Las prisas por querer adelgazar son más habituales de lo que me gustaría. Queremos adelgazar en cuestión de días sin darnos cuenta de lo peligroso que eso puede llegar a ser.
Nos pasamos años acumulando kilos. Kilos de más que ganamos haciendo méritos, consumiendo más calorías de las que necesitamos y no moviendo ni un dedo para intentar quemar ese exceso de calorías. Pero de repente un día queremos adelgazar y lo queremos hacer ya. ¿Te suena la historia?
¿Las pastillas para adelgazar pueden ayudar?
Son muchos los que ven en las pastillas para adelgazar su salvación. Y es cierto que pueden ser un buen aliado para ayudarnos a adelgazar.Pero no te engañes, no son milagrosas ni se deben convertir en la base de tu plan para para perder peso. Solo son una ayuda que tiene que complementar los verdaderos pilares, una dieta sana, equilibrada y la práctica regular de ejercicio.
Además nunca te debes lanzar a comprar unas pastillas sin pararte a analizar sus posibles riesgos, asegúrate de que no van a tener efectos secundarios para tu salud. Aquí tienes una selección que te puede ayudar.
La gran trampa mortal de las dietas milagro
Para perder peso rápidamente son muchos los que cada año comienzan cada año las conocidas como dietas milagro, que lejos de ayudarnos a conseguir nuestro objetivo lo que consiguen es que perdamos líquido y agua del músculo.Sí, eso te puede ayudar a que en una semana tu báscula te diga que has perdido más de un kilo, pero no te dejes engañar, eso sólo es una ilusión y vas a acabar consiguiendo justo lo contrario de lo que quieres conseguir.
La clave para adelgazar: Activar el metabolismo
La clave para adelgazar es activar nuestro metabolismo, es decir, que nuestro cuerpo queme más calorías incluso aunque estemos en reposo.Para conseguir un metabolismo más rápido una de las cosas más importantes son nuestros músculos.
He perdido la cuenta de las veces que he dicho que el músculo es el mayor enemigo de la grasa.
Cuanto mayor masa muscular tengas más calorías vas a consumir aunque estés sentado en el sofá viendo la tele. Pero con las dietas milagros ocurre lo contrario, el peso que pierdes proviene precisamente de tus músculos.
¿Qué significa eso?
Pues que poco a poco irás perdiendo tu masa muscular y tu metabolismo será cada vez más y más lento. Por lo que cada vez te costará más quemar calorías, y comiendo la misma cantidad de calorías cada vez ganarás más peso.
Además, al tener músculos cada vez más débiles, aumentamos el riesgo de que se produzcan lesiones serias al practicar ejercicio.
¿Mal asunto, no te parece?
Es mucho más inteligente intentar ganar masa muscular en lugar de perderla.
La desnutrición por las dietas milagro.
Puede parecer exagerado hablar de desnutrición por seguir una dieta milagro, pero es un peligro real.Muchas de estas dietas milagro restringen uno o varios nutrientes y pueden llegar a ser muy pobres en nutrientes y ocasionarnos déficits de todo tipo, de vitaminas, calcio, hierro…
Quizá, dicho así no te parezca muy grave, pero eso déficits te pueden provocar todo tipo de problemas para la salud, desde problemas oculares, molestias en la piel, osteoporosis o un aumento de infecciones al verse resentido nuestro sistema inmunitario.
¿Te sientes muy cansado y duermes mal?
Esta sensación de fatiga crónica se debe a que nuestro organismo, ante la falta de calorías, entre en modo supervivencia. Es decir, nuestro cuerpo se siente atacado e intenta mantener las reservas consumiendo menos. ¿Recuerdas lo que te decía antes de activar el metabolismo?… Pues sucede todo lo contrario, lo que además nos hace estar permanentemente cansados y dormir peor.
Y al estar permanentemente cansados y dormir peor nuestro estado de ánimo también empeora y te enfrentarás a cambios de humor. Aunque generalmente seas una persona alegre no te extrañe sentirte irascible y abatido, no eres tú, es la dieta.
Como ves, querer adelgazar rápido se puede convertir en una verdadera trampa para nuestra salud. Así que si quieres adelgazar no hagas locuras y sigue los consejos de profesionales. Es tu salud lo que está en juego.
Fuente: este post proviene de Operación Bikini, donde puedes consultar el contenido original.
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