue haciendo ejercicio!, seguro que cuando tus muslos estén más tonificados se rozarán menos.
¿Conoces algún otro truco para que tus muslos no se rocen con el ejercicio?