Cuando decimos que una persona es vegetariana, en un principio, parece que lo hemos dicho todo, pero en realidad, está todo por decir. Hasta este momento lo único que sabemos es que es una persona que se alimenta principalmente de vegetales y cereales, sin embargo, acabamos de entrar en un mundo aparte con muchas vertientes y múltiples formas de interpretarla. Hoy por hoy parece que seguir este tipo de dieta es una moda ‘saludable’ a la que todo el mundo debería apuntarse...¿existe algún perjuicio en esta dieta vegetariana?, ¿conocemos realmente que significa ser vegetariano?
Ya no resulta extraño ir paseando por las calles de cualquier ciudad y toparnos con algún cartel que diga: ‘restaurante vegetariano’, ‘menú para vegetarianos, ‘comida vegana’. Tampoco nos llamará la atención si en nuestra próxima visita al supermercado encontramos una sección exclusivamente vegetariana…es más, ya no debería sorprendernos encontrar superficies exclusivamente para vegetarianos. La preocupación cada vez mayor por cuidarnos, por atender nuestra salud y sobre todo por alimentarnos mejor, ha trido consigo una moda, que si bien siempre ha tenido sus adeptos, ahora irrumpe con más fuerza que nunca. Si eres vegetariano ya no eres ‘raro’, ni un ‘hippie’, ahora estás de moda. Una alimentación saludable a simple vista, pero ojo porque todo tiene su lado oculto. Vamos a ver que te aporta y que te restringe la dieta vegetariana.
Todas las dietas vegetarianas tienen en común:
Rechazar la ingesta de carne, en la mayoría de casos todo alimento derivado de animales.
Una alimentación basada en fruta, verdura y cereales.
¿Por qué decidimos hacernos vegetarianos?
No todos los vegetarianos llegan a este tipo de dieta por el mismo motivo, pero cada uno de ellos tiene un fin justificable:
Unos por motivos filosóficos, su compasión hacía otras fórmulas de vida incluye un gran respeto hacia los seres vivos, rechazan el sacrificio de animales para alimentar al hombre y piensan que es posible estar correctamente alimentados con los frutos de la tierra.
Otros por motivos religiosos, como es el caso de los budistas, en sus creencias está alimentarse solamente de vegetales, entre otros preceptos provenientes de una respetuoso trato de la naturaleza.
La ecología y sostenibilidad es razón suficiente para que un grupo de personas se nieguen a alimentarse de carne de otros seres vivos, así como de alimentos que no sean obtenidos de forma natural, sin abonos ni fertilizantes artificiales o que procedan de invernaderos.
También está el motivo del ‘no sé muy bien por qué pero voy a hacerme vegetariano’, la moda, la televisión, internet, alguna noticia, la proliferación de restaurantes o tiendas…la cuestión es que el número de personas que deciden cambiar a este estilo de vida no para de aumentar.
Y otros simplemente por motivos de salud, ya que en la actualidad, para responder a la demanda exigida por la sociedad, los animales deben nacer, crecer y estar listos para ser comidos en el menor tiempo posible y con el mínimo gasto para sus criadores, de forma que puedan ser competitivos en el mercado. Los animales viven hacinados en granjas donde no pueden moverse, comen continuamente y se les inyectan hormonas para que crezcan en el menor tiempo posible, cargándolos de antibióticos para evitar que enfermen, suponiendo una pérdida para el criador.
Es este último motivo el que verdaderamente debería remover las conciencias, la degeneración de los alimentos que se producen en la actualidad, ¿queda algo de natural en ellos?. Si queremos cambiar nuestra dieta, nuestra alimentación, que sea con la intención de hacerla más saludable. De esta preocupación surge otro tema muy recurrente en nuestra sociedad actual, la preocupación por volver hacia el consumo de lo ecológico.
Si bien es cierto que la base de toda dieta saludable son las frutas, verduras y legumbres, no es menos cierto que ciertos nutrientes que nuestro cuerpo necesita se encuentran casi en su totalidad en alimentos de origen animal. Los nutrientes vegetarianos deben enfocarse en incluir proteínas, hierro, calcio, zinc y vitamina B12.
¿En qué consiste una dieta vegetariana?
Una dieta vegetariana se define como aquella que no incluye carne (ni siquiera de aves) ni pescado o marisco, ni productos que los contengan, se alimentan a base de frutas, verduras, legumbres, cereales, semillas, frutas desecadas y frutos secos. Se caracterizan por hacer una elección cuidadosa y consciente de los alimentos.
En comparación con las dietas omnívoras, tienden a ser bajas en grasas saturadas y colesterol y más altas en fibra, vitaminas y oligoelementos.
¿Qué beneficios aporta ser vegetariano?
En la actualidad las dietas vegetarianas están siendo objeto de estudio, ya que se ha observado que las personas que siguen este tipo de dieta son menos propensos a padecer enfermedades crónicas relacionadas con el llamado “síndrome metabólico”, obesidad, diabetes, hipertensión y arteriosclerosis.
Los beneficios cardiovasculares del bajo consumo de carne pueden ser debido, en parte, a la mejora de los perfiles lípidos en sangre y a la reducción de los niveles de presión arterial que se ven típicamente en vegetarianos, así como los efectos beneficiosos de los fitoquímicos de las plantas cuya importancia es vital en la función cardiovascular y frente a las enfermedades degenerativas.
Tipos de dietas vegetarianas
Dieta-vegetariana-estricta
Como su nombre indica, es un tipo de alimentación sumamente estricta, basada exclusivamente en alimentos de origen vegetal, no incluye lácteos, huevos ni ningún tipo de carne.
Con esta dieta se producen muchas carencias nutricionales, con riesgo de padecer anemia, osteoporosis o retraso en el crecimiento de los niños.
Dieta-lacto-vegetariana
Incluye tan sólo alimentos vegetales y lácteos, por lo que pueden aparecer carencias nutricionales por la falta de hierro y vitamina B12.
Dieta-ovo-vegetariana
Tan sólo incluye alimentos vegetales y huevos, pudiéndose producir carencias nutricionales de vitamina B12, hierro y calcio.
Dieta-lacto-ovo-vegetariana
Se caracteriza porque incluye huevo, alimentos vegetales y lácteos.
Por lo tanto una dieta vegetariana, que ahora conocemos en mayor profundidad, aunque queda mucho por aprender, es especialmente saludable y las personas que deciden llevarla pueden obtener todos los nutrientes que necesitan, eso sí, la variedad de alimentos debe ser mayor y esforzarnos por encontrar aquellos más ricos en proteínas, hierro, calcio, zinc y vitamina B12, nutrientes escasos en este tipo de dietas.
En cualquier dieta, entendiendo por dieta la forma de alimentarse que sigue cualquier persona, puede presentar carencias o desequilibrios nutricionales, dándose el caso frecuente de personas obesas que están desnutridas por falta de vitaminas, minerales o que incluso presentan anemia. La dieta vegetariana requiere especial vigilancia sobre todo en los niños, sin embargo una dieta más vegetariana si no estricta en su conjunto, beneficia prácticamente a todos.
Nuestro consejo como dietistas, sobre todo cuando hablamos de niños, es incluir los alimentos de todos los grupos y que estos sean en lo posible de origen biológico, incluyendo siempre cereales integrales, semillas, legumbres, verduras y frutas. Evitaremos los cereales refinados, las harinas blancas, el azúcar, la bollería industrial y los alimentos procesados y los aditivos.
Para que un niño coma bien sus padres tienen que comer bien y tener una buena base de cultura alimentaria, independientemente del tipo de dieta que elijan. Ello redundará en la salud y el bienestar de toda la familia y de la sociedad. Proporcionarles unos buenos hábitos alimentarios en la infancia a nuestros hijos será un regalo que haremos a nuestros hijos para toda la vida.
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