Esa toma de conciencia se produce porque las personas que meditamos aprendemos a prestar atención plena, a restringir determinados pensamientos y a abrir nuestros sentidos. Lo hacemos en las sesiones para después trasladarlo a nuestro día a día. Por eso, el mindfulness y la psicología positiva están completamente relacionados.
Al hablar de psicología positiva nos referimos a una tendencia completamente actual cuyo objetivo es entender los procesos y adentrarse en las emociones positivas que sentimos en nuestra vida. El poder de la mente es determinante, por eso es tan importante favorecer las actitudes que son positivas, que son buenas, a la hora de conseguir el anhelado bienestar y mejorar nuestra calidad de vida. La meditación es una herramienta fundamental de la psicología positiva.
Claves de la meditación para mejorar el bienestar
El presente es muy importante en la psicología positiva. Ten en cuenta que la vida está hecha, precisamente, de tiempo. No podemos escapar al momento que vivimos. Si te anclas en el pasado o te preocupas demasiado por tu futuro, finalmente lo que se te escapa es el presente que es lo que único que tienes realmente. El pasado ya pasó y el futuro es incierto, nada de eso lo puedes cambiar. Por eso es tan importante vivir en plenitud de todas las milésimas de segundo que se suceden sin cesar en tu día a día.
No puedes vivir el presente si matas el tiempo. Tu momento actual es el que te permite trabajar para conseguir lo que quieres al tiempo que lo vas consiguiendo y siendo consciente de todo el proceso. No existen las casualidades, en función de tu actitud presente se desarrollará tu futuro que cuando llegue será tu momento actual.
Vivir con plenitud no significa entregarse a los placeres cotidianos. No puedes dedicar tu tiempo a disfrutar porque al final lo que sientes es un vacío interior. De la misma manera, tampoco podes rehuir del tiempo. En ambos casos, puedes acabar frustrándote. El mindfulness te ayuda a dejarte llevar por el aquí y por el ahora, por tu presente, sintiendo cada momento y aprendiendo a gestionar así tus pensamientos o tus emociones.
A medida que controlas tus pensamientos, que los dejas fluir, que aprendes a separar o tomar distancia de aquello que es negativo y que no te aporta, al tiempo aprendes a controlar tu mente, a no anclarte y a soltar para avanzar. Para conseguirlo tienes que tomar conciencia de tu mismo. Ser consciente, conocerte como persona y quererte.
En la mejora de tu autoestima juega sus cartas la psicología positiva, puesto que te ayuda a ver el lado bueno, el lado positivo y lo mejor de ti mismo. Siempre hay días buenos y días malos, momentos difíciles y momentos alegres. La vida es así. Sin embargo, con una sonrisa en la cara se afrontan mejor las adversidades, por duras que puedan llegar a ser. Lo mismo pasa con el dolor, es inevitable, pero no lo importante es aprender a gestionarlo para conseguir que se convierta en una oportunidad para crecer.
Con la meditación aprendes, precisamente, a poner toda la atención en ese momento presente, a percibir la realidad que te rodea y a sentir todo tu ser, a escucharte a ti mismo. Cuando te conoces a ti mismo, interiorizas un nuevo criterio para seleccionar lo que te aporta y lo que no para reforzar tu estima personal.
La felicidad consciente
Cuando tu mente toma conciencia, cuando tu cerebro es consciente, estimula tu bienestar y tu capacidad de ser feliz. Y lo consigue porque se activan los mecanismos para solucionar problemas y para ser más resolutivos. Cuando te preocupas en exceso por el futuro acabas desarrollando ansiedad y cuando te anclas en el pasado puedes sufrir episodios depresivos. Todo está en tu mente porque el pasado ya ha pasado y el futuro siempre está por llegar. En cambio, cuando te centras en tu presente expandes tu mente, la abres.
Existen diferentes técnicas que son muy útiles para vivir con plenitud el momento presente, entre ellas está el mindfulness, una gran aliada de la psicología positiva. Además, otro beneficio que aporta la meditación es la mejora de la concentración. Cuando tu mente está ordenada, todo fluye mejor.
En la actualidad, estamos sometidos a un grado de estrés muy alto. Queremos hacer muchas cosas a la vez, gestionar nuestro tiempo de manera eficaz, además de dar lo mejor de nosotros mismos. Nos hemos vuelto tan exigentes que al final perdemos nuestro control. Las personas que están estresadas producen más cortisol, una hormona que consume la capacidad de concentración del cerebro y también su productividad.
Si el cerebro no funciona correctamente, es complicado prestar atención y al final todo en la vida está completamente encadenado. Es importante, por tanto, que aprendas a relajar la mente para poder concentrarte en lo que estás haciendo y, para ello, conviene que la entrenes. El mindfulness no es más que una técnica de entrenamiento que te ayuda a mantener tu salud mental.
Está demostrado que con la atención plena se mejoran las emociones positivas, que es lo que persigue la psicología positiva. De esta manera, consigues desprenderte de tu pasado y no angustiarte por tu futuro, es decir, combates la ansiedad y el estrés, además de otros trastornos.
A través de la psicología positiva conseguimos mejorar nuestras fortalezas y emociones positivas. El sentido del humor, la resiliencia, el optimismo, la inteligencia emocional, las relaciones positivas o la gratitud se pueden potenciar si se trabajan bien.
Como puedes ver, la meditación está completamente relacionada con la psicología positiva. Si incorporas el hábito a tu día a día, pronto notarás cómo tu presente fluye de manera diferente. Empezarás a sentir de verdad, a vivir tu momento actual de manera más consciente, a sentir un equilibrio y una paz interior que contribuirán a mejorar tu bienestar y tu calidad de vida.
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