En líneas generales, se comprobó que no es seguro ni fiable acceder a Internet para adelgazar por varios motivos. En primer lugar, porque en tres de las diez páginas web evaluadas se ofrecen dietas on line engañosas (es decir, que venden información falsa) y, en segundo lugar, porque en su mayoría, los menús propuestos durante dos semanas suspendían el examen dietético propuesto por expertos: un 35% con un ‘regular’, la mitad con un ‘deficiente’ y el 17% se calificó con un ‘muy deficiente’.
El 80% de las dietas on line prescritas e investigadas no están diseñadas conforme a las necesidades y circunstancias del cliente. Es más, tan solo el 25% de ellas adapta de forma correcta el tipo de alimentos, las cantidades, la forma de elaboración y los consejos dietéticos al estado de salud del cliente. Esto ocurre porque antes de ofrecer el tratamiento, no se hace un correcto diagnóstico de su situación: posibles enfermedades (y medicación), estilo de vida y hábitos dietéticos del paciente.
Imagen: Eroski Consumer
Durante el estudio, se comprobó que en dos de cada cinco consultas realizadas quien atiende no se preocupa por conocer el patrón alimentario del cliente (tipo de comidas, preferencias y aversiones alimentarias, lugar de consumo y frecuencia de consumo de alimentos), ni tampoco le informan correctamente sobre su situación de peso (bajo peso, normopeso, sobrepeso y grado de obesidad) o sobre su peso saludable para su situación individual.
Y es que los que diseñan los tratamientos no siempre son profesionales de la salud, o al menos no lo demuestran. Por ejemplo, en algunas de las webs analizadas aportan pruebas de las especialidades de los profesionales que elaboran las dietas, como incluir los números de colegiados, colgar su currículum vitae o mencionar que son miembros de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN). Sin embargo, el resto tan solo indica que son nutricionistas, sin concretar su nivel de estudios ni otros detalles importantes.
Para adelgazar, Internet es un arma de doble filo: puede proporcionar buena información si se sabe dónde buscar, pero al mismo tiempo, el riesgo de confiar en falsas referencias es muy alto. En el estudio, se ha comprobado que el 26% de las dietas on line evaluadas son engañosas, por lo que el cliente ha de desconfiar de su seguridad y eficacia. Para detectarlas, se han considerado los criterios establecidos por la Asociación Americana de Dietética (ADA, American Dietetic Association), refrendados por la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN), quien advierte que si una dieta o método dietético cumple una o varias de estas características hay que desconfiar de ella.
¿Alguna vez habéis recurrido a una de estas Webs?
Imagen: Ray_from_LA/Flickr