El Hipotiroidismo es una enfermedad endocrina (hormonal) que se asocia a una ganancia ponderal, es decir al padecimiento de una obesidad que no sede con las actividades físicas, no responde a terapéuticas nutricionales ni medicamentosas, a menos que se trate la enfermedad endocrina, la afectación de la glándula tiroides. Esta enfermedad se puede presentar de diferentes maneras, dependiendo de sus causas, las cuales pueden ser prevenibles o no prevenibles, como veremos en el presente texto. El objetivo de este artículo es dar a conocer las funciones principales de la glándula tiroides y sus hormonas para que sea de mayor entendimiento para el lector sus mecanismos causales, y así conozca las medidas preventivas que debe tomar y la conducta apropiada en caso de padecer de Hipotiroidismo. Así como también sus principales formas de identificación, cuáles son sus signos y síntomas, que complicaciones trae a largo plazo esta enfermedad endocrina y cuál es la conducta apropiada que debe tomar tanto el paciente como el profesional de la salud.
Glándula Tiroides
La Tiroides es una de las glándulas endocrinas de mayor tamaño, se localiza en la base del cuello a ambos lados de la parte inferior de la laringe y la parte superior de la tráquea y tiene un peso de aproximadamente 15 a 20 g en el adulto. Está compuesta por dos lóbulos laterales de aproximadamente 5 cm de alto y 2,5 cm de espesor y de ancho, que se encuentran unidos por una estructura llamada istmo. Generalmente en las mujeres es de mayor tamaño. El aspecto granuloso de la glándula tiroides se debe a que está compuesta por múltiples folículos cerrados, estos son especies de sacos formados por células epiteliales cubicas que rodean a una sustancia llamada coloide, en la que se encuentran enzimas y otras moléculas tiroideas necesarias para la producción de las hormonas tiroideas. Y su principal función es la regulación de la mayoría de los procesos metabólicos que ocurren dentro y fuera de las células de los tejidos, mediante la secreción de las hormonas tiroideas.
¿Cuáles son las Hormonas Tiroideas?
Las hormonas tiroideas son la Tiroxina (T4) y la Triyodotironina (T3) secretadas gracias a la estimulación de una hormona llamada Hormona Estimulante de la Tiroides (TSH), sintetizada por una glándula llamada Hipófisis. Estas hormonas tiroideas se componen de un aminoácido llamado tirosina y yoduros (yodo). Los yoduros son obtenidos por medio de la alimentación e ingresan a las células tiroideas luego de ser absorbidos por capilares intestinales y trasladados por la circulación sanguínea, para formar T3 y T4 gracias a la activación mediada por la TSH de una bomba de yoduros llamada Simportador del Yoduro de Sodio ubicada en la membrana plasmática de las células tiroideas, que introduce mediante la utilización de energía intracelular (ATP) los iones yoduros al interior de las células. Luego estos yoduros pasan por procesos oxidativos y se dirigen hacia el coloide, ubicado en el interior de los folículos tiroideos, donde se encuentran grandes cantidades de tiroglobulina, una glucoproteína que se compone de moléculas de tirosina, la cual al unirse a los yoduros forman las hormonas tiroideas T3 y T4. Estas luego son secretadas al exterior de las células y absorbidas por los capilares que rodean a los folículos, para transportar estas hormonas junto a proteínas plasmáticas a todos los tejidos del organismo para que lleven a cabo sus diversas funciones.
¿Qué funciones cumplen estas hormonas tiroideas?
Alrededor del 93 % de las hormonas sintetizadas corresponden a la Tiroxina (T4) mientras que el 7% restante a la Triyodotironina (T3). Su función general es mediar los procesos metabólicos intracelulares mediante la activación de unos receptores que se encuentran en el interior del núcleo de las células, para que se lleven a cabo las transcripciones genéticas del ADN, necesarias para la formación de diversas enzimas y proteínas que intervienen en los procesos metabólicos celulares. Además de cumplir otras funciones más específicas como:
La regulación de los canales iónicos de las membranas plasmáticas de las células, que median el paso de iones como sodio (Na) y potasio (K) al interior y exterior de la célula.
Intervienen en la activación de segundos mensajeros intracelulares.
Incrementan la actividad y el número de las mitocondrias (organelo responsable de la producción de energía intracelular), incrementando así las funciones y metabolismos celulares.
Intervienen en el crecimiento de los niños en edades de desarrollo.
Contribuyen al desarrollo y crecimiento del Cerebro durante la vida fetal y en los primeros años de vida.
Estimula el metabolismo de los hidratos de carbono, ya que intervienen en la rápida captación de glucosa e incluso una mayor secreción de insulina.
Moviliza los lípidos con rapidez del tejido adiposo a la circulación plasmática en forma de ácidos grasos libres para acelerar considerablemente su oxidación por las células.
Contribuye a la eliminación de colesterol plasmático por la bilis.
Aumentan el flujo sanguíneo y el gasto cardiaco.
Intervienen en la motilidad digestiva.
Regulan el mantenimiento del tono Muscular.
¿Qué es el Hipotiroidismo?
El hipotiroidismo es una enfermedad endocrina, caracterizada por un déficit en la secreción de hormonas tiroideas, a causa de un daño anatómico y fisiológico directamente de la glándula o bien sea por un déficit de la secreción de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) por parte de la adenohipófisis. Esta enfermedad es más frecuente en las mujeres que en los hombres, y se estima que anualmente un 3,6% de incidencia alrededor de todo el mundo pertenece a las mujeres y un 0,6% pertenece a los hombres. El Hipotiroidismo se clasifica dependiendo de su causa en:
Primario, cuando la enfermedad proviene de alteraciones de la propia glándula.
Secundario, cuando se debe a déficit de la secreción de TSH.
Terciaria, cuando las alteraciones provienen del hipotálamo, el cual es el encargado de estimular la secreción de TSH por parte de la adenohipófisis, gracias a una hormona liberadora de TSH (TRH).
¿Cuáles son sus causas?
– Son múltiples las causas de un Hipotiroidismo, pero la causa más frecuente en el adulto es la llamada Enfermedad de Hashimoto, la cual consiste en un proceso inflamatorio de la tiroides a causa de autoinmunidad, que posteriormente va provocando un deterioro progresivo de la glándula y en últimas instancias fibrosis, ocasionando una secreción escasa o nula de hormonas tiroideas.
– Otra causa muy frecuente es la deficiencia alimentaria de yodo llamada Bocio coloide endémico asociado a deficiencia alimentaria de yodo, la cual consiste a una escasa o nula producción de hormonas tiroideas y a que se produzca un Bocio (aumento de volumen en la región de la tiroides) gracias a un acumulo de la tiroglobulina no yodada en el interior de los folículos (coloide) de cada lóbulo tiroideo. Para una producción suficiente de T3 y T4, se necesitan al año aproximadamente 50 mg de yoduros.
– Las Tiroidectomías (acto quirúrgico que consiste en la extirpación de la glándula tiroides) provocan un Hipotiroidismo por ausencia de la glándula.
– Las terapias con Radioyodo, son causantes de esta enfermedad, y son más frecuentes en clínicas y hospitales y son de fácil identificación.
– Defectos en el desarrollo de la glándula tiroides en los primeros 3 meses de vida.
– Déficit en la secreción de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) por parte de la adenohipófisis. La cual es la encargada inducir la acción de la bomba de yoduro de las células tiroideas, encargada del paso de los iones yoduros al interior de estas células.
– Déficit en secreción de la hormona liberadora de TSH (TRH) por parte del hipotálamo.
– Resistencia periférica por parte de las células a las hormonas tiroideas. Lo que traerá como consecuencia altas concentraciones de T3 y T4 en la sangre, impidiendo así la secreción de TSH por parte de la adenohipófisis, la cual se ve regulada por estas concentraciones sanguíneas.
¿Qué efectos tiene en el organismo?
Independientemente de sus causas, los signos y síntomas del Hipotiroidismo, constituyen a una pérdida o disminución de las complejas y numerosas funciones tiroideas que se mencionaron anteriormente. Por lo tanto el paciente va a padecer de:
Considerable aumento de peso, progresivo y que no disminuye con el ejercicio.
Fatiga y somnolencia extrema.
Disminución de la fuerza y del tono muscular.
Disminución de la frecuencia cardiaca.
Disminución de las respiraciones por minuto.
Estreñimientos por la disminución de la actividad intestinal.
Retrasos mentales.
Disminuciones en el crecimiento del cabello.
El paciente estará en un estado somnoliente con frecuencia pero se le dificultara tomar una siesta.
Hipotensión Arterial.
En los casos graves de Hipotiroidismo se presentan aspectos edematosos del cuerpo, denominado mixedema, que es una tumefacción de la piel que se manifiesta sobre todo en la cara, la nuca y el dorso de las manos y los pies.
Intolerancia al frio.
Pérdida del apetito.
¿A qué complicaciones podría llevarnos? Las complicaciones más frecuentes son de origen cardiovascular y metabólico. Es decir son comunes las arterioesclerosis, las enfermedades coronarias, y las muertes súbitas por infarto agudo de miocardio. También se puede desarrollar con frecuencia resistencia a la insulina y Diabetes mellitus tipo 2. Además de alteraciones neurológicas como estados de coma, por el progresivo deterioro mental
Hipotiroidismo en el recién nacido y en el niño
La causa de Hipotiroidismo en el niño o en el recién nacido más frecuente suele ser por alteraciones en el desarrollo de la glándula tiroidea. En los niños es más difícil su identificación pues sus características clínicas pueden tratarse de múltiples patologías, pero en los niños y recién nacidos es frecuente encontrarse con: cianosis (coloración azulada de la piel), dificultades respiratorias, estados de somnolencia, perdidas del apetito, estreñimientos, llanto ronco y la presencia de una gran fontanela anterior o posterior. Las complicaciones resultantes de esta enfermedad si no se identifica y trata a tiempo pueden ser retrasos mentales con disminución del crecimiento y desarrollo cerebral, que se presentan de manera irreversible cuando el Hipotiroidismo aparece entre los 6 meses a 2 años de edad, mientras que su aparición después de los 2 años de edad suele ser reversible el retraso; baja estatura por disminución del desarrollo, hipotensión arterial y obesidad.
¿Qué pruebas diagnósticas existen?
Los exámenes complementarios más frecuentes y esenciales son el ecosonograma tiroideo y exámenes de laboratorio como el perfil tiroideo. En la ecografía puede visualizarse una tiroides de gran tamaño, con signos de fibrosis y multinodular, dependiendo de sus causas. Mientras que en el perfil tiroideo se observa con frecuencia disminución de las concentraciones sanguíneas de hormonas tiroideas, y en cambio, aumentos de la hormona estimuladora de la tiroides (TSH) siempre y cuando el origen de la causa no esté en la adenohipófisis, porque en esos casos ocurre todo lo contario, concentraciones plasmáticas normales de hormonas tiroideas y bajas concentraciones de TSH.
Tratamiento
El control y estabilización hormonal es muy sencillo, el tratamiento se basa en la administración de un comprimido o más de tiroxina oral al día, la cual basta para mantener un nivel constate de actividad de las hormonas tiroideas en el organismo. Las dosis se ajustan al nivel de gravedad en que se encuentre la enfermedad, y el existo de una vida saludable y plena esta en las manos del paciente, ya que siguiendo correctamente el tratamiento indicado se lograran fácilmente la estabilización de las actividades hormonales. Es más, existen pacientes hipotiroideos que logran vivir más allá de los 90 años de edad, los cuales llegan a una normalidad metabólica completa.
¿Cómo podemos prevenirla?
Existen algunos casos en que esta enfermedad no puede prevenirse, estos son los casos de la Enfermedad de Hashimoto, y en algunos Hipotiroidismos idiopáticos, en los cuales predominan la tiroiditis y deterioro autoinmunitario. Pero las mejores formas de prevenirla es asegurando una ingesta alimentaria con los aportes de yoduros requeridos por el organismo y el control hormonal de TSH en embarazadas para asegurar el correcto desarrollo de la glándula tiroides del feto.
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