Hacer el Camino de Santiago es una de esas cosas que te marcan para siempre. Pero además también te puede ayudar a conseguir tus objetivos de adelgazar y ponerte en forma.
Ya he comentado muchas veces que andar es una de las mejores actividades que podemos hacer para cuidar nuestro cuerpo. Cuando caminamos no sólo mejoramos nuestra resistencia sino que también activamos todos y cada uno de nuestros órganos.
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Pero no debes plantearte hacer el Camino de Santiago y ya está. Debes planificarlo con antelación y prepararte para él.
Cosas que tienes que tener en cuenta para hacer el Camino de Santiago
Planifica tus etapas
La forma más sencilla de planificar tu Camino de Santiago es ponerte en manos de expertos como http://santiagoways.com.
Son todo un referente mundial en esto de organizar el Camino de Santiago. Ellos se ocuparán de los preparativos y estarán pendientes de que durante tu experiencia todo salga perfecto.
Así que si no te quieres complicar esta es la mejor opción.
Antes de empezar tienes que entrenar
Necesitas una preparación previa antes de ponerte rumbo a Santiago.
Se recomiendo que al menos dos meses antes de hacer tu camino empieces a prepararte físicamente.
Si no estás muy entrenado no te exijas mucho en tus entrenamientos. Empieza poco a poco a hacer entrenamientos de largo recorrido. Comienza intentando llegar a los 10 km y poco a poco ir incrementando el número de kilómetros. Tienes que habituarte a andar durante varias horas seguidas.
Ten en cuenta que una etapa del Camino de Santiago suele ser entre 20 y 30 kilómetros.
Haz ejercicios de recuperación entre etapas
Los ejercicios de recuperación entre etapas pueden cambiar por completo tu experiencia.
Antes de cada ruta tómete tu tiempo para estirar tu musculatura, sobre todo estira bien los gemelos, cuádriceps e isquiotibilaes.
Piensa bien en el equipaje que vas a llevar
Hacer el Camino de Santiago implicar llevar encima siempre tu equipaje, y el equipaje puede convertirse en un lastre. (A no ser que contrates tu viaje como te he comentado antes que se encargarán de tu equipaje)
Si tienes dudas sobre si llevar algo o no, mejor no lo lleves. En este caso menos suele ser más.
Lleva sólo lo realmente imprescindible. Como recomendación general el peso de la mochila debe ser menor al 10 o 12% de tu peso corporal. Tu mochila no debe superar los 10 kilos o transportarla se puede convertir en algo realmente duro.
También es importante que cuides como llevas tu mochila. La tienes que llevar regulada y simétrica.
Ten en cuenta la climatología
Las condiciones climatológicas del Camino de Santiago pueden ser bastante duras, seguramente te tendrás que enfrentarte a la lluvia, al sol e incluso a la nieve.
Para los días de lluvia o nieve es importante utilizar material impermeable. Y es igualmente importante tener material que te proteja del sol.
Aunque cualquier momento es bueno para hacer el Camino de Santiago, los los meses de abril, mayo, junio, septiembre y octubre son los más recomendables climatológicamente hablando.
Truco para los días de lluvia en los que se mojan las botas:
Hay veces en las que no se puede evitar que las botas acaben empapadas por dentro. Si quieres que al día siguiente vuelvan a estar secas para emprender una nueva ruta un truco infalible es introducir en ellas varias bolas hechas de papel de periódico bien apretadas.
Déjalas dentro de tus botas mojadas 3 o 4 horas y cámbiales por otras.
Absorberán el agua y te ayudarán a que tus botas estén secas para comenzar una nueva etapa
Cuida los pies
Los pies son los grandes sufridores de esta aventura. Así que en tu mochila no deben faltar las cremas para pies y tienes que invertir en unos buenos calcetines de algodón. Y por supuesto elige un calzado apropiado, ni se te ocurra ponerte a hacer el Camino de Santiago con unos zapatos.
Truco para los pies:
Una buena forma de cuidar tus pies es es aplicarte frío local en las plantas utilizando una botella congelada. Deslízala sobre la planta de los pies realizando una ligera presión a modo de automasaje.
Come de forma frecuente y ligera
Siempre tienes intentar mantenerte lejos del tabaco, el alcohol y las comidas muy copiosas, pero mientras haces el Camino de Santiago tomar estas sustancias te pueden jugar una mala pasada. Así que ni te lo plantees.
Lo mejor es comer poca cantidad de alimentos de forma frecuente. Es mejor hacer varias paradas de media hora para tomarte un tentempié ligero que sentarte a comer durante dos horas.
La fruta puede ser tu gran aliada para hacer tus tentempiés, te darán la energía que necesitas sin que te sientas pesado y te ayudarán a mantenerte hidratado.
Y es especialmente importante mantenerte bien hidratado. Tienes que beber suficiente agua durante tus etapas y las bebidas isotónicas también te pueden ayudar a estar bien hidratado.
¿Te animas a hacer el Camino de Santiago para adelgazar?