En términos generales la dieta busca reducir la ingesta de hidratos de carbono (azúcares, almidones y fibras), con el fin de incentivar la oxidación de grasas. Las grasas son la fuente de formación de cuerpos cetónicos (desecho de las grasas que se producen cuando el organismo las utiliza para generar energía ante la falta de glucosa).
Este régimen busca reducir el consumo de hidratos por debajo del porcentaje recomendado, es decir, entre un 50 a 60% menos de las calorías totales.
Aunque hay muchas variaciones de esta dieta todas buscan quemar grasa en el organismo. Ese es su principal fin. Ha sido muy controvertida, sin embrago, te contamos sus principales beneficios y ventajas si quieres adelgazar.
Beneficios de la dieta cetogénica
Estudios se han dado a la tarea de comparar la efectividad de dietas tradicionales frente a la cetogénica para bajar de peso. Comprobaron que juntas ayudan a adelgazar cuando tienen un impacto calórico similar. La cetogénica mostró efectos mayores sobre quienes la realizaron.
También se evidenció una mejora en el perfil lipídico de los pacientes analizados quienes redujeron los niveles de triglicéridos y el colesterol total. También se observó un incremento leve del colesterol HDL.
Las dietas cetogénicas, no importa cuál se escoja, producen la circulación de cuerpos cetónicos en el organismo que ayudan a no sentir hambre, a reducir la cantidad de alimento que se consume y por ende, a lograr la pérdida de peso.
Favorecen la sensación de saciedad.
Con las dietas cetogénicas es posible perder más peso y reducir las cantidades de grasa en el organismo. Los estudios también demostraron que la masa muscular se sostiene y no aumenta.
No se recomienda para personas con patologías cardíacas o hepáticas, ya que puede propiciar la presencia de arritmias.
Algunas recomendaciones
Expertos indican que lo ideal es seguir la dieta cetogénica durante periodos no muy largos y buscando un objetivo específico. Finalmente es un régimen que restringe algunos alimentos, particularmente los hidratos de carbono.Si te llama la atención hacerla lo mejor es asesorarte y verificar muy bien tu estado de salud para que realmente logres un bienestar integral. Lo ideal es acompañarla con ejercicio y un estilo de vida saludable.
Cuando se inicia la dieta el cerebro y el resto de los órganos del cuerpo se adaptan en corto plazo. Usualmente a las dos semanas siguientes ya hay adaptación a la dieta, justo cuando ya se agotan las reservas de glucógeno y el organismo acude a la grasa como fuente de energía principal.
Sólo ten muy presente que al emplearse la grasa como fuente de energía principal, lo cual no es igual de eficaz que la glucosa, puedes experimentar momentos de aturdimiento o descenso de la capacidad de atención, especialmente durante los primeros días.