La constancia es una cualidad muy importante que muestra la perseverancia de aquellas personas que luchan por un objetivo específico más allá de los obstáculos que encuentra en su camino. La fuerza de voluntad se entrena, para ello, es muy importante mantener firmeza en el cumplimiento de las metas para seguir hacia adelante a pesar de las dificultades. Si tiramos la toalla ante el primer obstáculo, entonces, nuestra fuerza se debilita. Para desarrollar la constancia es fundamental no poner excusas del tipo. En lugar de decirte a ti mismo, “esto es imposible” puedes decirte “voy a intentarlo”.
Consejos para ser constante
1. Para combatir la pereza es muy importante establecer unos hábitos a partir del establecimiento de unos horarios específicos. Para ser tenaz, en primer lugar, debes reflexionar sobre qué quieres conseguir y en qué quieres invertir tu tiempo.
2. La constancia es una virtud individual, sin embargo, esta cualidad se desarrolla mejor cuando la persona no se encierra en sí misma sino que comparte su vida con los demás. La amistad, la familia, las relaciones de compañerismo en el trabajo incrementan la fuerza de voluntad puesto que el refuerzo externo también fortalece la voluntad. Además, también puedes tomar como un modelo a seguir el ejemplo positivo de una persona a la que admiras por su tenacidad.
3. Tener unas expectativas realistas con los intereses personales y concretar la rutina de acuerdo a estos intereses ayuda fortalecer la constancia al concretar las energías en una dirección adecuada. Por el contrario, cuando la persona no tiene las ideas claras, su atención se dispersa.
4. Los premios son una forma de motivación externa muy importante para fortalecer tu voluntad por el esfuerzo realizado. Existen personas que solo se premian cuando alcanzan un éxito, sin embargo, estos extra también son muy nutritivos emocionalmente en los instantes de debilidad.
5. Establecer plazos de tiempo concretos para luchar por la consecución de un objetivo ayuda a organizar mejor y hacer un mejor aprovechamiento de los procesos temporales. El verano es un periodo recomendado para hacer balance de las metas alcanzadas durante los dos primeros trimestres del año y poder reflexionar sobre nuevos objetivos que alcanzar a partir del próximo mes de septiembre. La constancia no crece cuando no existe una dirección en las acciones.
Motivos para la acción
Estar motivado es tener motivos para la acción. En los momentos de debilidad al luchar por una meta recuerda las razones por las que te comprometiste a llevar a cabo un esfuerzo concreto y sé fiel a ese compromiso. Aunque los resultados al esfuerzo realizado no siempre sean visibles a corto plazo, eso no significa que no estés avanzando en el camino hacia tus sueños. Practica la paciencia y confía en ti mismo.
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