Desayuno, comida y cena son obligatorios. No te acuestas justo después de haber terminado de comer. Deja pasar como mínimo una hora.
2. Pequeñas cantidades y platos chiquitos
Prepara pequeñas cantidades de comida (en ningun caso más de lo que indican las recetas) y sirve la comida en platos pequeñas para que da la impresión que es mucha comida.
3. Toma tu tiempo para comer con tranquilidad y mastica bien la comida
Masticar bien no es solamente muy importante para una buena digestión, sino ayuda activamente para comer lo justo. Te sentirás antes satisfecho.
4. Solamente sigue comiendo si realmente te apetece
No comes los últimos bocados del plato si no te apetece realmente. Libérate de la creencia que es de mala educación no terminar el plato. La recomendación es levantarse de la mesa con una agradable sensación de plenitud, sin pesadez.
5. Céntrate completamente en la comida y evita tensiones a la hora de comer
A la hora de comer, la atención debe estar centrado en la comida. No comes mirando la televisión y deja las discusiones y los temas desagradables para después de la comida. De lo contrario podemos ir comiendo distraídamente.
6. Ten mucho cuidado con las celebraciones que incitan a comer
Hay que aprender a salir airosos de las presiones sociales que incitan a comer. Si sabes que las celebraciones son tu punto debil, prepárate de antemano fijando lo que si y lo que no te permitirás comer.
7. Ten un cuidado especial con los postres y dulces
Ten mucho cuidado con los postres suculentos ya que suelen ser una de las causas del desequilibrio nutricional. Puedes rechazar los postres y tomar una infusión o café en su lugar.