Sin embargo, aquí te vamos a contar algunas cuestiones que debes saber acerca de la ansiedad, como si es una problemática o no. Y cómo hacerle frente. Lee la siguiente nota, por más que estés ansioso, ¡te aseguramos que puede ayudarte!
En primer lugar, debemos entender que la ansiedad no es ni buena ni mala. Es un estado, una emoción común a todas las personas en todos sus momentos de la vida. Y, como el resto de las emociones, la ansiedad se activa en determinados momentos de nuestras vidas para cumplir una función: ésta es, activar la percepción de una amenaza o peligro o malestar, como una especie de alarma que nos avisa que algo no anda bien y quiere protegernos.
Tienes que saber que la ansiedad se presenta en nosotros de tres maneras o niveles diferentes. El primer nivel o manera es de forma corporal, a través de la falta de aire, sobresaltos, ahogos, entre otras cosas.
El segundo nivel es cognitivo, con pensamientos, creencias, imágenes de peligro, y todo tipo de cuestiones relacionadas a nuestra psique.
El tercer nivel es de índole conductual, y es cuando aparece en nosotros la idea de querer huir, escapar, o más comúnmente, la idea de evitar ciertas cosas.
Pero no te alteres, ni te pongas ansioso, estas tres cuestiones se dan en cualquier ansiedad de tipo “normal”.
La dificultad surge cuando nuestra ansiedad se torna excesiva y/o frecuente en nosotros. Allí deja de ser un estado de alerta para volverse un estado de negatividad constante y, por ende, nociva para nuestra salud mental. Esto sucede generalmente cuando nuestra ansiedad es fundada en valoraciones irreales acerca del estímulo que la provoca, llevándolo a un lugar adulterado y por lo tanto magnificado.
Esto último lo único que acarrea es paralizarnos, llevarnos a un estado de pánico irracional y nos produce limitaciones en nuestra vida cotidiana. Ya la ansiedad pasa a un segundo plano para vernos envueltos en un comportamiento errático que nos impide adaptarnos a las situaciones cotidianas de nuestra vida.
Lo que debes saber es que, si estás padeciendo de ansiedad, no significa que seas ansioso. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos atravesado momentos de ansiedad. Es muy normal sentirnos dentro de una oscuridad importante, dentro de un callejón sin salida. Esto no significa que sea un estado del cual no puedas salir. Date tu tiempo para atravesarlo naturalmente.
La desesperanza, la falta de motivación, de objetivos, las dudas internas y externas, son todos síntomas muy comunes que se presentan con la ansiedad, o, mejor dicho, a través de la ansiedad. Los sentimientos de poco valor hacia nosotros mismos también son muy frecuentes.
Ten presente que todos estos sentimientos son muy naturales, y lo importante es saber enfrentarlos como corresponde, con habilidades mentales que nos permitan transitar estas emociones y que con ello no nos veamos limitados en nuestra cotidianeidad.
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Lo importante es saber y aprender a reconocer diferentes elementos de la experiencia propia que pueden llegar a detonarnos una emoción determinada: sucesos, pensamientos, dolencias físicas, impulsos, dudas generales.
Con esto, lo que queremos decir, es que es importantísimo el conocimiento de uno mismo para saber qué tipo de emociones estamos atravesando y por qué, registrar lo que nos pasa y cómo afrontarlo como es debido. Y por supuesto, estar conscientes de las consecuencias que nuestras acciones pueden tener en el otro.
No dudes, de todos modos, buscar ayuda profesional en caso de que no puedas controlar tus emociones por ti mismo. Esto no es un acto de vulnerabilidad ni debilidad, por el contrario, habla de ti de que quieres salir a flote y buscarle una solución a lo que te aqueja.