En primer lugar, voy a explicarte el porqué decidí escribir este artículo. Hay muchos pacientes y amigos que me preguntan “¿la acupuntura funciona realmente?”, “¿el masaje es realmente efectivo?”, “¿ la punción seca es tan buena como dicen?”, “¿los estiramientos sirven para algo o su utilidad es una leyenda urbana?”, “mi amigo me dijo que el Pilates va muy bien para los problemas de espalda, ¿es cierto? “. Mi respuesta es siempre la misma “prueba y si te funciona, ese tratamiento es bueno para ti”. No hay evidencia científica de todas y cada una de las terapias que existen, en realidad no hay buenos estudios ni de un puñado de ellas. Mi consejo siempre es que si un amigo o miembro de tu familia te dice que alguna terapia le funcionó, por muy rara y extravante que pueda parecer, podría ser que también te funcione a ti. El resultado de un tratamiento podría estar sustentado por evidencia científica de peso o no, mientras a ti te vaya bien… Podría ser que la terapia en cuestión fuese un camelo, ¿por qué decir “no” a la misma, si te hace bien? Es momento de introducirte en el mundo del placebo y su efecto, el efecto placebo.
Estoy seguro de que muchos de vosotros sabéis qué es el efecto placebo, aunque también estoy seguro de que muchos de vosotros no sabéis lo importante que es en vuestra vida diaria y el hecho de que “placebo tiene superpoderes”. Te voy a explicar de lo que estoy hablando con una breve definición y diferentes ejemplos.
La palabra placebo significa “complaceré”. Placebo se define como cualquier tipo de tratamiento o acto “falso” que parece ser real para el paciente. El efecto placebo es la respuesta del paciente al placebo, pudiendo ser esta respuesta positiva y algunos dicen que también negativa (aunque en este caso es normalmente llamado nocebo, “dañaré”). Básicamente, a la persona se le da o realiza un tratamiento que se supone que no debe afectar a su salud (ni para bien ni para mal) y, sin embargo, lo hace. Esta es una explicación bastante básica, pero estoy seguro de que vas a entenderlo mejor leyendo los siguientes ejemplos basados ??en hechos reales.
Quiero compartir contigo diferentes ejemplos. Empecemos con el típico de las pastillitas de colores, del que seguro que has oído hablar con anterioridad.
Efecto placebo ejemplo 1:
Las pastillitas y los estudiantes de medicina
A dos grupos de estudiantes de medicina (56 en total) se les dio una pastilla, a un grupo se le dijom que la pastilla era un estimulante y al otro qie era un sedante. Sin embargo, ni la pastilla “estimulante”, ni la “sedante” eran en realidad estimulante o sedante. Sí, eran “falsos”, probablemente la composición era simplemente un poco de azúcar. Sin embargo, muchos de los estudiantes que tomaron la pastilla “estimulante” dijeron sentirse menos cansados y más de dos tercios de los estudiantes que tomaron la pastilla “sedante”, dijeron sentirse adormilados (algunos del segundo grupo tomaron dos pastillas “sedantes” y decían sentirse más somnolientos que aquellos que tomaron solo una). Además, un tercio de todos los estudiantes dijeron sentir efectos secundarios, como dolores de cabeza y sensación de hormigueo el las extremidades. ¿Listo para más datos? Sólo el 5% de los estudiantes dijeron no notar efecto alguno. Sí, has leído bien, sólo el 5% de los 56 estudiantes. El efecto placebo impresiona, no crees…
Este estudio es del libro Neurosciense (segunda edición). La cantidad de estudiantes puede que no sea lo suficientemente grande como para que este estudio sea considerado relevante, aunque creo que es un buen ejemplo para entender qué es el efecto placebo.
Efecto placebo ejemplo 2:
El tratamiento con ultrasonidos y el “se lo recomendaré a todos mis amigos” (vivencia personal del que escribe)
Paciente, en torno a los 42 años (mi memoria no da para mucho a día de hoy). “Mi médico me dijo que necesito tratamiento de ultrasonidos para la rodilla, me tocó el tendón de la parte de fuera de la rodilla y me dolía mucho. Dice que tengo tendinitis”. Una de las cosas interesantes de este caso es que el paciente no notaba dolor en la parte externa de la rodilla, sino en el interior (cuando camina). Después de una evaluación fisioterápica en profundidad, el diagnóstico final fue tendinopatía o tendinosis (mal llamada tendinitis por muchos) de uno de los músculos isquiotibiales (me ahorro decirte el nombrecito raro del músculo) que se inserta en el lado interno de la rodilla y “no del que se inserta en el lado externo” (ten en cuenta que los tendones sanos pueden ser dolorosos a la palpación, por lo que siempre hay que comparar una pierna con la otra antes de dar un diagnóstico equivocado). El tratamiento con ultrasonidos no está apoyado por evidencia sólida, por lo que le recomendé un tratamiento diferente. Sin embargo, muchas veces, los pacientes se niegan a escucharnos y prefieren seguir las recomendaciones del médico pronunciando “el doctor dijo …”. Lo que hice entonces podría ser poco ético, acepten mis disculpas. Le dije al paciente: “no hay problema, vamos a empezar pues”. En este momento me acordé de que la máquina de ultrasonidos llevaba rota una semana, ¡ups!. “No hay problema, si ultrasonidos quiere, ultrasonidos tendrá”, me dije a mí mismo. Una vez terminada la sesión, el paciente dijo sentirse mucho mejor inmediatamente. “Voy a recomendar este aparatejo a todos mis amigos”, dijo. Lo que yo te diga, Mr Placebo tiene superpoderes.
Nota: la máquina de ultrasonidos se mandó a reparar la semana siguiente.
Efecto placebo ejemplo 3 (para este ejemplo te daré títulos diferentes):
El médico/fisioterapeuta psicólogo y el “mi médico/fisio es muy agradable”, el paciente positivo y la buena relación con el médico/fisio y el paciente negativo y el médico/fisio gruñón.
Hay evidencia científica que muestra relación entre la interacción médico-paciente y el efecto placebo.
En un estudio realizado por John M Kelley y col. tres grupos de pacientes con síndrome de intestino irritable fueron tratados con acupuntura-placebo de tres maneras diferentes, un tratamiento por grupo. Uno con una interacción cálida y empática con el profesional sanitario, otro con una interacción neutral y el tercero era un grupo que estaba en lista de espera para su tratamiento.
Cabe destacar que la personalidad del paciente influyó en el efecto placebo solamente en el grupo que tuvo una interacción cálida y empática. Siempre he dicho que el mejor tratamiento para los pacientes es ser amable con ellos, al parecer, no estaba equivocado del todo.
Creo que os podría interesar echar un vistazo a un caso relacionado con ciclistas cuyo estudio fue llevado a cabo por la Universidad de Canterbury (Inglaterra).
Espero que hayáis disfrutado con mi peculiar modo de hablar del efecto placebo. Como siempre digo, todo comentario es bien recibido, ya que es la mejor forma de compartir y de que aprendamos unos de otros.
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