En la actualidad muchos de esos miedos ancestrales ya no son necesarios y a veces sentimos miedo de algo que no va a hacernos ningún daño, nuestro cerebro interpreta como amenazante un estímulo inofensivo. Es entonces cuando no sabemos cómo actuar ni cómo sacarnos ese sentimiento de encima, ya que nuestra parte racional nos dice que no hay peligro, pero la más primitiva e inconsciente empieza a descargar cantidades ingentes de adrenalina en nuestro torrente sanguíneo.
Unos investigadores de la Universidad de California han descubierto la clave para desprenderse del miedo o, al menos, en gran parte. Se trata simplemente de expresar en voz alta nuestros temores.Ya es de sobras conocido lo catártico que resulta expresar las emociones ocultas en nuestro interior y hacerlas públicas.
Hablar con un buen amigo, con nuestra familia, la pareja o un terapeuta es la clave y el punto de partida para la sanación psíquica y emocional, por tanto, no es tan extraño que expresar el temor en voz alta mejore notablemente los síntomas asociados que suelen ser los causantes del sufrimiento.
La próxima vez que vayas a subir a ese avión, dirígete a la azafata y dile que odias volar y que te da mucho miedo estrellarte en el fondo del océano, porque no eres capaz de comprender como estos dichosos cacharros son capaces de volar con lo que pesan . Razona abiertamente tu miedo, no te cortes, sé completamente sincero y crudo si es necesario. De ese modo es mucho más efectivo, tal y como se ha descubierto en el estudio. Cuando la amable azafata vaya a ofrecerte un valium, recházalo y analiza si te sientes mejor. Como mínimo te sentirás más desahogado, como si te hubieras quitado un peso de encima.
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