Como bien explica mi querido Borja Vilaseca en su libro “El principito se pone la corbata”:
“El proceso del autoconocimiento se asemeja mucho a entrar en una casa que ha estado mucho tiempo abandonada, muchos años sin visitar, limpiar ni ordenar. De ahí que nuestra primera reacción sea salir de allí pitando.
Conocernos a nosotros mismos vendría a ser el proceso de reforma integral de nuestro hogar interior. No es cuestión de juzgar ni rechazar nada de lo que veamos, se trata de comprendernos y aceptarnos tal como somos.
Y de ponernos manos a la obra comprometiéndonos a arreglar muebles, cambiar cristales, fregar los platos y hacer lo que haga falta para sentirnos a gusto en nuestra propia casa”
Dar luz a ese lado oscuro
El autoconocimiento por lo tanto consiste en hacer consciente nuestro lado oscuro (también llamado sombra). O, dicho de otra forma, sacar a la luz todos aquellos aspectos que hemos tenido escondidos debajo de la alfombra. nuestros miedos, inseguridades, complejos, traumas que venimos arrastrando a lo largo de nuestra vida.
Porque al final todo eso está limitando y condicionando nuestra manera de ver y percibir el mundo, y por lo tanto nuestra forma de comportarnos y de reaccionar ante todos los eventos de nuestra vida. Al hacerlo consciente y comprender nuestras circunstancias, entenderemos también por qué nos pasa lo que nos pasa y cómo gestionarlo mejor.
Pero conocerse a uno mismo también se trata de reconocer y recordar todas nuestras fortalezas, para poder trabajarlas, potenciarlas y conseguir así una mejor versión de nosotros mismos.
Debido a esas limitaciones y creencias de nuestro lado oscuro, que nos hacen tener una visión distorsionada de quienes somos, hemos creado un falso concepto acerca de nosotros mismos y de nuestra identidad. Vencer esos miedos es la clave para poder descubrir quienes somos realmente y para qué hemos venido a este mundo.
Todos, absolutamente todos, incluso tú, aunque no lo creas ahora mismo, hemos nacido con una serie de capacidades y habilidades innatas, pero si no sabemos detectarlas y desarrollarlas permanecen ocultas en el fondo de nuestro ser.
Cuanto más nos conocemos más nos valoramos por quienes somos, y más sabemos para qué servimos y de qué manera podemos ser útiles a la sociedad.
¿Conoces las inteligencias múltiples de Howard Gardner?
El psicólogo Howard Gardner logró identificar y definir hasta ocho tipos de inteligencia distintas, por lo cual es hora de desechar la idea de que solo existe un tipo de inteligencia medible mediante unos tests que determinan un coeficiente intelectual:
Inteligencia lingüística: La inteligencia lingüística hace referencia a la habilidad para la comunicación tanto oral como escrita y no verbal, e incluye también la forma en la que comprendemos a los demás. Algunas profesiones en las cuales podría destacar este tipo de inteligencia serían escritores, periodistas, políticos…
Inteligencia corporal y cinestésica: Hablamos de la habilidad para conectar y expresarse con el cuerpo, coordinación de movimientos… Evidentemente destacan por esta inteligencia bailarines, deportistas o actores.
Inteligencia espacial: La habilidad para poder observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas y para recrear espacios en la mente. Aquí destacarían profesionales de las artes visuales como pintores, diseñadores, escultores, arquitectos…
Inteligencia lógico-matemática: Este tipo de inteligencia tiene que ver con la capacidad para realizar operaciones mentales, el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos. Profesionales relacionados con este tipo de inteligencia serían los científicos, ingenieros o matemáticos.
Inteligencia musical: Existe también una inteligencia musical que tiene que ver con el proceso de elaboración, composición e interpretación de la música. Lógicamente vamos a encontrarla en los músicos en cualquiera de sus vertientes.
Inteligencia interpersonal: La inteligencia interpersonal tiene que ver con la capacidad de empatizar con otras personas, ponernos en su lugar, interpretar sus palabras y gestos. Profesiones en las que predomina serían psicólogos, terapeutas, profesores o comerciales.
Inteligencia intrapersonal: Es la habilidad que tiene una persona para observar, reconocer y gestionar sus propias emociones y aprender de ello. Fundamental trabajar esta inteligencia por lo tanto en el proceso de autoconocimiento.
Inteligencia naturalista: Tiene que ver con la capacidad para detectar y catalogar aspectos vinculados al entorno (por ejemplo, las especies animales), o fenómenos relacionados con la naturaleza, el clima, etc.
Ahora que ya conoces todos los tipos de inteligencia que pueden haber, ¿con cuales te identificas más?
Te invito a reflexionar sobre ello y descubrirás que eres más inteligente de lo que creías, ¡seguro!
Si quieres más información sobre el libro de Borja Vilaseca aquí te dejo el enlace a este artículo:
Crecimiento personal: “El Principito se pone la corbata”
Gema y el equipo de CuidoDeMi.com te desea Salud y Éxito