Tratamiento natural del Hipotiroidismo
Conociendo la glándula tiroides
La glándula tiroides localizada en el centro del cuello con clara forma de mariposa es la encargada principal de la regulación del metabolismo e interviene en importantes y numerosas funciones para el organismo. Es la responsable de vitales reacciones químicas que forman parte del proceso de sintetizar una extraordinaria cantidad de complejas hormonas entre otras sustancias imprescindibles para el correcto funcionamiento y equilibrio de nuestro cuerpo. Esta glándula tiene como tarea principal la de producir dos tipos de hormonas: T3 (triyodotironina) y la T4 (tiroxina), así como de almacenarlas y liberarlas en el organismo.
Para la producción en cantidades adecuadas de estas hormonas, la glándula tiroides necesita un correcto aporte de yodo a través de la alimentación que combinará con el aminoácido tirosina para producirlas y serán liberadas en el torrente sanguíneo mediante distintas proteínas cuando el organismo necesite un aporte de hormonas tiroideas para regular el metabolismo.
Tanto la producción de hormonas tiroideas como su síntesis y liberación forman parten de un complejo y extenso proceso químico en el que intervienen importantes sistemas y combinaciones bioquímicas que se dan dentro de nuestro organismo para llevar a cabo todas sus funciones. Hay que tener en cuenta que las hormonas tiroideas regulan no sólo el metabolismo (producción de energía y calor, peso corporal, fuerza muscular) sino también distintos órganos y funciones del cuerpo (corazón, adrenales, músculos, cerebro, hormonas, correcto desarrollo del feto durante la gestación) por esto es de especial importancia un buen funcionamiento de esta particular glándula y su aporte equilibrado de hormonas al organismo.
Qué pasa cuando la producción de hormonas tiroideas es excesiva o escasa
Bajo determinadas circunstancias y por actuación de diversos factores que pueden ser tanto exógenos como endógenos la glándula tiroides puede presentar mal funcionamiento, ya sea por producción excesiva de hormonas (hipertiroidismo) o producción escasa (hipotiroidismo). En cualquiera de los dos casos se trata de un desequilibrio que acarrea una extensa sintomatología provocando otros problemas en la salud sobre todo si mantenemos esta situación durante demasiado tiempo sin tratamiento. Por la extensa lista de síntomas que produce un tiroides desequilibrado a veces no es fácil encontrarlo como causa de muchos malestares. No obstante si conocemos los síntomas y tenemos en cuenta la posibilidad de estar padeciendo ya sea hipo o hiper una analítica de hormonas específicas tiroideas puede darnos la respuesta.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo se da cuando la glándula tiroides presenta una baja producción de las hormonas tiroideas con un notable aumento de la TSH (encargada de regular la secreción de hormonas tiroideas) como forma de obligar a la tiroides a aumentar su producción de hormonas, situación que normalmente nunca sucede sin la ayuda adecuada de forma externa (tratamiento). Las causas de un hipotiroidismo son diversas porque existen varios tipos de hipotiroidismo que no siempre comparten las causas que lo desencadenan.
Entre las causas más comunes y conocidas podemos destacar:
Principalmente los disruptores endocrinos:
Los disruptores endocrinos son factores exógenos entre los que se enmarcan: los productos químicos de empleo agrícola como los fertilizantes, químicos para fumigación, hormonas que se administran al ganado, fármacos de consumo humano, contaminación ambiental como las radiaciones, compuestos químicos cosméticos, y algunos aditivos alimentarios (sobre todo los derivados del petróleo) y también en algunos alimentos de forma natural como la soja puesto que las isoflavonas han sido consideradas como disruptoras endocrinas (existe un elevado consumo de soja pero no de algas, lo que provoca junto a otros factores bioquímicos dentro del organismo un desequilibrio del tiroides, algo que no ocurre en países donde el consumo es equilibrado en soja y algas compensando de esta forma el consumo de isoflavonas con un aporte adecuado de yodo). Otros factores que juegan un importante papel en el desarrollo del hipotiroidismo es el estrés por su efecto desequilibrante en todo el organismo y por ende en prácticamente el buen funcionamiento de todas sus funciones químicas. El déficit de yodo alimentario también es una causa bastante común de hipotiroidismo, sobre todo si éste es crónico. Terapias de radiación, medicamentos antitiroideos, algunas infecciones víricas de garganta, tratamientos altos en litio en enfermedades psiquiátricas y extirpación de la propia glándula son otras causas del desarrollo del hipotiroidismo. Recién nacidos de madres hipotiroideas, embarazadas y mujeres en período de menopausia o post-parto también se hallan mayormente expuestas al desequilibrio de estas hormonas. Uno de los tipos de hipotiroidismo que más comúnmente se presentan es la conocida Tiroiditis de Hashimoto o Autoinmune cuyas causas son de origen endógeno (el sistema inmune produce anticuerpos tiroideos) de esta forma ataca a la propia glándula porque no la reconoce y por lo tanto la tratará como un elemento extraño al que atacará provocando la destrucción progresiva de la misma. Quizás el tipo de hipotiroidismo menos conocido sea el ocasionado por mal funcionamiento del hipotálamo impidiendo la producción de la hormona liberadora de la tirotropina (TRH) la cual sin ella la hipófisis no puede secretar la TSH y por tanto tampoco pueden producirse las hormonas tiroideas en la glándula tiroides.
Síntomas del hipotiroidismo
La lista de síntomas suele ser extensa y en muchas ocasiones no se relacionan con un mal funcionamiento de la glándula tiroides. Los síntomas más comunes presentes en el desarrollo del hipotiroidismo son:
Cansancio y fatiga extenuante que no desaparece con reposo o descanso
Dolores musculares y fatiga tras el mínimo esfuerzo físico (baja resistencia al ejercicio físico)
Angustia, depresión, desánimo, somnolencia
Trastornos del sistema digestivo como estreñimiento, digestiones lentas y pesadas, hinchazón abdominal, pesadez después de las comidas
Aumento excesivo de peso en poco tiempo
Dificultad para perder peso con cualquier tipo de alimentación o dieta adecuada
Retención de líquidos, edemas, cara hinchada, párpados principalmente y alrededor de los ojos
Dolor en el cuello, voz ronca, bocio
Nerviosismo, hiperemotividad, ansiedad, en ocasiones pulso irregular o irregularidades en la tensión arterial
Intolerancia al frío (manos y pies siempre fríos)
Cabello y uñas débiles, quebradizos y con tendencia a caerse abundante cantidad de cabello, piel reseca o escamosa
Bajo nivel de concentración, fatiga mental, sensación de embotamiento mental o lentitud
Sensación de agotamiento intenso que puede provocar mareos o sensación de inestabilidad
Dificultad para respirar sobre todo al realizar esfuerzos o al caminar
Alto riesgo de desarrollar resistencia a la insulina debido al bajo funcionamiento del metabolismo, acumulando sobre todo grasa en la parte abdominal y un aumento a padecer diabetes tipo II
Diagnóstico y tratamientos del hipotiroidismo
El diagnóstico de una alteración de la glándula tiroides se realiza normalmente a través de una analítica de sangre de hormonas específicas del tiroides. Si el resultado es hipotiroidismo, la medicina alopática por lo general lo tratará con la administración de hormonas tiroideas sintéticas siempre que no se trate de un Hashimoto en cuyo caso a veces el tratamiento puede ser diferente pudiendo también ser administrada en estos casos.
En la Nutrición Ortomolecular el tratamiento del hipotiroidismo se enfocará no solamente a la administración de la hormona de forma natural (tirosina) y precursores, sino también a devolver el equilibrio al organismo a través de un aporte adecuado de yodo en caso de que fuera necesario, ajustar la dieta suspendiendo todo posible disruptor endocrino de la misma y alimentos antitiroideos e incorporando alimentos reguladores y equilibrantes, y recomendado un estilo de vida saludable y adaptado a cada persona según su caso y necesidades particulares. Existen en la actualidad suplementos ortomoleculares de espectacular resultado para el tratamiento natural del hipotiroidismo, que pueden ayudar no solo a devolver el equilibrio a la glándula tiroides y su producción hormonal sino a evitar posibles desequilibrios en el futuro.
Suplementos ortomoleculares para el tratamiento del hipotiroidismo
Entre los suplementos ortomoleculares empleados para el tratamiento del equilibrio en la producción de hormonas tiroideas encontramos:
L-tirosina
Omega 3, 6, 9
Compuestos herbarios adaptógenos que llevan en su composición yodo que aportan algunas especies de algas, hierbas adaptógenas para ayudar al organismo a una mejor gestión del estrés y aceleradores del metabolismo
Compuestos herbarios para una mejor gestión de la insulina
Complejos vitamínicos y minerales completos que aportan energía
Tratamientos con enzimas y probióticos para mejora de las funciones digestivas e intestinales
Aminoácidos específicos como precursores de la producción de hormonas tiroideas
Factores de Transferencia y Micoterapia (inmuno-moduladores) en el caso de la Tiroiditis de Hashimoto
Alimentación:
Dieta adaptada libre de toxinas y de disruptores endocrinos
Estilo de vida:
Aprendiendo a gestionar correctamente el estrés
Activando el metabolismo y realizando ejercicio adaptado (evitando un estilo de vida sedentario)
Identificando los disruptores endocrinos y evitándolos en la medida de lo posible
Manteniendo un estilo de vida saludable que incluya un tipo de alimentación hipotóxica (para evitar enfermedades o posibles factores que puedan volver a desequilibrar el tiroides)
No siempre se consigue de forma inmediata devolver el equilibrio a un tiroides alterado, aunque la medicina alopática asegure que una vez desencadenado el hipotiroidismo se debe tomar la hormona de por vida, no siempre ocurre en todos los casos. Se dan casos en donde el tiroides recupera su función normal y no suele haber recaídas en el futuro, pero esta condición dependerá en gran medida de muchos otros factores (endógenos y exógenos) tales como el estilo de vida, consumo de medicamentos, nivel de estrés, etc. entre muchos más.
El hipotiroidismo es un desequilibrio que se encuentra cada vez más en aumento en nuestra sociedad, siendo que 9 de cada 10 pacientes de las consultas de atención primaria presentan este trastorno. Las edades comprendidas también van en aumento, y bien cierto es que la medicina alopática actual no consigue dar con la causa principal de estas alarmantes cifras que año tras año se ven incrementadas.
En mi opinión profesional la relación del aumento del hipotiroidismo apunta directamente a causas tales como los disruptores endocrinos principalmente, el consumo de fármacos antitiroideos y el estilo de vida actual.
También recomiendo leer el siguiente artículo acerca del significado emocional de la glándula tiroides: “Conflictos emocionales en la tiroides”.
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