En estos nuevos tiempos encontramos personas que no pueden desconectar del trabajo y parecen estar enjauladas en un horario laboral de 24 horas. Esto, por ejemplo, incide negativamente en quienes estaban estudiando alguna carrera universitaria y tienen la sensación de no poder avanzar al contar con menos tiempo para hacer otra cosa que no sea trabajar.
El resultante es un agotamiento y un desgaste extremo. En el otro lado tenemos a las empresas que en tiempos de pandemia y confinamiento han registrado mayor productividad, mayores ingresos y todo con menores gastos. Urge encontrar una fórmula que equilibre la balanza.
El Covid-19, esta pandemia que azota al mundo desde hace casi dos años, trajo nuevas costumbres y nuevos hábitos para millones de personas. Muchas de ellos, por las restricciones, se vieron forzados a trabajar y a estudiar desde casa. Un ámbito que estaba reservado al 100% al ocio y el descanso, ahora se transformó en un lugar de responsabilidades y de estudio. Antes de la pandemia, un porcentaje minúsculo de personas gozabadel que en ese entonces era considerado el privilegio de trabajar desde casa.
Las características del teletrabajo podríamos decir que son: la posibilidad de realizar la actividad en distintos lugares (desde casa, oficinas, desde el lugar del cliente), horarios flexibles (no estar atado a un horario rígido de trabajo) y la incorporación de tecnología como herramientas de trabajo (móviles, tablets). Todo esto serían los factores que permitirían esta flexibilización.
Indefectiblemente esto puede dar un resultado positivo en cuanto a una mayor realización profesional y otro negativo con la imposibilidad de balancear la vida personal con la laboral.
Lado positivo: En este aspecto las que mayor beneficio obtienen son las empresas que reducen sus costos y tienen una mayor productividad. También se observa que las personas que trabajan desde sus casas, ellas mismas alargan su jornada laboral. Para el trabajador el beneficio máximo es que trabaja en un entorno más cómodo y menos opresivo. Otra ventaja es la posibilidad de intercalar el horario de trabajo que puede comenzar por la mañana y seguir hasta la noche. También hay un beneficio para las ciudades en las que se observa un menor desplazamiento de personas que circulan por la calle para dirigirse a su lugar de trabajo.
Lado negativo: El aspecto que engloba trabajar desde casa es que resulta imposible desprenderse del trabajo y equilibrarlo con la vida personal. Esto deviene, en algunos casos, en agotamiento extremo. Otro aspecto es la falta de relaciones interpersonales propias del día a día en el trabajo. Un factor no menor es la soledad que genera trabajar dese casa y tiene efectos psicológicos negativos sobre las personas en esta situación.
Por lo tanto, se debe repensar, reorganizar y reestructurar los sistemas y procesos de trabajo.
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