Mi deseo de agradar

Mi deseo de agradar


A todos nos gusta agradar a los demás y sobre todo que nos quieran, pero ese deseo de sentirnos queridos a veces tiene un alto precio.

Cuando actuamos libremente de acuerdo con nuestra manera de sentir, de ser, de pensar y de actuar, sin esperar nada a cambio, de forma natural y sin interpretar ningún rol social, entonces experimentamos lo que podríamos llamar felicidad y nos sentimos queridos y completos. Eso es una filosofía de vida, este ayudar a los demás, sonreír espontáneamente, a pesar de haber tenido un mal día, escuchar atentamente al otro sin estar pensando en lo que voy a decir, apoyar y reconfortar desinteresadamente, eso puede ser inherente a la persona, pero en otros casos es un aprendizaje de años y por lo general lo que se hace es volcarse a los demás esperando que los otros hagan lo mismo por nosotros.

El problema surge cuando todo lo anterior lo hacemos porque siempre nos han dicho que es lo que debemos hacer, lo correcto, si no obramos de esta manera nadie nos va a querer y vamos a acabar solas.

Son palabras duras, que hemos grabado a sangre y fuego en nuestro interior, adoptándolas como un valor a realizar cueste lo que cueste. Y así nos convertimos en la madre protectora y sufridora, la hija cuidadora y exigente, la profesional responsable y perfeccionista, la esposa siempre pendiente y controladora, la amiga que se ofrece a ayudar, pero crítica pero crítica

Mi deseo de agradar no solo supone un gran coste sino un deterioro personal y emocional devastador.

Cuando adoptamos esa actitud y la convertimos en una parte de nosotras mismas es difícil ampliar la mirada más allá de nuestro ego para escuchar nuestro yo más auténtico, nuestra verdadera esencia, aquello que nos lleva al autocuidado. No olvidemos que una parte importante del autocuidado implica querernos e invertir tiempo en nosotras. Únicamente es cuando miramos hacia dentro que vemos nuestras carencias y el desgaste que supone ese volcarnos a los demás, aquí el tomar decisiones de autocuidado, establecer límites y reorganizar prioridades al mismo tiempo que soltamos responsabilidades que no nos corresponden o no estamos en situación de afrontar, es imperativo.

Cuando este trabajo interno no lo realizamos entramos en una dinámica en la que nosotras ya no contamos, todas las energías van hacia fuera, nos olvidamos de nosotras. Esto acaba por convertirse en un hábito, una forma habitual de ser y actuar. Por supuesto, nos pasará factura. Así, sin darnos cuenta, nos vamos cansando hasta llegar al agotamiento físico y mental, renunciamos a actividades que son importantes para nosotras, renunciamos a salidas con amigos por falta de energía, empezamos con una ansiedad cada vez más evidente y finalmente viene la tristeza, el desánimo y las enfermedades.

A veces no somos ni siquiera capaces de encontrar el motivo de nuestro malestar y lo achacamos a los síntomas echando balones fuera Sin embargo cuando nos paramos y analizamos la situación de forma sincera, cuando miramos hacia dentro, nos damos cuenta de que nos hemos olvidados de nosotras. En este momento es cuando despertamos del largo letargo, tomamos conciencia de la situación, observamos nuestro entorno y somos capaces de decir: “ya es suficiente”.

Es un punto de inflexión que a algunas personas no les llega nunca, pero a otras muchas sí, sobre todo si son capaces de parar y autoobservarse. En este momento se trata de redirigir nuestra energía a querernos, cuidarnos y sanarnos. Darnos cuenta de que vivíamos atrapadas bajo un montón de obligaciones, tareas, cuidados y compromisos, que nos desbordaban llevándonos por un camino angustioso acompañado de síntomas como la ansiedad, el enfado, la tristeza y el resentimiento. Todo ello por asumir unas cargas que no son nuestras. Hemos cargado la mochila y con el tiempo nos hemos insensibilizado a su peso, a la fatiga y el dolor hasta que nos hemos dado cuenta que el cuerpo ya lleva tiempo dándonos avisos. Al final salta la alarma y entendemos el mensaje ¡o no! Es entonces cuando la enfermedad se hace más patente: depresión, adicciones, fibromialgia, disminución de las defensas, problemas de la tiroides, cáncer. La ansiedad es uno de los primeros síntomas. A veces es necesaria cuando aparece puntualmente ante un estímulo concreto. Su función es avisarnos de situaciones peligrosas. Sentir y atender esta ansiedad, para cambiar aquello que la provoca, es ser responsable. No podemos culpar a la ansiedad de aparecer en nuestro cuerpo porque sería como matar al mensajero por darnos una carta de la cual no nos gusta su mensaje.

Ser la niña buena que tiene que salvar a los demás es un precio muy alto a pagar. Actuar para no decepcionar a los demás, especialmente a quienes más amamos, es un primer paso para sobrecargarnos hasta morir enterradas. Detrás de este rol de “salvadora”

Detrás de un rol de niña buena o de salvadora suele habitar el miedo desesperado a que dejen de querernos y el placer de agradar a quien se quiere. Esto en psicología lo llamamos el beneficio secundario del síntoma, es decir, si un comportamiento se mantiene en la persona, pese a que sea dañino para sí misma, suele ser porque hay algo más potente que refuerza esta conducta. Hacerse cargo de todo implica hacerse imprescindible a la vez que se es apreciada por ello, eso lo podemos detectar en las frases: “si no lo hago yo, no lo hace nadie”, “no sé qué sería de vosotros sin mí” o “cuando deje de hacerlo, ya veréis cómo me echáis de menos” y por otro lado también implica evitar situaciones o emociones desagradables como el temor a decepcionar a los demás.

Estos roles no se ejercen de forma totalmente consciente, pero ejercen una enorme presión interna y acaban por ahogarnos emocionalmente. En este punto no quedan muchas opciones. Establecer límites y empezar a trabajar con el autocuidado es un buen inicio. Se trata de: “No quiero contrariarte pero tampoco quiero traicionarme”. Cuidarse a una misma y establecer límites requiere también aceptar que podrán generarse decepciones en los demás que estaban acostumbrados a que fuéramos personas complacientes.

En todo este proceso, la asertividad, esa habilidad social de comunicar y defender nuestros derechos e ideas de manera adecuada respetando las de los demás, puede ser nuestra aliada. La asertividad, además está muy relacionada con las habilidades sociales, la autoestima y la valoración que hacemos de nosotras mismas y con el resto de personas con las que interactuamos. Un error muy común es que solemos dejar en manos de los demás el que nos valoren y respeten. Es cierto que hay una parte que depende de los otros, pero el resto nos corresponde a nosotras, del mismo modo que somos nosotras las que debemos poner nuestros límites, de forma clara y saber en todo momento qué cargas queremos asumir, como hacernos respetar y como queremos que nos quieran.

“Quiero amarte sin aferrarme. Apreciarte sin juzgarte. Unirme a ti sin invadirte. Invitarte sin exigirte. Dejarte ir de mi vida sin sentirme culpable. Criticarte sin hacer que te sientas culpable y ayudarte sin ofenderte. Si puedo obtener el mismo trato podremos conocernos verdaderamente y enriquecernos mutuamente.”
Virgina Satir

Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.

Fuente: este post proviene de Saludterapia, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Las sustancias químicas pueden producir alteraciones hormonales, dañar el ADN, desactivar o activar genes, entre otros, lo que es un factor de riesgo de desarrollar diversas patologías como el cáncer. ...

- Fíjate qué cosa más curiosa. Nunca me había dado cuenta hasta hoy. - Cuéntame. - Mi madre tiene tres hermanos. Y nosotros somos tres hermanos. Ya aquí me llama la atención. Ellos tres, nosotros tre ...

Existen estudios que alertan del incremento de las alergias a los alimentos en los últimos años, un 5% de la población infantil europea en edad escolar padecen alergias alimentarias y aproximadamente ...

Desde pequeños nos inculcan que tomar un vaso de zumo de naranja recién exprimido nos aporta mucha vitamina C y nos ayuda a aumentar nuestras defensas. Sin embargo, podría discrepar en esta afirmación ...

Etiquetas:

Recomendamos

Relacionado

BIENESTAR amor propio asertividad ...

**Este tema es un poco controvertido. Puede que haya hombres que se sientan también identificados en su papel de vivir para complacer, de hecho, claro que también los hay. Pero a las mujeres, educadas como estamos en el patriarcado, nos ha tocado el trozo más grande del pastel, por eso este articulo lo escribo pensando en nosotras.** A día de hoy, no podemos negar que existe toda una generación mu ...

Aunque nos empeñemos en demostrar lo contrario, hablar sobre sexo suele ser un tema tabú sobre el que nos cuesta preguntar, compartir y exponer nuestras dudas, deseos y miedos. Por lo general, nuestras conversaciones sobre sexualidad suelen ser bastante superficiales, (¡incluso con la pareja!). El típico: ¿Te ha gustado? Sí, me ha encantado... ¿Seguro? ¿Estás disfrutando de tu sexualidad? ¿Vivimos ...

Bienestar Mindfulness ansiedad ...

El autocuidado es una práctica fundamental para mantener una salud física, mental y emocional óptima en la vida cotidiana. Es el acto consciente de tomar medidas para preservar y mejorar tu bienestar general. Saber cómo hacerlo es esencial, ya que proporciona una base sólida para enfrentar los desafíos diarios y alcanzar una calidad de vida satisfactoria. En primer lugar, el autocuidado promueve ...

Estilo de Vida

La palabra de moda autocuidado está en pleno apogeo, pero el concepto de cuidar la mente y el cuerpo no va a ninguna parte. Es fácil dejarse llevar por el trabajo, los amigos, las relaciones y las listas de tareas. A menudo, nuestro propio bienestar queda relegado a un segundo plano. La mayoría de nosotros nos sentimos más cómodos dando prioridad a los demás que a nosotros mismos. Olvidamos prácti ...

autoayuda psicólogo online teoría y conceptos ...

Si hay otros a tu cuidado, recuerda: Primero tú Establecer una buena rutina de autocuidado, se puede comparar a: Ponerse la máscara de oxígeno cuando la cabina del avión pierde presión: “Pon tu propia máscara primero antes de ayudar a los demás”: la azafata nos advertirá durante explicación de seguridad antes de la salida. Si bien puede parecer egoísta y contradictorio para algunos ayu ...

Consejos

Sabemos que debemos sacar tiempo para escribir un diario, planificar las comidas, comprar en el mercado local, leer libros, bañarnos o dormirnos con ritmos binaurales. Sea cual sea la forma de autocuidado que elijas, contribuye a tu bienestar, regula tu sistema nervioso y, en última instancia, alimenta tu sensación de flujo. Y saber cómo sacar tiempo para el autocuidado cuando tu vida es un desast ...

blog

Como siempre digo, ser feliz, realmente feliz, para un ser humano es muy fácil. Lo que no es fácil hoy en día es descubrirlo y menos fácil aún es luchar contra nuestro intento continuo de no serlo, es decir, luchar contra las fuerzas del mal de las cuales hablaremos próximamente y que ya te avanzo de que no son lo que crees que yo creo que son. Aviso de que ya escribí acerca del tema aquí hace tie ...

consejos experiencia autoestima ...

Hola, ¿cómo estáis? hoy os traigo un vídeo donde os damos algunos consejos para poder llegar a tener una mayor autoestima, también basados en nuestra experiencia, de todo se aprende. Seguro que os puede ayudar en algo,al igual que seguirlos y ponerlos en practica me ha ayudado a mi. Nunca es tarde para aprender a tener una alta autoestima. Debemos querernos a nosotras mismas.

blogger bloguerasve consejos ...

Hello! Feliz fin de semana chicas. Espero que la pasen muy bien, que se diviertan, descansen y reparen energías. Hoy les traigo un post que tenia pendiente desde hace unas semanas atrás pero que no había tenido tiempo de terminar. Creo que todos buscamos ser felices, tenemos derecho ser felices, en cualquier momento de nuestras vidas. Al igual que el éxito, la felicidad es diferente para cada pers ...

¿Alguna vez has tenido la sensación de que alguien se mete en tu vida -o está ahí desde siempre- y, no sabes cómo, te la organiza y decide por ti? Cuando no ocupamos nuestro sitio y no nos hacemos visibles, es fácil atraer a personas que además de ocupar su propio espacio, ocupan, de paso, el nuestro; y con conciencia o sin ella, hacen y deshacen a su antojo. Podemos decir entonces que nuestra vid ...