¿A qué llamamos alimentos no saludables?
Casi sin darnos cuenta los alimentos no saludables se han ido introduciendo en nuestra dieta. Es posible que, muchas personas, ni siquiera sepan cuales son esos alimentos no saludables.Harinas refinadas y azúcar
Estos dos alimentos son mucho más dañinos de lo que puedes imaginar. Además, es muy difícil que no estén presentes en casi todas partes. Los supermercados están llenos de bollería que, además de estar hecha con grasas de poca calidad, lleva harina refinada y mucha azúcar.
Las harinas refinadas están totalmente desprovistas de las vitaminas y minerales que el cereal tiene en origen. Además de esto, tampoco contienen fibra, por lo que al ingerirlas elevan la glucosa de manera muy rápida, obligando al páncreas a segregar insulina de manera urgente. Si el alimento también lleva azúcar añadida, este efecto se potencia bastante. Por ello, nuestro cuerpo se esfuerza constantemente en restablecer el nivel normal de glucosa en sangre, llegando en muchas ocasiones a agotar el páncreas.
Zumos o refrescos
Tanto los zumos como los refrescos contienen una enorme cantidad de azúcar. Aunque los zumos sean naturales, elevan mucho el nivel de glucosa en sangre ya que carecen de la pulpa natural de la fruta. Por este motivo, tanto zumos como refrescos no son una buena opción si queremos que nuestra salud no se resienta.Bebidas excitantes
Las bebidas excitantes se consumen cada día más como si no fueran peligrosas. Es normal ver a muchos jóvenes con latas de “refrescos energetizantes” sin conocer de qué están hechos y qué daños pueden causarles.Así mismo, las bebidas excitantes como té o café son consumidas en exceso por muchas personas. Es muy común necesitar el café para ponerse en marcha. Sin embargo, la energía que nos da ese café es energía prestada que tendremos que devolver. Si no tienes energía sin café es que tu cuerpo está cansado y necesita descansar. Por ello, si el café te activa es porque está robando energía donde no la hay.
El queso
¿A qué no sabías que el queso provoca adicción? ¡ Pues sí! Seguro que habrás notado que cuando empiezas a comerlo no puedes parar y esto no es solo porque está muy bueno. Te lo voy a explicar:La adicción al queso es provocada por una sustancia que tienen todos los lácteos pero que en el queso se haya en mayor concentración. Esta sustancia es la proteína de la leche que se llama caseína y el queso es muy rico en ella. Una vez en nuestro estómago, cuando la caseína se mezcla con los jugos gástricos se produce una reacción química que da lugar a la casomorfina. Esta sustancia es un pariente lejano de la familia de la morfina y los opiáceos y nos proporciona una sensación de bienestar y relajación. Por eso queremos más cuando lo comemos.
Saber distinguir lo que realmente quiero
Si fuéramos capaces de comer, incluso de vivir, de manera consciente podríamos detener ciertas adicciones. Cuando comemos, si lo hacemos de manera consciente, nuestro cerebro nos avisa de cuando ya no necesitamos más. Así mismo, si nuestro cuerpo estuviera acostumbrado a alimentos naturales, muchos de los alimentos poco saludables nos resultarían indeseables.Además de esto, cuando tomamos estos alimentos que hemos mencionado que provocan adicción, es posible que aunque ya no queramos comer más sigamos haciéndolo porque somos adictos a su sabor o alguna sustancia.
No obstante, es posible de manera progresiva, ir eliminando de nuestra dieta todos estos alimentos que tanto daño pueden hacernos.
Construyendo la voluntad
Si estás pensando en comenzar a dejar de consumir este tipo de alimentos tendrás que ir poco a poco. Lo primero que tienes que pensar es que lo vas a conseguir y después debes ir, de manera progresiva creando nuevos hábitos y abandonando los antiguos. Intenta cada dos o tres días hacer pequeñas pruebas de voluntad. Te voy a dar algunas ideas:- Sustituye el pan blanco por pan integral. Durante una semana compra pan integral en alguna tienda especializada. Lo puedes partir y congelar e ir utilizándolo día a día. Procura que sea pan hecho con harina integral de cultivo ecológico. Con este tipo de pan solamente comerás el pan que te apetezca. No existe peligro de ponerte a comer sin parar ya que tienes que masticarlo despacio y te sentirás saciado mucho antes.
- No tomes alguno de los muchos cafés que tomas a diario. Intenta sustituir uno de tus cafés, durante una semana, por un pequeño paseo. Si es posible sal a la calle, si no puede ser, pasea donde estés mientras tomas una pieza de fruta.
- Deja el queso y los lácteos. Esto tiene que ser un poco más progresivo. Comienza quizá quitando el yogur de postre y sustitúyelo por una manzana. Después de eso tendrás que comenzar con el queso. Según mi experiencia, lo mejor es dejar de comprarlo y sustituirlo por el humus o cualquier paté vegetal.
- Toma fruta en lugar de zumos. Si eres de las personas que a media mañana o a media tarde tomas un zumo, cámbialo por una o dos frutas enteras. La pulpa de la fruta hará que el nivel de azúcar en sangre no suba tan rápido y te sentirás mucho mejor.
Eliminar hábitos no saludables es lo mejor que puedes hacer por tu salud. Intenta ser paciente contigo mismo y ponerte metas pequeñas. No solo puedes sustituir hábitos que tienen que ver con la alimentación. ¿Por qué no pruebas a dar un pequeño paseo a paso ligero en algunos de los momentos en los que te fumarías un cigarro? Poniendo a prueba tu voluntad con pequeños retos irás fortaleciendo capacidad de elegir por ti mismo.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.