Esta práctica deportiva nació a finales de los años 70 en Estados Unidos, cuando dos amigos decidieron utilizar una pistola de pintura para marcar ganado como entretenimiento personal. Decidieron llamar a este juego 'Survival', y gracias a un artículo publicado en Sports Illustrated en 1980, comenzó a extenderse como la pólvora. Hayes Noel y Charles Gaines habían descubierto, sin darse cuenta, un deporte que actualmente mueve a más de 10 millones de norteamericanos.
Un primer acercamiento
La llegada del paintball a nuestro país fue algo más lenta debido, sobre todo, a la mala imagen que despertó entre el público español. En Estados Unidos su difusión fue más sencilla gracias, sin duda, a su cultura armamentística. El primer campo de paintball español se creó en 1992, aunque tuvieron que pasar tres años más para que su práctica empezara a conocerse a nivel nacional. No fue hasta el año 2001 cuando se asentó en España como un deporte para todos los públicos, con competiciones y torneos por todo el país.La práctica del paintball podemos enfocarla desde dos puntos de vista: el primero, como entretenimiento con los amigos, y el segundo, como deporte en equipo. Alfredo Sanjaime, consejero delegado de Estratego, asegura que "en la faceta recreativa, los beneficios son tan claros y básicos como irse con tu grupo de amigos a pasar un día al campo, para desconectar del stress del trabajo o los estudios de la semana en un entorno natural". Por su parte, Jesús Sánchez, responsable de Paintball Park , afirma que "lo bueno del paintball es que, al haber distintas posiciones, puedes optar por la que más o menos esfuerzo requiera en función de tus cualidades como deportista".
Preparativos antes de empezar
La esencia de cualquier partido de paintball es la de enfrentar a dos equipos que buscan un objetivo común. Lo primero que haremos nada más llegar es recibir las instrucciones de los monitores. Desde el primer momento, dejarán claro que no se puede disparar fuera de la partida, y que el uso de la máscara de protección es obligatorio en todo momento, sin excepciones. Sólo podremos quitarnos la máscara cuando entremos en una zona de seguridad que nos asignen, lejos de la zona de juego. Jesús Sanchez recuerda otras normas que deben cumplirse: "existe también una distancia mínima de disparo entre los jugadores, y todas las marcadoras tiene seguro de bloqueo del gatillo y una tapa para el cañón, por si hay alguna bola que se dispara involuntariamente".El equipo que llevaremos encima consistirá en la marcadora (pistola de pintura que funciona con botellas de gas), una máscara completa, un mono para no mancharnos la ropa y una o varias recargas de bolas. De forma opcional, podemos pedir un chaleco para amortiguar los impactos en la espalda y en el pecho. Las bolas que disparamos "están compuestas por una cápsula rellena de gelatina y colorante alimenticio, y son totalmente biodegradables, lavables e inocuas" explica Alfredo Sanjaime. La propia acción de la lluvia es suficiente para limpiar el campo de manchas.
Una vez repartidos los equipos, comienza la acción. Normalmente, la primera partida es del tipo 'speedball'. Se juega en un campo pequeño, lleno de obstáculos donde los jugadores pueden cubrirse. Tras el silbido del árbitro, comenzará una batalla de bolas de pintura que termina cuando un equipo elimina a todos los miembros de otro. Tras esta primera partida rápida, iremos rotando por uno o varios escenarios donde la partida tendrá un desarrollo más pausado: defensa de una colina, captura de bandera, protección de un VIP... El límite lo pone la imaginación de cada uno.
Para todos los públicos
Para jugar una partida de paintball tenemos que olvidarnos de cualquier prejuicio y disfrutar del día. El responsable de Paintball Park afirma que "hemos tenido en nuestros campos a personas con más de 60 años jugando tan tranquilamente, y en el mundo de la competición, también hay algunos casos de edades muy avanzadas". Los más pequeños también pueden disfrutar de esta afición "desde los 14 años acompañados de una persona mayor de edad", aseguran desde Estratego.Son muchas las empresas que organizan partidas entre sus empleados con el fin de evaluar su respuesta ante situaciones límite. De hecho, en muchas ocasiones se infiltra un psicólogo "que se encarga de fijarse en quién lleva la alternativa del grupo, quién tiene madera de líder, quién se esconde, quién hace trampas, quién trabaja en equipo y quién no, etc." explica Jesús Sánchez. Si nos enganchamos al paintball y queremos ir más allá, existen ligas nacionales y torneos regionales por todo el país que permiten enfrentarnos a equipos bien organizados en partidas donde la estrategia lo es todo.
El paintball se ha convertido en una alternativa real para liberar tensiones y disfrutar de un día con los amigos. Su éxito ha propiciado el nacimiento de cientos de campos, y hoy en día es muy fácil organizar un fin de semana lleno de emociones fuertes.