Un joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
Escucha maestro. Un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia?
¡Espera!-lo interrumpe el filosofo-
¿ya hiciste pasar por la tres rejas lo que vas a contarme? -¿las tres rejas?-
Si. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme ¿es bueno para alguien? ?No en realidad no.
Al contrario…
¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? ?A decir verdad no.
Entonces-dijo el sabio sonriendo-si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
Bonita filosofía china. ¿Por qué no llevarla a la práctica?
¡Hola chicas!
Ya hemos hablado aquí de las personas toxicas, de las que hacen de la conquista una profesión.
Hoy hablaremos de esas personas ? mayoritariamente hombres- que van por la vida de conquistadores pero? en el camino pierden todo lo que se ha de tener para considerarse ni hombres, ni personas.
Ocurre que hay hombres que no pueden estar sin tener una conquista y van de una a otra sin darse un respiro.
Pero ocurre que llega un momento que se les acaban los argumentos y? ¿Qué hacen entonces? Simplemente alardear de conquistas pasadas, sin pensar en nada.
Primero
No piensan en ellos, en el respeto que se deben a sí mismos.
Segundo
No piensan en la persona de la que están hablando, ni en sus sentimientos.
Tercero
Y esto es lo peor, no piensan que clase de persona es a quien les están contando la intimidad que han tenido con otras personas.
Ocurre también que hay personas ?mayoritariamente mujeres- que necesitan afianzar sus relaciones a costa de hacer daño a las anteriores personas que hayan estado en la vida de su pareja.
Entonces se juntan dos personas no ya toxicas, como decíamos hace un tiempo en este espacio.
Se juntan dos personas peligrosas para todas las personas que en algún momento hayan pasado por sus disminuidas vidas.
El hombre se esconde, no da la cara ? lógico y típico de la cobardía con que actúa-, le buscas pero en lugar de hablar contigo, va corriendo a decírselo a su actual pareja.
Su actual pareja, se esconde detrás de todo lo que pueda para hacerte daño y ahí te encuentras tú, entre dos aguas. Por un lado no puedes hablar con la persona que va hablando de ti, por otro no merece la pena contestar a quien te está ofendiendo pues te pondrías a su altura.
¿Qué hacer en situaciones así?
Yo os aconsejaría lo siguiente:
Pararos un minuto, respirar hondo y pasar de este tipo de "personas" que solo pueden amargarte y complicarte la vida.
Seguir hacia delante es la opción más inteligente, sin olvidar, pero sin dejar que nos condicione la vida, pues esta es una lección que debemos aprender para la siguiente vez.
Y es aquí donde debemos aplicar la filosofía de las tres rejas.
Esto nos hará más grandes y fuertes.
Recordar chicas que la discreción lo es todo, es decir menos es más.
Espero vuestros comentarios.
Un saludo
Mari Carmen
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