Vivimos en un mundo bombardeados constantemente de lo que se supone necesitamos para alcanzar nuestro bienestar, unas ideas basadas en consumo, o la satisfacción material, lleno de sensaciones instantáneas, sin pararnos a pensar en lo que realmente es importante para nosotros, sin conocer nuestros verdaderos objetivos, o si, pero rápidamente nos desviamos de ellos. Es muy importante conocernos, saber quiénes somos realmente, conocer nuestras verdaderas necesidades, nuestros límites, habilidades, áreas de mejora... es absolutamente necesario poder construir nuestro proyecto de vida acorde con quienes realmente somos, queremos, y trazar un mapa de ruta para llegar a conseguir nuestro plan de vida que nos llevará a nuestro bienestar.
Para ello, debemos contar con dos ingredientes muy necesarios para alcanzar nuestra meta:
Debemos aprender a cultivarlos e integrar en nuestras vidas a modo de hábito.
Convertirlo como un estilo de vida para no dejarnos llevar por el torbellino de mundo que nos rodea.
Estos dos comportamientos para mi van muy ligados y necesarios el uno del otro. Aprender a fluir en la vida es de gran importancia para no desfallecer en el intento de lograr nuestro reto, para poder alcanzarlo necesitamos tener perseverancia y muchas veces esta sin el fluir no se puede llevar a cabo.
Fluir es tener la capacidad de ante cualquier contratiempo u obstáculo que nos encontremos en el camino verlo como una oportunidad de mejora y aprendizaje, que nos dará las habilidades o capacidades para poder acabar logrando nuestro objetivo. Para ello necesitamos nutrir nuestra confianza interior en que todo está bien y necesario para alcanzar la mejor versión de nosotros mismos, y no rendirnos sino ser valientes y seguir hacia delante. Muchas veces esto es difícil debido a nuestras creencias limitantes como “no puedo”, “no lo voy a lograr”, “para qué probar si no lo voy a conseguir”, etc., adquiridas de nuestras experiencias pasadas o del mundo que nos rodea y hemos adoptado como nuestras... para ello hemos de dar un salto al vacío para salir de la zona de confort y seguir hacia delante con nuestro objetivo explorando nuevos territorios y descubrir que nos pueden aportar y enseñar.
La constancia o perseverancia para mi es lo mismo. La clave es no desviarse del objetivo y seguir con la visión en la meta y los beneficios que va aportar a nuestra vida... Si hemos adquirido la capacidad de fluir, la constancia se da por sí sola pues hemos aprendido a convertir el obstáculo en un reto a superar, y en ello adquirimos nuevas capacidades que nos ayudarán en la constancia y perseverancia. Ver cómo conseguiremos nuestros logros hará también que nuestra autoestima aumente.
Fases de la perseverancia
Te marcas un propósito de forma clara y explícita, con el que estás dispuesto a comprometerte. ¿Qué barreras internas y externas te limitan? Si las conocemos es más fácil saltarlas. ¿Qué camino necesitas para lograr el objetivo? Trazar un plan de acción con micro objetivos, que te darán confianza al superarlo y ayudará que te acerques al objetivo final. Y te mantienes en ese camino sin perderlo de vista contra viento y marea, aquí entra en juego la fluidez. “hágase la luz” cuando nos encontremos obstáculos, la oscuridad nos ayuda a valorar las pequeñas cosas que nos alumbran cada día.
Cuando te encuentres con un obstáculo, y esa situación te desestabilice piensa que esa incomodidad es un terreno fértil, que te aporta novedad. Un desequilibrio nos da la oportunidad de elegir cómo queremos sentirnos, adquirir una nueva percepción de las cosas y nuevas habilidades.
Agradece cada nuevo logro, alimenta la gratitud y siéntela, ayuda mucho en momento de malestar pues la mayor parte del tiempo no somos conscientes de todo lo que hemos logrado y necesitamos conectar con esa energía para obtener la fuerza que nos ayudara a seguir con nuestra constancia y alcanzar nuestros objetivos.
El fluir y la perseverancia se cultivan día a día con decisión y valentía de salir de nuestras zonas de confort y explorar nuevos territorios para ampliar nuestro horizonte y crecimiento interior gracias a la superación de retos, aprendizajes de ellos que nos llevan a conseguir nuevas herramientas y capacidades que podremos incorporar en nuestra mochila de accesorios para conseguir nuestros objetivos.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.