Se conoce que determinadas vitaminas del grupo B (vitamina B12 y ácido fólico) son de gran utilidad para mantener los niveles del aminoácido “homocisteína” presentes en la sangre bajo control, ya que estos son vinculados a un mayor riesgo de padecer Alzheimer.
Con el paso de los años, resulta muy natural que se produzca la atrofia cerebral; sin embargo, la misma se desarrolla a gran velocidad cuando la persona presenta deterioro cognitivo leve (MCI), el cual se trata de un trastorno caracterizado por la pérdida de memoria, que podría considerarse como una señal precedente del Alzheimer en el caso de personas mayores.
En esta guia de protección para el paciente con Alzheimer encontrarás todo lo que buscas acerca de esta enfermedad.
Como respuesta a ella, tanto el ácido fólico como la vitamina B12 cuentan con un poderoso efecto sobre la estructura cerebral que les permite mantenerla protegida, el cual resulta esencial no solo para proteger el cerebro, sino también para impedir y combatir el Alzheimer.
La Dieta Mediterránea sigue aportando Beneficios para el Alzheimer
Científicamente se ha probado que la dieta mediterránea cuenta con propiedades que ayudan a prevenir los ataques cardiacos y ciertos tipos de cáncer, y recientemente se ha encontrado que dicha dieta, resulta ser igualmente beneficiosa tanto para retrasar como para proteger al cerebro del Alzheimer.Un catedrático de neurología y jefe en la unidad de Alzheimer en la Clínica Universitaria de Navarra, en España, señalo que las diversas investigaciones prueban que varios de los alimentos presentes en la dieta mediterránea ayudan a combatir el incremento de la presencia de homocisteína en la sangre.
Dicha sustancia supone un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, una enfermedad que consiste en la pérdida gradual de las funciones cerebrales como la memoria, el lenguaje y el juicio, además de estimular el desarrollo de problemas motores.
Se puede combatir la homocisteína presente en el torrente sanguíneo
Es posible combatir el incremento de los niveles de homocisteína presente en el torrente sanguíneo, al seguir una dieta con un alto contenido de folatos, los cuales se tratan de micronutrientes y están especialmente presentes en aquellas verduras que tienen hojas verdes, al igual que la vitamina B12.Otras estudios señalan igualmente los beneficios que aportan los antioxidantes presentes en los taninos que posee el vino tinto, al igual que los ofrecidos por las vitaminas C y E, las cuales tienen un alto contenido en los productos vegetales.
Conclusiones del Proyecto “Eurodem” sobre las formas de Alzheimer
El Proyecto Eurodem se trata de una investigación epidemiológica que inicio hace algunos años y tiene lugar dentro de las principales ciudades de Europa, donde dicho estudio se encuentra probando que varias de las formas de Alzheimer resultan mixtas.De acuerdo con los expertos en este tipo de casos, la demencia causada por el Alzheimer cuenta con un componente vascular de gran importancia, debido a que se ha comprobado el efecto pernicioso que tiene la homocisteína en torno a la pared que rodea los vasos sanguíneos.
¿Quiénes tiene mayor riesgo de desarrollar el Alzheimer?
El riesgo de desarrollar esta enfermedad se encuentra estrechamente vinculado a la edad de las personas, por lo que mientras mayor sea, más grande será el riesgo de padecer de Alzheimer; aunque dicha enfermedad ha sido igualmente diagnosticada en individuos un poco jóvenes, los cuales rondan los 40 años.El Alzheimer suele afectar a las mujeres dos veces más que a los hombres, y aunque aún los motivos de esto no son completamente claros, existen hipótesis que indican que se debe a motivos hormonales.
Igualmente, hay que destacar la protección que ofrecen los estrógenos, los cuales son hormonas sexuales femeninas, no solo dentro de la prevención, sino también del retraso del desarrollo del Alzheimer, una enfermedad que afecta a aproximadamente a 15 millones de individuos a nivel global.
Existen ciertos estudios que señalan que las mujeres posmenopáusicas que reciben terapias hormonales sustitutivas, presentan un riesgo ligeramente menor en comparación con aquellas que no se someten a dicho tratamiento después de entrar a la etapa de la menopausia.
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