Imagen: Charlotte Astrid/Flickr
Venimos hablando de ella en diversos post últimamente: cómo evitarla, ejercicio para tenerla a raya, alimento aconsejables… Pero, ¿sabemos realmente de qué se trata? Como más vale prevenir que curar, vamos a explicar un poco en que consiste, ¡la sabiduría nunca está de más!
Se denomina hipertensión a una elevación sostenida de los niveles de la presión sanguínea por encima de valores considerados normales (presión sistólica más de 160 mmHg, presión diastólica más de 90 mmHg).
Influyen tanto factores personales y ambientales: la edad, hábitos alimentarios y estilo de vida, como los genéticos: la tensión arterial que tiende a elevarse con la edad, la obesidad, las dietas ricas en sal y pobres en potasio (es decir, pocas verduras, frutas, frutos secos, legumbres y cereales), el consumo de grandes cantidades de alcohol, la falta de actividad física y el estrés psicológico.
Prácticamente en el 90 % de los casos la hipertensión es primaria o de causa desconocida y, en menos de un 10 %, secundaria a otros procesos relacionados con alteraciones de origen renal, cardiovascular o del sistema endocrino.
¿Ya lo tenemos todos más claro?, ¿algo más que añadir?