Estas estadísticas del Instituto Nacional de Salud indican además que ha habido un crecimiento de en torno de un 20% de prevalencia en niños y adolescentes desde 2007 a 2012.
Si a esto le añadimos que las admisiones en hospitales por causas de suicidio en jóvenes se ha duplicado, nos encontramos a la que podría ser la gran pandemia psicológica del siglo XXI. Pero, ¿Qué hay detrás de que cada vez haya más jóvenes con ansiedad?
Principales estresores en jóvenes con ansiedad
El acceso a la información de cualquier rincón del mundo ha traído consigo algo que no se esperaba y es que la hiperestimulación desde la infancia ha traído consigo que cada vez sean más los niños que viven en estados de ansiedad crónicos desde bien pequeños.Elevadas expectativas
En una sociedad informatizada y conectada a nivel internacional, los niños viven en una comparación perpetua con su entorno que se manifiesta en la necesidad de ser más aptos que los demás. A nivel escolar, nos encontramos con niños que tienen varias actividades extracurriculares así como infinidad de actividades que les ocupan la mayor parte del tiempo.
Los psicólogos, de hecho, están alertando acerca de la necesidad de que la niñez debe estar repleta de tiempo libre en el que puedan desarrollar sus habilidades a través de la creatividad (esto es, aburriéndose).
Si nuestros hijos siempre están ocupados, ¿Cuándo encontrarán tiempo para elaborar sus pasiones, sus sueños y sus expectativas propias?
Se han indicado cuadros de ansiedad en niños de 11 años debido a las expectativas que su entorno ha puesto sobre ellos, sobre todo en el ámbito educativo en donde la formación española se está asemejando día tras día a la educación estadounidense, con unos altos estándares que provocan estrés y ansiedad en menores.
Entorno e internet
La inmediatez, la hiperestimulación (la posibilidad de abrir varias pantallas en dispositivos diversos que implica una atención dividida), son solo algunas de las características de hasta qué punto el uso de internet es un estresor.
Junto a él nos encontramos ante la comparación que el propio niño hace con respecto a millones de usuarios de su misma edad, menores y mayores.
No hay que dar demasiados rodeos para recordar que antes de la era de internet y, muy especialmente, de las redes sociales los niños vivían en comunidades y lo que conocían estaba vinculado a la televisión y a su entorno más inmediato. Hoy en día esos mismos niños tienen acceso a un caudal de información mucho más amplio del que pueden digerir. Todo ello sin filtro alguno.
Ante los procesos de ansiedad en niños es muy importante optar por una consulta psicológica que atienda sus necesidades desde el origen que ha motivado el trastorno de ansiedad.
Autora: Álex Bayorti (colaboradora de nuestro blog)