Consejos para elegir restaurante
1. Elige un restaurante especializado en elaborar comida casera. Suelen ser restaurantes cuyo público objetivo principal son personas que comen fuera de casa por motivos de trabajo y buscan la calidad de un menú que les recuerda a su propio hogar.
2. Busca tu propia comodidad y elige un restaurante próximo a tu alojamiento en tu lugar de destino de vacaciones. Comer con prisa es perjudicial para el bienestar.
3. La mejor opción para elegir un buen restaurante no solo es valorar la calidad y precio que ofrece el establecimiento sino también elegir un local que ofrece una amplia variedad de primeros, segundos y postres. De este modo, puedes elegir los platos que más te gustan y elegir un menú equilibrado. Algunos restaurantes ofrecen la posibilidad a los clientes de elegir dos primeros si así lo desean pudiendo combinar, por ejemplo, una ensalada con un plato de garbanzos.
4. La cocina se ha vuelto tan sofisiticada que algunos menús parecen una auténtica enciclopedia de la gastronomía por el uso de conceptos complejos. Sin embargo, lo más recomendable es que vayas a un restaurante en el que identificas fácilmente los platos que hay en el menú.
5. Conviene puntualizar que cada vez más restaurantes ofrecen la posibilidad de que el cliente se lleve a casa un plato si le ha sobrado gran cantidad.
6. En la Oficina de Turismo de una localidad no solo puedes consultar información sobre monumentos de interés sino también, sobre oferta de restaurantes. Si acudes a comer a un restaurante varios días por semana intenta elegir platos diferentes para evitar caer en la rutina. Ten cuidado con las salsas y el pan puesto que aunque pueden resultar una auténtica tentación, este capricho también engorda.
7. Tendemos a asociar las comidas fuera de casa con postres más deliciosos. Sin embargo, la fruta siempre es la mejor elección.
Mantener una dieta sana
Al elegir un buen restaurante también es muy recomendable que valores otros aspectos del local. Además del factor estético, elige un local que inspira calma y relax, un entorno sin ruidos especialmente adaptado para la conversación. De este modo, comes con menos estrés y también, te concentras realmente en apreciar los sabores de cada receta.
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