Inclusive otras opiniones más descabelladas llegan a decir que esta grasa que el cuerpo quema con el tiempo puede llegar a convertirse en músculo; con sinceridad te digo que nada está más lejos de la realidad que esta forma de pensar.
Un principio físico muy común es que la grasa en forma de energía no puede crearse ni puede destruirse, simplemente sólo puede ser transformada, esta es la base de lo que dice la Ley de Conservación de la Energía. Por lo que se puede afirmar que si bien en este caso el tejido graso no se puede crear ni se puede destruir, pero sí se puede transformar, al desaparecer de alguna forma del organismo, ¿a dónde irá?
Esta gran pregunta se la hizo un físico de Australia llamado Rubén Meerman quien, después de haber perdido 15 kg de grasa de su cuerpo, y con el apoyo de un investigador especialista en lípidos, llamado Andrew Brown, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, se dieron a la tarea de hallar una respuesta concreta que pudiera aclarar todas estas dudas. Lo que descubrieron fue algo sorprendente.
¿Cuál es el destino de la grasa quemada?
Un estudio realizado por el Medical Journal, que fue publicado con el nombre Cuando alguien baja de peso, ¿dónde va la grasa?, destaca que la grasa efectivamente se quema después de atravesar un complejo proceso químico. Es a partir de la fórmula usada para detallar lo que ocurre al instante de quemar una molécula de triglicéridos cuando se lograron varias conclusiones.
A groso modo, al hacer combustión una molécula de triglicérido (C55H104O6) esta se transforma inmediatamente en dióxido de carbono (CO2), en agua (H2O) y en energía principalmente. Como por ejemplo, se podría decir que para lograr quemar unos diez kilos de grasa, será necesario 29 kilos de oxígeno, los cuales producirán aproximadamente 28 kilos de dióxido de carbono y once litros de agua.
Los resultados logrados por Meerman y por Brown demostraron que la porción de grasa que terminó transformándose en dióxido de carbono fue mayor, en comparación con la porción que se convirtió en agua. Por cada kilo de grasa que es quemado, el 84 por ciento es transformado en dióxido de carbono y el 16 por ciento que resta es transformado en agua.
Dicho esto, se podría afirmar que la grasa que es quemada se puede llegar a exhalar como dióxido de carbono, y al este ser uno de los gases más abundantes en la atmósfera, se podría entender entonces que el perder peso también ayudas a las propias plantas a realizar su debido proceso de respiración o de fotosíntesis, aunque esto también contribuya al calentamiento global. El otro porcentaje que resta, es decir, el porcentaje de agua, es eliminado por medio de la orina, del sudor y por otros fluidos del cuerpo.
¿Transformar la grasa en energía?, ¿funciona?
Estoy seguro de que si tuvieras la capacidad de convertir todas tus reservas de grasa de una forma directa en energía, no cabrías en tu cuerpo de tanta felicidad. De acuerdo con la literatura, usted elementalmente exhala un 84 por ciento de su grasa perdida y el 16 por ciento que resta es metabolizada en el agua que es excretada a través del sudor y de la orina.
Algunos especialistas opinan que al sustituir solo hora de descanso por una hora de ejercicios moderados, para conseguir aumentar tu ritmo respiratorio, tu ritmo metabólico logrará aumentar siete veces más. Sin embargo, los mismos señalan que puedes fácilmente obstaculizar el proceso de pérdida del peso solo por comer demasiado.
Tus alimentos marcarán la diferencia
Es sumamente importante que reconozcas que por lo general las personas que presentan un exceso de peso presentan algún grado de resistencia a la hormona de la insulina, así como también a la leptina, una hormona que te ayuda a regular el apetito.
Cuando los niveles de la hormona leptina aumentan es cuando la misma envía las debidas señales al cuerpo de que ya se encuentra lleno, por lo que tendrías que dejar de comer. En la medida en que te haces resistente a los efectos de la leptina, en esa misma medida terminarás por comer en exceso, ya que tu cuerpo pierde poco a poco la capacidad de escuchar las señales que esta hormona envía.
El doctor Richard Johnson, en una de sus investigaciones, mostró notoriamente que el azúcar refinada es excepcional y efectiva para provocar una resistencia a la leptina. El tipo de azúcar de fructosa también bloquea efectivamente la quema de la grasa. Fundamentalmente, si usted tiene algún tipo de resistencia a la insulina y/ o a la leptina, entonces mientras sigas comiendo fructosa tu cuerpo estará programando para crear y almacenar la grasa.
Esta es considerada como una de las razones claves por las que, si tiene exceso de peso, sería sensato limitar el consumo de la fructosa a 15 o 25 gramos al día aproximadamente. Esto significaría reemplazar la mayoría de los alimentos que son procesados por alimentos sin procesar y enteros, evitando cualquier tipo de bebidas endulzadas. El único líquido que tu cuerpo te exigirá será sin lugar a dudas el agua.
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Ayunos intermitentes para personas resistentes a la insulina o a la leptina
Si eres resistente a la insulina o eres resistente a la leptina y/ o tienes algo de exceso de peso, igualmente puedes aumentar en gran medida el potencial de la quema de la grasa de tu cuerpo al añadir el ayuno intermitente a tu rutina, debido a que ayudarás a reprogramar el cuerpo para que use la grasa en lugar del azúcar como combustible principal. Sin duda, esta es la forma más eficaz que puedes poner en práctica para eliminar esa grasa no deseada y acabar con los antojos por el azúcar.
Ayuno intermitente y ejercicios
Hacer ejercicios en ayunas, a primera hora de la mañana, te llevará a otro nivel. Siempre se ha sabido que todos los ejercicios de cardio en ayuno y muy temprano en la mañana, provocan una enorme estimulación para que el cuerpo reaccione al máximo de su quema de grasa.
Una manera más simple de comenzar a trabajar con el método del ayuno intermitente es sencillamente omitir el desayuno, y que la comida del almuerzo sea la primera comida del día. Esto solo lo puedes hacer en casos especiales, de lo contrario podría generar una respuesta contraria por parte de tu cuerpo.
Puedes mantener este horario de comidas diario hasta que tu resistencia a la insulina o a la leptina haya mejorado, hasta que puedas normalizar el peso, la presión arterial, la proporción del colesterol o simplemente la diabetes. Luego de eso, solamente debes de ayunar si es necesario para mantener tu estado de salud.
La grasa marrón vs la grasa blanca
Es necesario resaltar que existen dos tipos de grasa que son completamente diferentes en sus tipos de células, las cuales, desde el punto de vista metabólico, responden de una manera diferente. Inclusive estos dos tipos de grasa tienen diferentes funciones biológicas. La principal diferenciación entre los dos tipos de grasa se encuentra en su color.
Por muchos años, los científicos se han dedicado a estudiar la llamada grasa marrón, la cual es un tipo de grasa que genera más calor y que quema la energía en lugar de almacenarla.
Por otro lado, la llamada grasa blanca, el tipo de grasa que por lo general se almacena en el cuerpo y es debido a que resulta tan difícil de quemarla que tiende a generar obesidad.
Los estudios han demostrado que existen algunas personas que tienden a formar una mayor cantidad de grasa marrón que otras, y pareciera haber ciertas correlaciones directas entre la utilización de la grasa de color marrón y las medidas metabólicas de una buena salud.
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3 correlaciones del uso de la grasa marrón con las medidas metabólicas de una buena salud
Las personas de complexión delgada tienen una mayor proporción de grasa marrón que las personas con sobrepeso.
Las personas con estados fisiológicos más jóvenes contienen más grasa de color marrón que las personas con más años de edad.
Aquellas personas con los niveles de azúcar en la sangre normales tienen más grasa de color marrón que las aquellas personas que tienen los niveles altos de azúcar en la sangre.
¿Se puede transformar la grasa blanca en grasa marrón?
Los bebes recién nacidos tienen una provisión de grasa de color marrón para poder mantener su calor interior, sin embargo, la mayoría de esas reservas se pierden en la medida que estos van llegando a la edad adulta. A pesar de esto los científicos han podido descubrir que puedes activar la grasa marrón que tienes presente en tu cuerpo al exponerte a temperaturas algo frías.
Exponer tu cuerpo al agua fría tiene el efecto de permitir que tu cuerpo queme una mayor cantidad de calorías para poder mantener el calor. Existen evidencias que sugieren que la terapia con hielo podría ser de mucha utilidad para acelerar la pérdida del peso. Las investigaciones han demostrado que las personas pueden convertir la grasa de color blanca en grasa de color marrón solamente haciendo ejercicios.
Se ha podido demostrar que en medio de los ejercicios, los músculos del cuerpo humano pueden llegar a liberar una enzima llamada irisina, la cual activará la conversión de las células de grasa blanca en grasa marrón. Es por esto que los ejercicios no sólo tienen efectos beneficiosos sobre los músculos, sino que también afecta directamente la manera de asimilación o conversión de la grasa.
Entonces está claro que cuando ejercitas la grasa puedes convertir la grasa blanca en marrón la cual podrá hacerse metabólicamente más activa. Se cree que existen otros factores que se liberan a través del torrente sanguíneo de la grasa que es más saludable el cual está continuamente trabajando en otros tejidos luego de la conversión de la grasa blanca en marrón.
Metabolismo vs. ejercicios vs. grasa marrón
Como ya lo hemos venido mencionando, el metabolismo de las personas es bastante complejo. Por un lado, los ejercicios te ayudan a convertir la grasa blanca que se asocia a algo poco saludable en grasa marrón que está asociada con una mejor manera de aprovecharse por ser más saludable, generadora de calor así como más activa metabólicamente.
Los entrenamientos también aumentan considerablemente la oxidación de las grasas, que luego es extraída del cuerpo a través de los pulmones en forma de dióxido de carbono y a través de sus fluidos corporales, como por ejemplo en forma de agua. No obstante, lo que de verdad no resulta tan complejo, es la forma en que mejora su metabolismo, inclusive si no entiendes los mecanismos exactos involucrados.
Elijas la opción que elijas, tu cuerpo lo reflejará
Tan solo con comer una menor cantidad de calorías y con hacer más ejercicios regularmente muchas veces no es suficiente, y la razón de esto es porque no todas las calorías son iguales. Por ejemplo, la fructosa que es procesada en particular genera una mayor resistencia a la leptina con respecto a otros tipos de azúcares. El azúcar que es refinada entra en un segundo lugar.
La opción de la glucosa no es tan perjudicial las dos anteriores, por otro lado la fructosa también causa un bloqueo ante la quema de la grasa. Así que, en vez de enfocarte en las calorías, necesitaras cuidar mejor es la calidad de los alimentos que consumes para evitar la exposición de sustancias químicas que atrasen tus objetivos de quemar la grasa.
A continuación te presentaremos una lista proactiva de algunas recomendaciones muy fáciles para ayudarte a mejorar tu salud, tu nutrición y tu peso corporal.
Realiza ejercicio con frecuencia en el gimnasio e involúcrate en ejercicios de alta intensidad para quemar la grasa y para aumentar la masa muscular. Asimismo, trata de hacer todo lo posible por ser lo menos sedentario posible.
Considera el ayuno intermitente solo tienes un importante sobre peso y si eres resistente a la insulina o a la leptina para impulsar el máximo de la quema de la grasa de tu cuerpo. Este es considerado como uno de los métodos más eficaces para revertir la resistencia a la insulina. No olvides que sólo debes hacerlo hasta que tu resistencia a la insulina se normalice.
Compra alimentos orgánicos, cultivados localmente y cocínalos tú mismo. Si logras eliminar los alimentos procesados, podrás reducir automáticamente tu consumo de azúcar el cual es considerado la causa esencial de la resistencia a la insulina y del aumento de peso
La mayoría de las personas requieren de un 50 a 85 por ciento como mínimo de las grasas que son saludables dentro de su alimentación para gozar de una salud óptima. Las principales fuentes de grasas saludables que puedes incluir en tu alimentación incluye aguacates, mantequillas hecha a partir de la leche cruda de las vacas alimentadas con pasto orgánico, incluyen productos lácteos orgánicos sin procesar, aceite de coco, algunos aceites de frutos secos orgánicos, nueces, yemas de huevos de gallinas criadas orgánicamente y algunas carnes de animales nutridos con pastura.
Para leer el articulo completo ir a: Grasa Blanca Vs. Grasa Marrón ¿Cuál Es Mejor Para Tu Cuerpo?
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Fuente: este post proviene de JAVIER CHIRINOS, donde puedes consultar el contenido original.
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