Las investigaciones relacionadas con este descubrimiento fueron realizadas por Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, científicos estadounidenses galardonados en 2017 con el premio Nobel de medicina. Su teoría se basó en que el hombre así como todos los organismos vivos que habitan la Tierra, incluidas las bacterias, no funcionan de manera autónoma lejos del medio ambiente, sino que se adecuan a él.
Cómo los ritmos circadianos influyen en la salud
Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CBM (Centro de Investigación Experimental en Biología molecular, Celular y Biomedicina en Madrid, España), estiman que la alteración del ritmo circadiano sí puede afectar la salud.No produce directamente una enfermedad, pero sí favorece la aparición de determinadas patologías. Por ejemplo estudios epidemiológicos han encontrado relación entre el trabajo por turnos donde hay alteración de los patrones de sueño y el desarrollo de algún tipo de cáncer.
Esto no indica que alguna persona que se desempeñe en algún trabajo de esta índole puede desarrollar este padecimiento, sino que puede estar predispuesto.
EL CBM complementa que el ritmo circadiano cumple un papel fundamental en el funcionamiento del metabolismo. Puede influir directamente en patologías como la obesidad y la diabetes. También viene desarrollando investigaciones sobre la fibrosis renal relacionadas con alternación del ritmo circadiano. Todo demuestra que un descontrol del ritmo circadiano hace progresar la fibrosis, pero si hay mejor adaptación al ritmo circadiano el metabolismo mejora y se puede prevenir la enfermedad.
En otro aspecto como el organismo está sincronizado con el ambiente, está en la capacidad de predecir cuándo se requiere energía con el fin de regular los procesos metabólicos.
Qué puede alterar los ritmos circadianos
Se afectan principalmente por malos hábitos de vida, alteración de los horarios de alimentación, cambio en patrones de sueño, inactividad física o en ocasiones por mutación (problemas internos del organismo).Investigadores del Centro de Investigación Experimental en Biología Molecular afirman que un ejemplo de alteración circadiana es el conocido “jet lag”, cuando se cambia de zona horaria.
En estos casos se produce un desequilibrio entre el nuevo ciclo de oscuridad/luz y el ritmo circadiano. Cuando esto sucede hay una alteración temporal en las funciones fisiológicas así como en los horarios de alimentación y sueño. Este desequilibrio se detiene cuando el organismo se sincroniza con el nuevo ciclo.
Cuándo actúan los ritmos circadianos en el organismo
Puede predisponer la presencia de obesidad, cáncer o diabetes.
Controlan los niveles de melatonina, hormona necesaria para regular los ciclos de sueño-vigilia, haciendo que aumenten sus niveles en la noche.
El cerebro procesa los ritmos circadianos como un “reloj principal”, emitiendo órdenes para sincronizar el resto del cuerpo.