Por dentro
Para controlar la glucosa: junto con el tratamiento farmacológico, el melón amargo, la bardana y la canela de china ayudan a mejorar el funcionamiento de la insulina en la diabetes tipo 2 y a reducir los daños asociados a la diabetes tipo 1 en ojos y corazón, por ejemplo.
Para la afonía o disfonía: lo mejor es hacer gárgaras con agua salada, agua mezclada con zumo de limón y miel o con infusión de hierbas como el erísimo o la agrimonia.
Para las alergias: algunas plantas en infusiones como la capsaicina, la ortiga, el regaliz o el quercitin ayudan a combatir los efectos de éstas gracias a sus propiedades antihistamínicas y antiinflamatorias.
Para la infección de orina: la homeopatía puede ser un gran aliado gracias al efecto que produce el cantharis, la dulcamara, el mercurius corrosivus o la pulsatilla en el organismo.
Para la vista cansada: lo mejor es el jaborandi cuando la fatiga aparece ante el más mínimo esfuerzo o la ruta graveolens en caso de que la vista cansada vaya acompañada de dolor de cabeza y sensación de tensión ocular.
Para mejorar la circulación: algunas plantas medicinales tomadas en forma de infusión como el naranjo amargo, el hamamelis, el rusco, la vid roja, el castaño de indias, el grosellero negro o el ginkgo ayudan a mejorar el funcionamiento del sistema circulatorio.
Para el síndrome premenstrual: son muchas las Flores de Bach que pueden ayudar a las mujeres en esos días del mes, por ejemplo, la avena silvestre, el olivo, la mostaza, la agrimonia, el muérdago, el alerce o el castaño blanco.
Para el insominio: la esencia de lavanda ayuda a reducirlo y a descansar mejor por la noche.
Para el dolor de garganta: las infusiones de malvavisco, malva o agrimonia ayudan a reducir las molestias, las irritaciones y los dolores.
Para la fibromialgia: para luchar contra sus síntomas lo más aconsejable es recurrir al castaño dulce, al gentian, al natrum muriaticum, a la árnica 30 H, a la bryonia 30 CH y al olmo.
Por fuera
Para la piel irritada: el ácido gammalinoleico, el espino amarillo, los probióticos, la dulcamara o la caléndula son los grandes aliados en el cuidado de la piel. También lo son el antimonium crudum 6CH, la calcarea carbonica 9CH y el psorinum 30CH.
Para la conjuntivitis: para solucionar este trastorno ocular está especialmente recomendado el argentum nitricum 7CH, la euphrasia officinalis 7CH, el mercurius solubilis 9CH o la pulsatilla 7CH.
Para la sequedad ocular: para ojos irritados y resecos lo mejor es la alumina, en cambio para pieles y mucosas secas lo mejor es el arsenicum album.
Para las encías: para evitar que sangren o que produzcan dolor lo mejor es la belladona 9CH, la chamomilla 9CH, el mercurius solubilis 9CH y el plantago mayor 7 CH.