Las enfermedades que son características del sistema digestivo están producidas sobre todo por factores ambientales. Esto implica que, de alguna forma, podemos hacer algo para evitar ciertas situaciones de riesgo. Estas enfermedades suelen estar provocadas por bacterias o virus, entre otras causas, por lo que es recomendable prestar atención a ciertas conductas que nos ponen en peligro.
El sistema digestivo es de gran importancia para los seres humanos, ya que su mal funcionamiento puede ocasionar molestias en los huesos, las glándulas, la piel y los músculos. Muchas estructuras vitales dependen de su buen funcionamiento, por lo que hay que llevar un especial cuidado para que no se vea afectado.
Cualquier malestar que se produzca en el sistema digestivo es importante prestarle atención, ya que puede empeorar y ocasionar daños irreversibles. Algunos de los principales síntomas del dolor de estómago son: estreñimiento, aumento o disminución de peso significativo, distensión, vómitos, nauseas y dolor de abdomen. Lo importante cuando se presentan estos síntomas es acudir al médico para que compruebe qué es lo que puede estar sucediendo, y haga un diagnóstico eficaz sobre las causas.
Hay muchas conductas que puedes llevar a cabo para prevenir algunas de las enfermedades del sistema digestivo más comunes. A través de estos consejos podrás comprobar cómo es posible evitar ciertos riesgos y daños que ponen en peligro la salud de tu sistema digestivo.
Recomendaciones para prevenir enfermedades del sistema digestivo
Lo importante en este caso es que depende de nosotros mismos tomar ciertas precauciones para evitar complicaciones en nuestro sistema digestivo. Hay que tener en cuenta para ello los factores que pueden ser los causantes de un trastorno intestinal.
Correcta alimentación
Como no podía ser menos, este es uno de los factores más importantes a tener en cuenta. Una alimentación saludable siempre contribuye a nuestro bienestar en todos los aspectos. Como ya sabemos hay que evitar en la medida de lo posible las grasas saturadas y las comidas rápidas, cargadas de azúcares y grasas que además resultan adictivas. Este tipo de comidas si se quieren consumir es importante hacerlo muy de vez en cuando, nunca de forma regular, ya que contribuyen a un deterioro de la salud significativo.
La forma en cómo nos alimentamos tiene una gran influencia en la salud de nuestro sistema digestivo. Existe una relación estrecha entre a mala alimentación y las enfermedades relacionadas con el sistema digestivo. Una correcta alimentación está basada en el consumo de proteínas vegetales, alimentos con valor nutritivo; como las frutas, las verduras, frutos secos, legumbres, etc. Una dieta variada que contribuya a nuestro bienestar.
Ejercicio físico
El ejercicio físico es otro de los factores más relevantes para evitar enfermedades del sistema digestivo. Esto es debido a que la digestión tiene que ver con el movimiento. El ejercicio físico contribuye a la digestión en movimiento. Incluso si te sientes pesado después de comer lo más recomendable no es guardar reposo, a través de una serie de ejercicios y posturas, obtienes una mejor función digestiva.
Existen muchos factores que nos impiden hacer una buena digestión, ya sea por comer rápido, por el acohol, las distracciones, comidas pesadas, etc. El ejercicio ayuda a mejorar la digestión y a evitar complicaciones que nos puedan pasar factura.
Hábitos de higiene
Un foco de infección importante son nuestras manos, con ellas cogemos muchos de los alimentos que nos llevamos a la boca. Hay que tener un especial cuidado con lavar bien las manos y desinfectarlas.
Las bacterias aprovechan esta vía para introducirse en nuestro organismo, siendo una de las principales fuentes de enfermedades del sistema digestivo. Algunas bien conocidas como la salmonela y la E. Coli, son las causantes de diversos trastornos digestivos. Los hábitos de higiene deben ser adecuados. Sobre todo hay que llevar un especial cuidado con los niños que están aprendiendo a caminar, y aún no se les ha enseñado ir al baño.
Evitar el estrés y el nerviosismo
Estos factores siempre hay que tenerlos en cuenta cuando hablamos de nuestra salud. Altos niveles de nerviosismo o estrés pueden ser causantes de muchas enfermedades digestivas, como úlceras y el síndrome del colon irritable. Para evitar estas complicaciones es necesario y fundamental el descanso, dormir adecuadamente, y tomarse un tiempo relajadamente para comer y masticar bien los alimentos. Los nervios pueden hacer que no estemos absorbiendo bien los nutrientes de los alimentos, causando así un déficit de hierro, minerales y vitaminas en nuestro organismo.
Es importante respetar los horarios de las comidas, programando nuestra dieta y dedicando un tiempo a lo que vamos a comer. Sin saltarnos las principales comidas del día como son el desayuno,el almuerzo y la cena.
Estas son algunas de los consejos más importantes para evitar enfermedades del sistema digestivo como: las úlceras, gases intestinales, estreñimiento, reflujo gástrico, colon irritable, colitis ulcerosa, etc. Se pueden evitar muchas de estas complicaciones siguiendo los consejos que te hemos aportado y otros muchos, tan básicos como: eliminar el consumo de alcohol y tabaco, beber suficiente líquido durante el día, limpiar bien los alimentos, mantener un peso equilibrado, no automedicarse y acudir al médico a la más mínima molestia o síntoma.
Todas estos hábitos dependen de ti, si los incorporas a tu forma de vida, en tu día a día, puedes evitar muchos problemas con tu sistema digestivo. Ya no tienes excusa, con la adquisición de estos hábitos saludables contribuirás a tu salud y aprenderás a prevenir enfermedades importantes que pueden mermar tu bienestar.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.