El dolor articular es uno de los síntomas más frecuentes. Se manifiesta principalmente en rodillas, codos, muñecas, tobillos y cuello, y puede manifestarse como pinchazos, dolor agudo o incluso rigidez e inflamación. También hay ocasiones en los que se percibe como un agarrotamiento muscular que impide el movimiento normal de distintas zonas del cuerpo.
¿Por qué aparece el dolor articular?
Hay numerosas causas del dolor de las articulaciones que pueden atacar con distinta intensidad. Una de las más conocidas es la artrosis, un desgaste natural y gradual de los cartílagos de las articulaciones que principalmente comienza a percibirse en rodillas, manos y cadera. Como la capacidad regenerativa de los cartílagos es baja, los huesos empiezan a rozarse y provocan dolor, rigidez muscular e inflamación en la zona.El dolor articular a partir de una inflamación, como en el caso de la artritis reumatoide, tiende a afecta principalmente a manos, dedos, muñecas y pies. Hay incluso casos en que los dolores articulares nos impiden realizar acciones de la vida cotidiana. Es importante detectar y tratar rápidamente estos dolores articulares, así como el estado anímico del paciente para que no influya negativamente en un dolor que dependiendo de las causas, puede ser crónico y requerir tratamiento de forma permanente.
Disciplinas relajantes como el yoga, la meditación o el pilates, son extremadamente útiles para mejorar la predisposición de nuestro organismo y la recepción a tratamientos médicos. Desde el uso de medicamentos industriales hasta el aceite cannábico y otras terapias alternativas que en distintos casos han demostrado resultados positivos para la reducción del dolor y la reducción de la inflamación de los tejidos.
Sobrepeso, lesiones y genética
Dos causas muy comunes del dolor articular son el sobrepeso, y una vida sedentaria, y las lesiones mal curadas. Si nuestro organismo no sana adecuadamente luego de un golpe, la habitualidad de la inflamación puede verse aumentada. También hay un factor genético que hace a determinadas personas más propensas al dolor articular. Por último, el modo de vida y la práctica deportiva, o la falta de ella, también implican un desgaste diferente en distintas zonas del cuerpo. Por eso los corredores son propensos a los dolores articulares en las rodillas, por ejemplo.¿Cómo se puede tratar el dolor articular?
Un primer consejo para tratar el dolor articular es trabajar en la prevención. Una buena alimentación, el correcto estiramiento antes y después del ejercicio, un estilo de vida activo para evitar el sobrepeso y el sedentarismo, son algunos de los procedimientos que pueden ayudar a reducir la aparición del dolor articular.Posteriormente, una vez detectada una inflamación, los médicos responsables pueden recomendar la utilización de diferentes analgésicos o remedios naturales. En casos extremos incluso puede ser necesaria una intervención quirúrgica, aunque estos métodos más invasivos son los que se utilizan únicamente en una instancia final.