Probablemente el aspecto más frustrante del flujo vaginal es que puede aparecer todos los días de tu ciclo menstrual. En este artículo hablaremos sobre las secreciones vaginales normales y cómo reconocer sus características en diferentes momentos del ciclo.
¿Qué es el flujo vaginal normal?
El flujo vaginal normal (o moco cervical) se define como un fluido producido por las glándulas dentro de la vagina y el cuello uterino, que a su paso expulsa las células muertas y bacterias, evita el paso de los agentes patógenos hacia el útero y por tanto, mantiene las infecciones a raya. El equilibrio entre las bacterias que lo componen, ayuda a mantener el pH ácido de la vagina.
El moco cervical típicamente es claro, blanquecino, amarillento o de color pálido, tiene una consistencia relativamente delgada y no tiene mal olor. La cantidad promedio normal de flujo vaginal es una cucharadita o 2 mg.
Las características del flujo vaginal son mayormente influenciadas por variaciones que tienen lugar a lo largo del ciclo menstrual. Algunos de los factores que más influyen son los niveles de estrógeno frente a los niveles de progesterona, el embarazo, los medicamentos hormonales, el estrés, los hábitos alimentarios, el sistema inmunológico y la higiene personal.
¿Cómo varía el flujo vaginal normal a lo largo del ciclo menstrual?
Además de ayudar a entender cómo funciona el sistema reproductivo, el seguimiento de los cambios en el flujo vaginal también puede ayudar a identificar los días más fértiles en caso de que la mujer esté tratando de concebir. Echa un vistazo a los cambios que experimenta el flujo vaginal en función de las diferentes fases de tu ciclo menstrual.
1. Moco cervical clara de huevo. Este tipo de flujo obtuvo su nombre debido a la similitud que tiene con la clara de huevo crudo. El color suele ser transparente o ligeramente blanco, se puede estirar una o dos pulgadas sin romperlo y no tiene olor fuerte. Normalmente se presenta en la mitad del ciclo menstrual, durante la ovulación, y es el resultado de un aumento en los niveles de estrógeno.
El moco cervical clara de huevo es el más fértil, ya que permite que las células de esperma viajen con vigor hacia el útero y se unan con el óvulo.
2. Flujo vaginal acuoso. La secreción vaginal acuosa, como su nombre indica, tiene una consistencia muy líquida. El color suele ser claro, aunque puede ser bastante blanquecina si se acumula gran cantidad, y su olor es bastante almizclado. El moco cervical acuoso es el segundo mejor para la concepción, ya que también permite que los espermatozoides viajen hacia el útero. Se produce una vez que se acerca la ovulación y dura hasta que esta comienza.
3. Flujo vaginal cremoso. Este flujo vaginal se caracteriza por su consistencia cremosa o gruesa, que se siente muy similar a una loción cuando se frota entre los dedos. Suele ser de color blanco nacarado o amarillo pálido y no tiene olor. Debido a su textura gruesa, el flujo vaginal cremoso restringe en gran medida el movimiento de los espermatozoides, por lo que se considera menos fértil. Puede producirse hasta siete días antes de la ovulación y tiene una duración de 2 a 3 días.
4. Flujo vaginal pegajoso. El flujo vaginal pegajoso suele ser de color claro o blanquecino, tiene una consistencia pastosa y se siente un poco como pegamento. Dado que dificulta bastante el paso de los espermatozoides hacia el útero, se considera el tipo menos fértil. Se produce justo antes y después del período, por lo general dura hasta el comienzo del período o hasta que los niveles de estrógeno aumenten ligeramente y la descarga vaginal se torne cremosa.
¿Es normal tener flujo durante el embarazo?
La respuesta es sí. Cuando se queda embarazada, la mujer experimenta un cambio en su equilibrio hormonal estrógeno-progesterona, ya que los niveles de estrógeno aumentan dramáticamente. Esto resulta en un tipo de flujo vaginal abundante conocido como “leucorrea” o “flujo blanco”. La embarazada podrá experimentar hasta 30 veces más flujo de lo normal, lo que lleva a una sensación húmeda y pegajosa en su vagina. Estas secreciones pueden ser de color claro, blanquecino e incluso de color amarillo pálido, de consistencia delgada y sin olor.
La cantidad de flujo aumenta a medida que avanza el embarazo, con un pico hacia el final del mismo porque los niveles de estrógeno serán increíblemente variables. Durante el tercer trimestre, también se produce la salida del tapón mucoso, lo que aumenta la cantidad de flujo aún más. El tapón mucoso es una bola de moco que sella el cuello del útero durante el embarazo, evitando el paso de los agentes patógenos hacia el útero. Cuando el cuello del útero adelgaza, se libera algo de sangre, por eso el tapón mucoso suele aparecer mezclado con estrías de sangre. Puede salir completo de una vez en forma de bola, o simplemente puede salir poco a poco incrementando la cantidad de flujo vaginal durante varios días. Esto indica que el cuerpo ya se está preparando para el parto.
¿Es normal tener flujo vaginal después del embarazo?
Loquios es el nombre que recibe la secreción vaginal que se produce durante el período posparto. Se compone de sangre, tejido de la mucosa vaginal y bacterias. Durante los primeros días después del parto, la descarga contiene una buena cantidad de sangre, incluso puede ser muy similar a una menstruación abundante. Los loquios pueden liberarse en pequeños chorros o fluir de manera más uniforme. En el transcurso de la siguiente semana y media, su color debe ir aclarando, de modo que tras 2 o 4 días su color sea rosado claro y su consistencia acuosa. Diez días después del nacimiento, no debería haber ninguna raya de sangre o manchas. En su lugar, la mujer debe tener una pequeña cantidad de flujo blanco o amarillento.
¿Es normal tener flujo vaginal después del período?
Muchas mujeres experimentan flujo amarronado en el último día de su período, así como uno o dos días después del mismo. Este es un hecho normal y ocurre debido a que la vagina expulsa el moco cervical normal junto con restos de sangre y tejido endometrial. Como no hay más sangrado, el flujo es de color marrón en lugar de rojo brillante. La consistencia por lo general es un poco gruesa y su olor se parece al olor del período. El color de este flujo debe aclararse en los próximos días hasta ser claro o blanquecino nuevamente.
¿Es normal tener flujo vaginal durante y después del sexo?
Si tienes flujo vaginal excesivo durante el sexo, tenemos buenas noticias para ti, esto es absolutamente normal. La excitación sexual hace que de las glándulas que se encuentran por encima y debajo de la abertura vaginal (glándulas de Skene y Bartholin) produzcan un líquido transparente-blanquecino y resbaladizo que lubrica la vagina y facilita las relaciones sexuales. La cantidad depende únicamente de lo tan excitada que estés. Estas glándulas continuarán produciendo dicha secreción incluso después que la relación sexual ha concluido.
¿Es normal tener flujo blanco con mal olor?
Un olor fétido que proviene de la vagina es un signo de infección, especialmente si se tiene un flujo vaginal anormal que se acompaña de prurito vaginal o vulvar, hinchazón y / o enrojecimiento, ardor al orinar, dolor durante el coito y dolor abdominal bajo. Si la descarga es de color blanquecino y tiene estas características que hemos mencionado, lo más probable es que la mujer tenga una infección por levaduras o candidiasis. Algunos de los factores de riesgo para desarrollar la candidiasis son:
Tomar antibióticos o medicamentos esteroides
Hacer cambios en el estilo de vida habitual
Comer muchos alimentos azucarados
Otra posibilidad sería la vaginosis bacteriana, que provoca síntomas similares a la infección por levaduras, tales como una secreción anormal con olor fuerte y desagradable, o peor aún, puede tratarse de una ETS. Ante este tipo de síntomas se recomienda acudir al médico en busca del diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Cómo controlar una secreción vaginal excesiva?
Para hacer frente al flujo vaginal excesivo, hay varias cosas para tener en cuenta. En primer lugar, si la descarga se produce como parte normal de tu ciclo menstrual o el embarazo y no es causada por una infección, no hay mucho que puedas o debas hacer al respecto. En este caso mantenerte fresca sin ser excesivamente diligente en tus hábitos de higiene es esencial para lograr comodidad.
1. No intentes lavarte con demasiada frecuencia ni uses productos de higiene perfumados. Cuando el flujo vaginal te molesta, lavarte la zona genital frecuentemente puede ser muy tentador. Desafortunadamente, la mayoría de los productos de higiene incluyendo jabones perfumados, desodorantes y aerosoles afectan el pH de la vagina y eliminan a las bacterias buenas. Esto puede conducir al desarrollo de una vaginosis bacteriana. Al mismo tiempo, dichos productos contienen químicos que son perjudiciales para la piel, dan lugar a irritaciones, erupciones cutáneas e incluso ampollas.
Lo que se recomienda es utilizar solo agua para mantener la zona íntima fresca y evitar olores. Un jabón suave sin perfume es aceptable, siempre y cuando se use en cantidades muy pequeñas y sólo una vez al día.
2. Mantente alejada de tampones y protectores diarios. Muchas mujeres recurren a los tampones o protectores diarios para controlar su flujo vaginal diario. Esta solución parece muy eficiente ya que impide los malos olores y la humedad en la ropa, pero lo que muchas no saben es que estos artículos interfieren con el entorno vaginal normal y alteran su pH ácido, creando un caldo de cultivo para las bacterias. En lugar de tampones y protectores diarios, debes considerar el uso de toallas sanitarias porque no causan ningún cambio en el ambiente vaginal.
3. Cambia tu ropa interior con más frecuencia. Otra variante junto a las toallas sanitarias es cambiar tu ropa interior con frecuencia. Puedes tener varias piezas en tu bolso para esos momentos en que la vagina se humedece. Además, asegúrate de incluir un paquete de toallitas húmedas para limpiar tus genitales antes de cambiar la ropa interior.
No olvides que las prendas holgadas son tus mejores aliadas para controlar el exceso de flujo. La ropa apretada puede alterar el pH de la vagina, sin dejar de mencionar que no permite la ventilación de la zona íntima. Por eso, se es más propensa a sudar y se favorece el exceso de secreción. Si es posible, duerme sin ropa interior para permitir que la piel se ventile mejor.
4. Se cuidadosa con el uso de los baños públicos. Usar el baño del centro comercial, restaurante o piscina es algo cotidiano, pero la mayoría de las veces, estos sitios están plagados de bacterias y agentes patógenos que pueden causar infecciones vaginales. Si utilizas baños públicos a menudo, asegúrate de tener una pequeña botella de desinfectante y un paquete de toallitas húmedas. Utiliza el desinfectante antes y después de usar el baño, usa las toallitas húmedas para limpiarte en lugar del papel higiénico disponible.