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Muchas veces, me ha sucedido que no bajo de peso a pesar de hacer dieta y ejercicio. ¿A ti también?
Existen muchas razones que ocasionan el estancamiento, pero hay dos elementos muy importantes que quizá no estás tomando en cuenta.
¡Ya te digo cuáles son!
Dos grandes obstáculos que no te dejan adelgazar
1. Falta de sueño
Es cierto. Si no duermes lo suficiente, no bajas de peso. ¿No me crees?
Verás, la falta de sueño afecta las hormonas que controlan tu sensación de hambre y saciedad: la grelina y la leptina.
La grelina es la hormona que genera la sensación de hambre y te dice cuándo es hora de comer. Cuando no duermes bien, se produce más grelina de la cuenta y te da más hambre.
La leptina es la hormona que genera la sensación de saciedad y te indica cuando ya estás llena. La falta de sueño hace que se produzca menos leptina y por lo tanto nunca te sientes satisfecha.
¿Comprendes la importancia del sueño?
Pero si aún no estás convencida, estos son otros efectos de no dormir bien:
Se eleva el nivel de cortisona, la hormona del estrés, y eso hace que tu cuerpo conserve energía. Es decir, no te permitirá quemar grasa.
Se reduce tu sensibilidad a la glucosa y esto te hace propensa a padecer diabetes y obesidad.
Se inhibe la producción de la hormona del crecimiento, lo cual significa que no podrás eliminar grasa y envejecerás más rápidamente.
Te sentirás fatigada y tendrás antojo de comer carbohidratos para elevar tu nivel de energía, es decir, pasteles y golosinas.
Se afecta la claridad mental y la toma de decisiones, como si estuvieras bajo los efectos del alcohol, y entonces cederás al impulso de comer bocadillos poco saludables.
¿Ahora sí ya estás convencida de la importancia de dormir bien?
2. Estrés
El estrés al que nos enfrentamos en nuestra vida diaria tiene muchos efectos adversos sobre nuestra salud, y uno de ellos es que nos hace propensas a subir de peso. ¡Es verdad!
Lo que sucede es que el estrés hace que se liberen adrenalina y cortisona en tu cuerpo, las cuales son las hormonas que te mantienen tensa y en alerta.
Por lo tanto, cuando estás estresada te entra el antojo de comer alimentos dulces, salados o grasosos. Esto es porque tu cuerpo ansía la sensación de placer que éstos te provocan y así detener la ansiedad ocasionada por el estrés.
Lo peor es que el exceso de cortisona también hace que tu cuerpo conserve la mayor cantidad de energía posible, y así será imposible que reduzcas la grasa corporal.
Podrás llevar la dieta más saludable del mundo, pero no sirve de nada si vives con estrés constante.
Además, el aumento de cortisona también eleva la glucosa y presión sanguínea, lo cual te pone en riesgo de padecer diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Sin mencionar que el estrés te ocasiona una profunda sensación de fatiga y así nunca tendrás motivación para hacer ejercicio.
¿Ya viste por qué no puedes adelgazar si vives estresada?
Cómo vencer la falta de sueño y el estrés
La falta de sueño y el estrés son el resultado de las exigencias de nuestra vida cotidiana. No hay una solución sencilla para poder corregir esta situación, pero sí es posible mejorar si se construyen hábitos saludables.
Para poder relajarte y dormir mejor, tendrás que hacer ciertos cambios en tu rutina diaria. ¡No será fácil, pero vale mucho la pena!
Haz ejercicio
Ya sé que te sientes cansada, pero aunque parezca ilógico, el ejercicio es la mejor forma de quitar la fatiga. Si haces ejercicio, las hormonas del estrés se reducirán y te sentirás más tranquila y relajada.
No es necesario hacer una rutina pesada. Con 20 minutos de caminata es suficiente para que te sientas mejor.
Elimina o reduce la cafeína
El exceso de cafeína contribuye a aumentar el nivel de cortisona, así que es mejor reducir el consumo. Procura no tomar más de dos tazas de café al día y olvídate de probar cualquier otra bebida estimulante que contenga cafeína.
El problema es que la cafeína te levanta al principio, pero después se pasa el efecto y sentirás la necesidad de otra dosis.
Por eso, también es bueno evitar el azúcar, el alcohol y el tabaco, ya que son estimulantes y no te ayudan a controlar el estrés ni a dormir mejor.
En realidad, si te mantienes bien hidratada te sentirás con la mente alerta y bien despejada, así que trata de tomar 8 vasos de agua al día.
Lleva una dieta saludable
Reduce tu consumo de alimentos dulces, salados y grasosos y procura comer muchos vegetales y frutas. Esto evitará que desarrolles deficiencias de vitaminas y minerales que puedan alterar tus hormonas. Además, el consumo de fibra mejorará tu digestión y controlará tus niveles de glucosa e insulina.
¡No te olvides de consumir grasas buenas! Las puedes encontrar en el aguacate, el aceite de oliva o de coco, nueces, semillas, linaza, huevo y pescado.
Trata de sentarte a comer con calma. Si te tardas por lo menos 20 minutos en comer, le ayudarás a tu cuerpo a equilibrar la grelina y la leptina y volverás a sentir hambre y saciedad de forma natural.
Date un tiempo para relajarte
Es muy importante que destines entre 5 y 15 minutos a relajarte, ya sea al comienzo o al final de tu día.
Puedes hacer unos minutos de respiración, meditación o yoga.
Las actividades de relajación ayudan a nivelar las hormonas del estrés y a reducir los efectos negativos que ocasionan.
Duerme 8 horas cada noche
La actividad física y una alimentación saludable te ayudarán a descansar mejor por la noche, pero hay otras cosas que puedes hacer para mejorar la calidad del sueño.
Por lo menos una hora antes de acostare, apaga todos tus dispositivos. En vez de mirar tus redes sociales o la televisión, puedes leer un rato antes de dormir.
Trabajar en interiores todo el día es perjudicial para tu reloj interno. Necesitas salir al aire libre por lo menos 30 minutos para ayudar a reestablecer tu reloj interno.
Durante la noche, tu recámara debe estar lo más oscura posible. Instala cortinas pesadas o ponte una máscara para dormir.
Trata de acostarte y levantarte todos los días a la misma hora.
Vence los obstáculos que no te dejan adelgazar
Por lo general, cuando queremos bajar de peso solo nos concentramos en la dieta y el ejercicio, y nos olvidamos de la falta de sueño y el estrés.
Pero como puedes ver, dormir bien y relajarte es igual o más importante que ir al gimnasio y cuidar tu alimentación. ¡De nada sirve ejercitarse y comer alimentos saludables si vives estresada y con falta de sueño!
Para poder dormir mejor y relajarte necesitas adoptar hábitos y rutinas saludables, así que empieza a cambiar tu rutina desde hoy. Recuerda que los pequeños cambios hacen una gran diferencia.
Nunca es demasiado tarde para empezar a vivir de forma saludable.
“El mejor momento para sembrar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora.” -Proverbio chino
¿Vives con estrés y falta de sueño? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!