Si tienes un problema y no sabes cómo afrontarlo lo recomendable es pedir ayuda a quién está preparado para ofrecértela.
Mito 1: “No creo en los psicólogos, por eso no voy”
La psicología es una disciplina científica que se encarga del estudio de la conducta humana y de los procesos mentales, así como de las relaciones emocionales que existen y eso es un hecho, no es una cuestión de creer o no en ello.
Mito 2: “Hablando con un buen amigo se me van a pasar mis problemas”
Es verdad que el apoyo familiar y social es muy importante a la hora de resolver cualquier problema, pero tenemos que tener en cuenta que los amigos no siempre tienen la objetividad suficiente para ayudarnos a resolver un conflicto.
A veces no nos dicen algo que a largo plazo que podría ser beneficioso para nosotros por no herirnos o no querer hacernos daño y acaban diciéndonos lo que queremos oír.
Un profesional de la psicología lo va a ver desde otra perspectiva, siempre va a intentar hacer un buen análisis de la situación y va a poner todas las herramientas disponibles para que ésa persona pueda resolver el conflicto.
Mito 3: “Con una pastilla se me pasa”
Siempre aprovecho éste mito para aclarar la primera diferencia entre un psicólogo y un psiquiatra, éstos últimos son los que recetan fármacos.
La farmacología está muy bien para tratar los síntomas fisiológicos de las psico-patologías que puedan haber.
Por ejemplo, un ansiolítico me puede ayudar a disminuir la sudoración, el temblor y/o la opresión en el pecho que estoy teniendo, pero no me va a solucionar el problema de base que en éste caso puede ser que me dan miedo los perros, ésta fobia se supera con un psicólogo.
Yo creo que son dos disciplinas que tienen que ir unidas y tienen que complementarse. Cuando es necesario desde la psicología ayudarnos de farmacoterapia hay que derivar al paciente al psiquiatra para que nos ayude con una medicación y exactamente debe suceder al revés.
Cuando un paciente acude al psiquiatra, no sólo se debe tratar el problema con fármacos, se necesita de psicoterapia para poder solucionarlo al 100%.
Mito 4: “Los psicólogos leen la mente”
Ése mito es muy característico sobre todo cuando conoces a alguien. Cuando dices que eres psicólogo la gente piensa que ya la estás psicoanalizando.
No. Los psicólogos no leemos la mente ni tenemos poderes mágicos.
Lo que sí que es verdad es que para poder abordar un problema muy bien necesitamos poder contar con la mayor cantidad de información posible del paciente y eso supone muchas sesiones de trabajo para establecer una buena alianza terapéutica entre el psicoterapeuta y el paciente.
Necesitamos datos de su pasado y de su presente para saber exactamente de dónde viene el problema que nos está transmitiendo y poder facilitar todos los recursos que puedan solucionar las dificultades que puedan estar relacionadas con la causa.
Lo que sucede es que acabamos conociendo muy bien a nuestros pacientes.
Antes de ser psicólogos somos personas, tenemos nuestros rasgos de personalidad y nuestros problemas pero es verdad que ciertas habilidades nos pueden ayudar a la hora de ponernos enfrente de un paciente, como la capacidad de escucha y empatía.
Mito 5: “Tengo que estar muy mal para ir al psicólogo”
El psicólogo es un profesional que te puede ayudar en cualquier momento.
Por ejemplo, cuando te dan un diagnóstico de cáncer, cada paciente lo lleva de una manera. Hay pacientes que no tienen ningún problema psico-patológico pero el tener un encuentro con el psicólogo le puede ayudar para disponer de más herramientas a la hora de prevenir posibles escollos en el camino.
Tú puedes ir a un psicólogo para preparar un duelo de una persona que aun no haya fallecido y así tendrás herramientas para cuando se produzca ese duelo y sabrás como encajarlo.
Enseñamos distintas técnicas de relajación, entrenamiento en solución de problemas, muchísimas opciones para que la persona tenga recursos.
Yo no le digo al paciente lo que tiene que hacer, me gusta enseñarle diferentes opciones y que luego él, con lo que hemos aprendido, pueda resolver el problema.
Mito 6 : “Al psicólogo van los que están locos”
Ése el probablemente el mayor mito de la psicología o de la psiquiatría, quizás por lo que hemos visto en películas a lo largo de la historia. Nos vendían un paciente que no se ajusta nada a la realidad.
Cuando hablábamos de locos estábamos pensando en pacientes con alucinaciones, psicóticos o esquizofrenias. Por nada del mundo que una persona tenga esquizofrenia significa que esté loca.
No hay que tener una patología para acudir al psicólogo, la terapia ayuda a prevenir problemas más graves.
Puedo estar triste porque se me ha muerto el perro y no por eso tengo que tener ningún trastorno o puedo estar atravesando dificultades con mi pareja y lo que quiero es solucionarlas.
O me gustaría desarrollar pautas de afrontamiento en situaciones difíciles porque en mi trabajo estoy expuesto a situaciones estresantes y me gustaría saber cómo manejarlas.
Éste mito no tiene ningún fundamento y hay que desecharlo cuánto antes.
Mito 7: “Voy al psicólogo para que me anime un poco”
Ésto se dice desde el desconocimiento de lo que hace un profesional.
No nos dedicamos a animar, ponemos técnicas y recursos a disposición del paciente para ayudarle a solucionar sus problemas.
Es verdad que uno de los problemas más comunes con los que nos encontramos son los relacionados con el estado anímico, sobre todo la tristeza o la depresión, que son dos estados muy diferentes.
Hay actividades mucho mejores que ir al psicólogo para animarse.
Mito 8: “El tiempo lo cura todo”
El tiempo es un elemento importante dentro de la terapia, sobre todo en determinados procesos, por ejemplo, en un duelo.
¿De qué va a depender un duelo? Del vínculo que tengas con el fallecido, de las condiciones en qué se produzca el fallecimiento y de muchos otros factores, no hay un tiempo para decir que vamos a estar bien.
No es que el tiempo lo vaya curando, es que el estar trabajando sobre éste tema durante ése tiempo te hace ver las cosas de otra manera y te hace desarrollar esquemas de afrontamiento que en un corto espacio no consigues hacerlo.
Es importante que los conocimientos y las cosas que hemos aprendido se vayan asentando. En cada paciente es diferente y requiere un tiempo diferente.
A mayor optimización del tiempo, mayores y mejores resultados se van a obtener.
Dejar que el tiempo cure los problemas por sí solo no es lo recomendable, a la larga nos vamos acostumbrando a la situación y se irá pasando pero en cuanto menos lo esperemos pueden emerger problemas no resueltos del pasado.
Mito 9: “Los psicólogos están locos, por eso estudiaron psicología”
Lo primero es que al psicólogo no van los locos, es una palabra que no es acorde a lo que es la psicología.
En segundo lugar, no hace falta tener ninguna patología para dedicarte a algo.
Pongo ejemplos claros, para ser cirujano no es necesario que te hayan operado o para ser conductor de ambulancia no es necesario que hayas tenido que ir en ambulancia alguna vez o para ser policía no hace falta que te hayan arrestado…
A modo de conclusión
No pienses que porque acudes a un profesional de la psicología o de la psiquiatría eso significa que eres cobarde. No tengas miedo a pedir ayuda, al contrario.
Cuando tienes dificultad de la índole que sea, es un acto de valentía dar el primer paso y reconocer que estás frente a una situación que te está sobrepasando, que por ti mismo no eres capaz de resolver. Ése es el momento de acudir a un psicólogo.