¿Puedes imaginar una palabra más fea, más difícil y menos autoexplícita? Seguramente hayas oído hablar de ella. Pero procrastrinar, significa posponer, postergar. Y la noticia es que es algo que todas hacemos consciente o inconscientemente. ¿Qué tal empezar a poner conciencia sobre ella?
Verás, el tema del tiempo me fascina, quizá porque las características del tiempo son únicas e inimitables. El tiempo no se puede ganar, pero se puede perder; no se puede ahorrar, lo que lo convierte en un recurso “no renovable” y, sin embargo, lo perdemos con mucha más ligereza que el dinero, que sí que es renovable pero que nos crea vínculos mucho más obsesivos.
Tener tiempo para no hacer nada, ya no se lleva. Hemos entronizado la prisa y el estrés, de tal manera que si no pareces una persona muy ocupada, no eres nadie importante. La realidad es que todos los seres humanos tenemos el mismo tiempo, desde Obama a ti misma, pero de la manera en que lo gastes dependerá tu calidad de vida. ¿Lo habías pensado así alguna vez?
Como este es solo un pequeño post, solo te daré algunas breves nociones, pero si te interesa el tema, no dudes en hacerte un buen curso del gestión del tiempo, te ahorrará mucho “ídem” y será probablemente de ellas mejores inversiones de tu vida.
Aprende a priorizar. ¿Esto qué significa? Saber distinguir entre lo importante y lo urgente. Lo importante es algo a lo que tú le das valor, lo urgente es lo que tú o tu entorno consideráis que necesita atención inmediata.
Enfócate en la solución y no en el problema. Hacer lo primero te da tiempo, lo segundo te lo roba.
Si tienes poco tiempo céntrate en aquello que te va a dar el mayor rendimiento. Es la Ley de Pareto del 80% 20%… menos esfuerzo más rendimiento.
Si te tienes que comer más de un sapo, es decir hacer cosas que no te gustan, cómete el más gordo primero. Dejarlo para el final, te hará procrastrinar y eso es lo que no queremos, no hay nada tan cansado como colgarse de una tarea (mentalmente) eternamente. Siempre está en el desván de tu memoria y ocupa el mismo espacio que si la estuvieras haciendo permanentemente.
En definitiva, aprende a rescatar tiempo para ti, no para seguir llenado tu agenda de cosas que lo único que hacen es darte la sensación de que la vida pasa por ti, cuando debería ser todo lo contrario. Tú pasas por la vida eligiendo dónde quieres poner tu atención y tu tiempo. Eso te dará más plenitud y por tanto satisfacción.
¿Eres la eterna procrastinadora? Cuéntanos en comentarios cuál es tu estrategia para no perder tontamente el tiempo.
El post Procrastinar es original de Comienzo hoy, escuela de vida.