Lo primero es no fiarnos de la báscula, pues el peso no es un referente a tener en cuenta. En cambio, si debemos prestar atención al porcentaje graso, y a la grasa visceral. Para ello tenemos que acudir a una báscula de bioimpedancia que nos dé una valoración más certera. Así como al perímetro de cintura.
El primero es el que nos indica la cantidad de grasa que tenemos en el cuerpo (en la imagen puedes ver los baremos ideales); y la segunda, la subcutánea que nos puede producir enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc. Esta última no debe pasar de 12.
Lo segundo a tener en cuenta es nuestro biotipo corporal, pues según sea este así nos afecta el peso, y debemos ajustar nuestro entrenamiento a nuestro biotipo.
Como tercera opción es bueno saber qué tipo de obesidad sufrimos y encontrar el problema de origen, pues no todas son iguales ni tienen la misma solución
¿Por qué no consigo perder peso?
Ya sabemos el punto de inicio, vamos al gimnasio pero enseguida nos estancamos y perdemos la motivación que tanto cuesta encontrar. Seguramente estés cometiendo alguno de estos errores que te impiden lucir el cuerpo sano y deseado:
Demasiado trabajo aeróbico. Este tipo de entrenamientos es el que más calorías consumen, pero llega un momento que el cuerpo genera un mecanismo de defensa para proteger la grasa, llegando al catabolismo. Por lo que se produce una adaptación y cuanto más ejercicio aeróbico realizamos, menos calorías consumimos. Con un volumen de entre 4-6 horas semanales de ejercicio aeróbico es suficiente; a partir de aquí debes incluir entrenamiento de fuerza. Es más eficaz un entrenamiento de fuerza 2-3 días por semana previo al cardio. La combinación de ambos, aumenta el Ritmo Metabólico Basal, es decir, quemarás más calorías en reposo.
Entrenar a baja intensidad. Trabajar a una intensidad entre el 50%-70% de la FCM es bueno para principiantes y efectivo en la pérdida de grasa si el ejercicio dura, al menos, 30 minutos continuos; pero a medida que nuestro cuerpo se adapte, debemos escoger otros métodos,como por ejemplo, el entrenamiento por intervalos: 2 minutos a intensidad elevada y 2 minutos a intensidad baja e ir variándolos poco a poco. Otras opciones son: cuestas, multisaltos, etc…
Ejercicios analíticos. Otro de los problemas muy comunes que te evitan perder peso. Elige en tus entrenamientos de fuerza, ejercicios donde se muevan el mayor número de fibras musculares y evita estar tiempo de pie. Deja a un lado los curl de bíceps, extensiones de tríceps, ejercicios de abdomen que no sean las planchas y opta por globales como por ejemplo: sentadilla con press de hombro, zancada con elevación lateral…Piensa en entrenar movimientos y no músculos. Tu opción ideal siempre será el entrenamiento funcional. Y olvídate de las maquinas guiadas; escoge pesas libres o cables.
Después de leer esto, seguro que te identificas con algunos de estos errores. Ponle remedio desde ya y no olvides que lo más importante es gastar más de lo que consumes. Cuida tu alimentación y entrena más eficaz, los resultados llegarán pronto, te lo aseguro
Si el plan no funciona, cambia el plan pero no la meta