Los nutricionistas insistimos mucho en la importancia del desayuno como clave para afrontar de la mejor manera el día, según el estudio "El 82% de la población no desayuna correctamente" la excusa?"No tengo tiempo para desayunar". El tiempo se administra y gestiona en función de cada uno, es decir, si se quiere, se puede; el problema está en que en el fondo muchas veces nos puede el dormir 10-15 minutos más, y pensamos "Total?ya me tomaré un café al llegar al trabajo". Pues bien, un café no es un desayuno adecuado, es verdad que despierta, pero no porque esté aportando los nutrientes necesarios para el cuerpo y por ello nos active, sino que la capacidad estimulante del café en ese momento despierta pero en cuanto se pasa el efecto el bajón es considerable y por tanto, ¿a qué recurrimos? A otro café.
Después de esto llegamos a la comida y valorando el cómputo final, desde la cena del día anterior hasta la comida del día siguiente lo único que el organismo recibe son 2 ó 3 cafés. En esencia, estimulantes y pocos o nulos nutrientes para células, tejidos, órganos, etc. En definitiva, a la larga, el rendimiento es menor porque a corto plazo funciona, pero a largo plazo es cuando se notan las consecuencias.
La segunda excusa, aunque en cifra no es muy alta pero sí significativa, tenemos que el 15% de la población afirma que "No come verduras u hortalizas porque les aburren". Efectivamente unas acelgas hervidas no llaman la atención ni invitan a comer, pero tenemos a nuestro alcance infinidad de recetas y preparaciones con verduras, comer es un placer, también incluyendo verduras, no todo es el chuletón de turno con unas patatas panadera. Tenemos mil y un ingredientes para hacer ensaladas llamativas y apetecibles. Otros tantos ingredientes para hacer tartas saladas, verduras al horno, al wok bien crujientes, etc. ¿El límite? la imaginación.
La tercera excusa la hemos vivido todos en algún momento de nuestras vidas, y es que, el 50% de la población afirma que "el consumo de sal que realiza, no es el adecuado". Estamos en las mismas que el apartado anterior, hoy en día, con la globalización, tenemos acceso a multitud de especias que nos ayudan a reducir la adición de sal a las preparaciones. Incluso debo llamar la atención en un punto, hay personas que afirman que no utilizan sal en sus comidas pero sí que utilizan enriquecedores como los cubitos concentrados de caldos de carne, pescado, etc., para ellos quisiera hacer esta llamada de atención, el uso de estas pastillas conlleva un consumo de sal bastante elevado, ya que son cubitos concentrados especialmente en este condimento.
Tras ese pequeño inciso paso a la cuarta y última excusa relevante en el estudio, es la misma excusa que utilizamos para hacer ejercicio, "¿Comer más sano? Mañana empiezo seguro", el típico el lunes empiezo. En este punto englobamos los característicos "se me olvida comer fruta", "No como pescado porque no me gusta" o "No como pescado porque es caro", pero lo más llamativo de estas excusas es el apartado de legumbres, las mujeres afirman que son pesadas de digerir y los hombres que fuera del invierno no apetecen.
Para la excusa de las mujeres, quisiera hacer ver que existen técnicas culinarias e ingredientes para hacer las preparaciones de las legumbres menos pesadas, e incluso dentro de las legumbres hay distintos tipos y variedades, con mayor o menor tendencia a dar sensación de pesadez.
Para la excusa de los hombres, no todo son lentejas estofadas, cocidos, potaje, etc. Existen otras preparaciones como la boloñesa de lentejas o, para el verano ensaladas como la que preparamos en el blog hace dos veranos, judías blancas en ensalada.
En conclusión y para terminar, debo decir que vida sólo hay una, que el cuerpo que tenemos es para toda la vida y que cuidarlo, no es difícil si se pone intención y ganas. Al final, llevar una vida sana puede ser divertido y nos incita a utilizar la imaginación dentro de la rutina que hoy en día llevamos.
Con esto me despido, hasta el próximo post. :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Fuentes
Nestlé