En entradas anteriores ya os expliqué qué es la meditación y la importancia y beneficios de la respiración consciente. Asimismo, ya hemos hecho dos ejercicios guiados: uno de respiración para enforcarse y otro para relajarse.
Si no los habéis hecho todavía, os animo a que los hagáis, durante varios días, además, porque sientan las bases de la meditación de hoy y de las siguientes. ¿Por qué? La respuesta es fácil: porque en ellos aprendéis, por si no os habéis dado cuenta aún, a respirar conscientemente, es decir, a daros cuenta de que vosotros elegís cómo y cuándo respiráis. Y si esto es así con la respiración, con el tiempo veréis que también lo podéis hacer con los pensamientos y emociones. Pero no nos adelantemos.
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¿En qué consiste la meditación guiada de escaneo corporal?
Es una meditación guiada de escaneo corporal muy sencilla que os va a ser útil para que os enfoquéis y seáis conscientes de cada una de las partes de vuestro cuerpo.
Como siempre os digo, en primer lugar, nos sentaremos, sobre una esterilla o zafú, con las piernas cruzadas. La pierna derecha debe recoger a la izquierda, es decir, la izquierda queda colocada en la parte interior.
En segundo lugar, adoptaremos la postura correcta para meditar:
La espalda y el cuello deben estar erguidos, con un punto de tensión.
Debemos rotar los hombros hacia detrás, para que el pecho quede abierto, y después dejarlos laxos.
La barbilla debe apuntar ligeramente hacia el pecho, para dejar expuesta la coronilla hacia arriba.
La nariz debe estar alineada con el ombligo.
Las mandíbulas deben estar en contacto pero sin ejercer presión.
La lengua debe tocar el principio del paladar.
Las manos deben reposar sobre los muslos, ni muy hacia adelante, ni muy hacia detrás.
En tercer lugar, sonará una campanilla de meditación. Debéis seguir el sonido hasta el final, hasta que se haga el vacío.
Ahora, haremos el gesto de entrega a algo más grande que nosotros (Universo, Dios, Vida…, como queráis llamarlo). No es un ademán religioso. Consiste en colocar las palmas de las manos en contacto, llevarlas a la altura del esternón y hacer, durante unos segundos, una leve inclinación de la cabeza hacia el pecho y del cuerpo hacia adelante. Después, volvemos a la posición erguida.
Seguidamente, cerraremos los ojos y haremos un breve escaneo corporal para corregir la postura, en caso necesario. Lo importante es que estéis cómodos para intentar no moveros durante la práctica.
A continuación, comenzaremos con la meditación guiada de escaneo corporal. Yo os voy a ir guiando, pero os adelanto que vamos a pasar por prácticamente todas las partes del cuerpo, de la cabeza a los pies y viceversa. Es importante que intentéis identificar alguna sensación en cada lugar que yo cite. Yo por ejemplo, suelo tomar conciencia del peso o calor de cada zona.
Como siempre os digo, si en algún momento os perdéis, que probablemente sucederá, no pasa nada. No está ni bien ni mal, porque perder la atención es normal, la mente funciona así. Simplemente, con un tono amable, invitaros a volver a seguir el sonido de mi voz.
Concluido el ejercicio, agradeceremos: a nosotros, por el tiempo que nos hemos dedicado y por el trabajo realizado; al Universo, Vida…, por cualquier cuestión por la que nos podamos sentir agradecidos.
Realizaremos el ofrecimiento de la práctica:
Que yo y todos los seres vivientes podamos sentir verdadera felicidad.
Que yo y todos los seres vivientes podamos liberarnos del sufrimiento, del miedo, de la confusión y de sus causas.
Que yo y todos los seres vivientes podamos ver con alegría, el bien y la felicidad que hay en los demás.
Que yo y todos los seres vivientes podamos realizar la ecuanimidad.
Volverá a sonar una campanilla y de nuevo debéis seguir el sonido hasta el final.
Concluiremos con el gesto de entrega.
Comenzad a movilizar el cuerpo como necesitéis y cuando estéis preparados, abrid los ojos.
Os recomiendo no iros enseguida a la palabra. Paladear el sabor a silencio que habéis generado el mayor rato posible para que la mente tarde un poco en volver a revolucionarse.
Finalmente, tan sólo me queda daros las gracias por haber escuchado este audio, por el trabajo que habéis realizado y por ayudar a generar este espacio de meditación.
Audio con la meditación guiada de escaneo corporal
Reflexión final
Espero que hayáis disfrutado con el ejercicio y, sobre todo, que empecéis a tomar consciencia de que igual que podéis elegir cómo respirar, o a qué parte del cuerpo prestarle atención, también podéis ser capaces de seleccionar en qué pensáis y poder así gestionar vuestros pensamientos y emociones (lo iremos viendo en futuras entradas). Pero para ello, como siempre os digo, se requiere de práctica y de constancia.
Me encantaría leer en los comentarios cómo os está yendo con las meditaciones.
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