El hipotiroidismo (secundario) es uno de los desequilibrios físicos más comunes hoy día. La razón es que vivimos en un mundo muy estresante. ¿Cómo? ¿Que el estrés tiene que ver con el hipotiroidismo? Por supuesto y, por desgracia, millones de personas toman hormona tiroidea sintética para mejorar sus síntomas cuando en realidad su tiroides está sana. Otros van con el “depósito a medio gas” sin sospechar que su metabolismo no funciona tan bien como debería.
La glándula tiroides regula la capacidad de utilizar oxígeno y generar energía en las células. ¿Es esto importante? No, es fundamental, es la base de la vida. Cuanta más energía tienes, más vida tienes. Si sufres de hipotiroidismo (subclínico o no) tu metabolismo está ralentizado y tu tasa metabólica basal es más baja.
¿Eres un chico/a caliente?
Una manera indirecta de medir si tu metabolismo es saludable es tomando la temperatura corporal. Justo antes de levantarte, tómate la temperatura durante 4 días seguidos y calcula la media. Si tu temperatura es menor de 36.5°C es posible que haya algún desajuste en tu metabolismo. Quizás tu tiroides está sana, pero por algún motivo la hormona T3 (la forma bioactiva) no está llegando al interior de las células y haciendo su trabajo.
Como descubrió la Doctora Broda James hace décadas, las personas más “calientes” tienen mejor digestión y detoxificación, son más vitales y raramente se enferman. Es verdad que en el debate sobre longevidad hay muchas voces que afirman que es mejor reducir el metabolismo (mediante restricción calórica y otras técnicas) para vivir más años. Pero el hecho de que se haya observado ese efecto en algunos estudios con animales no quiere decir que sea igual con humanos.
Si me dan a elegir entre tener fuerza, vitalidad y resistencia a las infecciones o vivir a “cámara lenta” como un perezoso, cuya temperatura corporal es 32°C (la más baja de los mamíferos), me quedo sin duda con un metabolismo más alto. Nada en contra de los perezosos, es simplemente que para sacarle todo el partido a la vida es mejor tener un “motor de más caballos.”
La conexión entre hipotiroidismo y fatiga adrenal
Ya sabes que me gustan los símiles. Así que espero que el siguiente te ayude a entender la relación (muy estrecha) entre las glándulas adrenales (o suprarrenales) y la tiroides.
Imagínate que vas por una carretera de bastante tráfico (tu vida). Los coches, camiones y agujeros del asfalto representan el estrés al que te enfrentas a diario, desde la nutrición y el descanso, hasta la carga tóxica y las tensiones emocionales. Las glándulas adrenales son el gran “gestor del estrés”, es decir, la persona al volante que intenta evitar chocarse con tanto mal conductor ahí fuera. La glándula tiroides, por su parte, es el acelerador.
Cuando hay poco tráfico, la carretera es buena y el tiempo soleado, al conductor le gusta acelerar (subir el metabolismo) y disfrutar de la fantástica obra de ingeniería que maneja (digamos un Ferrari, ¿a quién no le gustaría presumir?). En cambio, cuando hay lluvia y viento, muchos coches y la carretera es estrecha y con curvas, lo mejor y más sensato es soltar el acelerador para disminuir la velocidad.
Cuando el estrés es bajo, las glándulas adrenales permiten que el metabolismo suba y se utilicen los recursos metabólicos de forma óptima. Sin embargo, cuando el estrés empieza a subir, las adrenales y el cerebro mandan la señal (de múltiples formas) a la tiroides para que el metabolismo general se reduzca (la “velocidad” baja), ahorrando recursos y mejorando la posibilidad de una recuperación física cuando el estrés haya disminuido. Es lo mismo que hacen también los osos para resistir el invierno: se van a hibernar.
Tu hipotiroidismo (secundario) no es una enfermedad que se desarrolle por casualidad, ¡es un mecanismo de defensa! El cuerpo, en su infinita sabiduría (o infinita casualidad genética si te empeñas), sabe muy bien qué hacer para gestionar sus problemas. La reducción metabólica puede llevarse a cabo de múltiples formas:
Reducciendo la conversión de T4 a T3
Aumentando la TBG (globulina fijadora de tiroxina) para que haya menos T4 libre
Reduciendo la TSH (hormona estimulante de la tiroides)
Aumentando la T3 reversa que se une a los receptores de la célula y evita la entrada de T3 activa…etc
Como ves el tema es complicado y el cuerpo tiene muchas maneras de conseguir su propósito, por eso tratar los síntomas (luchar contra las consecuencias) no tiene sentido (ni éxito a largo plazo) si no entendemos qué está tratando de hacer el cuerpo.
Por ello, aumentar el metabolismo con hormonas tiroideas SIN aliviar la fatiga adrenal y disminuir el estrés fisiológico al mismo tiempo es como pisar el acelerador cuando la carretera es mala y hay mucho tráfico. A largo plazo, no funciona y puede incluso agotar más las reservas energéticas del cuerpo empeorando el problema.
Si tienes hipotiroidismo primario (Hashimoto) debes, ademas, tratar la confusión inmunológica que seguramente fue causada por problemas intestinales (video).
9 maneras de mejorar tu hipotiroidismo
Ahora que ya entiendes la conexión entre tu tiroides, tus glándulas adrenales y el estrés, es hora de darte algunas ideas prácticas.
1. Evita comer diariamente alimentos con alto contenido en goitrogenos. Esta sustancias afectan negativamente la función de la glándula tiroides. Los alimentos más altos en goitrógenos son los vegetales crucíferos (brocoli, coles de bruselas, coliflor, repollo, col rizada…etc.). Pero estos alimentos son también muy nutritivos y consumirlos es una buena idea. Entonces, lo ideal, es no abusar y tomarlos 2-3 a la semana, y mejor cocinados ya que disminuye considerablemente su contenido activo de goitrógenos.
2. Todos podemos tener un día estresante de vez en cuando, pero pasarnos la vida corriendo afecta nuestra salud más que cualquier cosa y, por supuesto, afecta la tiroides. El alto nivel de cortisol producido para lidiar con el estrés afecta la conversión de la hormona T4 en T3. El cuerpo piensa igual que lo hacía Napoleon: “Ve despacio que llevo prisa.” Cuando hay alto estrés (cortisol), el cuerpo reduce deliberadamente el metabolismo (regulado por la tiroides). La manera de aumentar el metabolismo es irse a vivir al spa…o tomarse las cosas de otro modo.
3. Optimiza tus nutrientes. La tiroides requiere de ciertos nutrientes clave para hacer la conversión de T4 a T3. Los más importantes son iodo, selenio, zinc, vitamina B12 y B6. Lo ideal es hacer un análisis para ver los niveles de estos elementos y vitaminas. Hay suplementos que proporcionan estos nutrientes. Lo mejor siempre es introducirlos poco a poco y bajo la supervisión de un experto.
4. Los altos niveles de metales pesados no esenciales (cadmio, plomo, mercurio) interfieren también con la tiroides. Lo ideal es hacerse un análisis de pelo para ver qué deficiencias minerales y niveles tóxicos de estos metales tienes. Las amalgamas de los empastes es una fuente muy común de mercurio. La detoxificación se debe hacer gradualmente. Los protocolos más conocidos son la combinación de aceite de orégano con chlorella (de pared celular rota) y la sauna infrarroja. Prácticamente todos tenemos niveles demasiados altos de estos metales pesados, creo que es una buena idea detoxificar de forma proactiva.
5. El ejercicio crónico y sin moderación reduce la conversión de T4 a T3 (estudio). Volvemos a toparnos aquí con el increíble sentido común del cuerpo. Si hacemos demasiado ejercicio (algo que consume muchas calorías y es estresante), la adaptación más razonable del cuerpo es reducir el metabolismo para consumir menos energía. Por eso, el cardio crónico es contraproducente para casi todos y desde luego no ayuda a perder kilos. En esto del ejercicio, menos (y más intenso) es mejor.
6. Tener el hierro bajo también reduce el metabolismo. En realidad, funciona en los dos sentidos: al tener hipotiroidismo el ácido estomacal se reduce y, en consecuencia, absorbemos menos nutrientes (incluido el hierro, empeorando la situación). Hazte unos análisis completos para ver cómo están tus niveles de hierro y toma suplementos si es necesario hasta volver a los valores deseados.
7. La inflamación es uno de los mayores estresores para el cuerpo. Produce resistencia a la leptina, aumento del cortisol (el antiinflamatorio natural) y también hipotiroidismo. Tomar una dieta no inflamatoria (natural) y reducir nuestra carga tóxica y de estrés es lo más importante para reducir la inflamación general. Por cierto, no nunca hagas dietas. Restringir calorías es una manera segura de reducir el metabolismo. Pero, ya sabes, no intentes cambiarlo todo de la noche a la mañana…te agobiarás y no te irá bien. Da pequeños pasitos cada día en la dirección adecuada.
8. La salud del hígado es clave para las conversiones de la hormona T4 a T3. Cualquier tipo de estrés sobre el hígado (hepatitis, hígado graso, exceso de toxinas…etc.) va a reducir la cantidad de T3 activa (estudio). Es muy importante detoxificar el hígado hidratándose adecuadamente y con ayuda de fitoterapia y/o suplementos (ejemplo).
9. Los niveles altos de estrógenos (que se encuentran en plásticos, comida adulterada, cosméticos…etc.) aumentan la TBG (globulina fijadora de tiroxina) que “secuestra” la T4. Lo primero es limpiar la dieta y dejar de ponerse cosas raras en la piel. Lo segundo, si eres hombre, es aumentar tu testosterona de forma natural para contrarrestar los estrógenos, y si eres mujer, puedes apoyar la detoxificación de estrógenos tomando un suplemento con diindolilmetano como DIM-plus.
Ahí lo tienes: 9 maneras de mejorar tu hipotiroidismo. Como siempre, lo mejor es no buscar atajos, pastillas mágicas, ni aguas benditas, sino apoyar las funciones del cuerpo con un enfoque holístico que incluya lo físico y también lo emocional. Para obtener los mejores resultados, hay que ir siempre a las causas (lo mejor que se pueda).
¿Conoces otras estrategias para mejorar el hipotiroidismo?
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