Son tantos los mitos o leyendas urbanas que compartimos con nuestro vecino/a del quinto, que hemos creado “verdades” a las que hay que empezar a darles de lado y cambiarlas por las “VERDADES” con mayúsculas, las que tienen una base científica. Este cambio repercutirá positivamente en tu salud presente y futura.
Empecemos pues…
Leyenda urbana del “si te duele la espalda lo mejor es descansar”
Falso. El reposo no está recomendado, en la mayoría de los problemas de salud. No tienes más que probar a quedarte en cama cuando tienes dolor lumbar (de la zona baja de la espalda) y verás que lo que consigues es empeorar la situación. El reposo hemos de cambiarlo por lo que los profesionales de la salud llamamos
reposo relativo (más información en el enlace).
Leyenda urbana del “con razón te duele, te salió artrosis en la radiografía”
Falso. Daño no tiene por qué ser igual a dolor. Así que si te hacen una resonancia o radiografía por cualquier razón y te detectan signos degenerativos (por ejemplo, eso de que las almohadillas de la columna están desgastadas), no lo tengas demasiado en cuenta, porque no harás más que empeorar la situación con pensamientos negativos (ansiedad, preocupación, etc.). Los hallazgos radiográficos pueden tener relación con tu dolencia o no, lo más importante es prestar atención a los síntomas, que son los que deben guiarnos. Puedes leer más sobre este tema en Tras la resonancia, el dolor empeoró y Déjate de tanta resonancia.
Leyenda urbana del “el masaje cuanto más fuerte mejor”
Falso. EL masaje es una herramienta del fisioterapeuta con diferentes beneficios (que normalmente difieren bastante de lo que piensas), pero en ninguno de los casos el beneficio es directamente proporcional a la intensidad del masaje. Eso es un sinsentido que probablemente los mismos fisioterapeutas hicimos que se creyera, por desconocimiento. Puedes leer esta entrada sobre el masaje para conocer mejor sus virtudes.
Leyenda urbana del “los ejercicios no valen para nada”
Falso. Los ejercicios en una hoja y descansando en el tercer cajón del mueble de la entradilla de tu casa… no valen de nada. Para que funcionen hay que hacerlos. Si no funcionaran, habría que reevaluar o barajar un posible cambio de ejercicios. Los ejercicios son probablemente la herramienta más importante que tenemos para combatir dolencias y si el fisioterapeuta considera que son el mejor tratamiento para ti, es porque su evaluación y razonamiento le han hecho llegar a esa conclusión. Tienes que dejar de pensar que vas al fisioterapeuta a que él te solucione la papeleta con un tratamiento pasivo, en el que tú no intervienes activamente. Así que guárdate en la cabeza esta afirmación que te mencioné en una entrada pasada: El ejercicio funciona… si se hace.
Leyenda urbana del “el fisio me curó”
Falso. Tu fisioterapeuta puede ser estupendo, pero se cura tu cuerpo, los fisios no somos magos, nuestra función es enseñarte a ser capaz de manejar tus problemas de salud y ayudar al proceso de curación, tú eres la clave del proceso de recuperación. Es por ello que los fisios debemos siempre buscar el “self-management” (autocuidado del paciente) y tener como gran arma el “reassurance” (capacidad de transmitir tranquilidad, ya que el cuerpo humano es más robusto de lo que piensas).
Leyenda urbana del “mi fisio es el mejor, tiene todos los aparatos más modernos”
Falso. El tener más aparatos en la clínica no tiene absolutamente nada que ver con ser mejor o peor fisioterapeuta. El mejor fisioterapeuta es el que más estudia y mejor razona. Las máquinas que tenga el fisioterapeuta en la clínica, no tienen que ser más que un apoyo a sus tratamientos. Siento decirte que algunas de esas máquinas son de dudosa valía terapéutica (pobre evidencia científica, si la hubiere) y el fisioterapeuta debería ser el que te informe sobre ello. Debemos tender a hacer más uso de los ejercicios que de las máquinas.
Leyenda urbana del “ese fisio es malísimo, ni siquiera te toca”
Falso. Hoy en día la Fisioterapia va de otra cosa. El fisioterapeuta es capaz de discernir qué es lo mejor para el paciente y ello puede implicar que la mejor opción sea no tocar en absoluto y mandar una serie de ejercicios. Este tratamiento no es que sea válido, sino que será mejor que cualquier otro tratamiento que implique que el fisioterapeuta te toque, si su evaluación clínica le ha guiado en ese camino.
La leyenda urbana del “eso está todo en su cabeza”
Falso. La gente no se queja por vicio, si alguien dice que tiene dolor, tiene dolor (salvando el caso del que, por la razón que fuere, sea un mentiroso compulsivo). Dudar de alguien no debe pasar nunca, porque a ti no te gusta que duden de ti. El que a una persona no le den un diagnóstico, no implica que su dolencia sea real, sino que no hemos dado con la tecla.
Leyenda urbana del ” me trató 20 min, vaya porquería de fisio”
Falso. Más tratar no significa mejor tratar. El tratamiento debe llevar el tiempo que se necesite. De hecho, hacer las sesiones más largas sin que se necesite, puede ir en detrimento del resultado del tratamiento.
Desde ahora, cuando tengas una conversación sobre salud con Araceli o Paco, diles “la clave para estar saludable es menos sentarse, más menearse y fiarse de tu profesional de la salud, lo dice el fisio ese de internet”
Espero que esta entrada te ayude a entender un poco mejor los diversos problemas que planteo y si te quita el sueño alguna duda, tus preguntas serán bien recibidas. Por otro lado, si estás en desacuerdo conmigo o crees que puedes añadir algo interesante, a la par que útil, también estaré encantado de escucharte. Este blog es para compartir, ya que compartir es aprender y aprender es mejorar.
Las imágenes son adaptaciones de dominios públicos de Pixabay.
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Fuente: este post proviene de La Fisioterapia.net, donde puedes consultar el contenido original.
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