El asesor de imagen personal en casos  especiales

Como bien es sabido un asesor de imagen personal es un consejero de personas, que debe considerarse a sí mismo como un agente de transformación o de cambio, su trabajo consiste en acentuar la importancia del aspecto estético de sus clientes sin alterar su personalidad.

asesor imagen


Una persona que solicita los servicios de un asesor de imagen, es porque mantiene una relación imperfecta con su cuerpo, con su estilo e identidad, y lo que está buscando es recomponer esa relación para que puedan convivir armoniosamente a partir de la aceptación de las propias particularidades, concientizar los defectos y las virtudes que poseen.

El asesor de imagen Madrid, al trabajar con el cuerpo y resaltar a su cliente las partes positivas y ponerlas en valor contribuye a aliviar cualquier tensión que pudiera surgir en algunos casos entre la imagen real y la imagen ideal de sí mismo. Poner en contexto cual es el objetivo de la transformación ayuda a definir la imagen a la cual se quiere llegar. Un elemento que no se debe dejar por fuera es que el aspecto de cada persona representa la tarjeta de presentación que puede abrir o cerrar puertas, en el logro de objetivos planteados.

La imagen personal no solo está representada por el vestuario, maquillaje y peinado, también tiene en su haber la oratoria, los modales, la relación con el entorno, y todas las características internas que posee un individuo.

Cuando una persona trabaja su imagen estética o imagen personal, puede proyectar sus talentos a través de la comunicación tanto verbal como no verbal.

¿Cómo hablamos de nosotros a través de nuestra imagen personal?

Definitivamente a través de la comunicación verbal o no verbal vamos por el mundo diciendo lo que somos.Decimos si somos cordiales o agresivos, comunicativos o sumisos, decimos nuestros gustos, nuestro nivel educativo, si nos respetamos, si tenemos autoestima, si somos seguros o inseguros, y todo esto sin emitir una palabra.

Existe desde luego el primer impacto que recibimos de una persona a través de la vista, ese primer impacto visual puede decir mucho de la persona en una primera instancia, sin filtro, es una percepción de primera vista.

El vestuario, el maquillaje, el peinado y los complementos que usa, comunica, el problema se presenta, cuando no existe coherencia entre estos elementos y lo que estamos proyectando. En aquellos casos en que lo que trasmitimos a través del vestuario no tiene conexión con nuestra ética, ideología y filosofía de vida, por ejemplo cuando nos disfrazamos en lugar de vestirnos, porque el disfraz conlleva una carga de energía psíquica muy grande, como toda mentira, y el precio de sostenerlo es alto.

El rol del asesor de imagen en casos especiales

Como casos especiales se pueden considerar aquellos casos donde existen problemas de salud, como los problemas alimenticios, la anorexia u obesidad, los adictos al deporte, y mujeres con efectos de la quimioterapia.

Un asesor de imagen personal tiene un gran reto cuando se trata de estos casos especiales, ya que debe buscar de que sus clientes tomen conciencia de la importancia de cuestionar las creencias limitantes, de valorar lo importante, en este caso volver a trabajar la autoestima, reforzar más lo interno que lo externo, valorar la vida en toda su plenitud, y trabajar más con la esencia de la persona, que con lo externo.

¿Cómo afecta la quimioterapia la imagen personal?

En la mujer los efectos de una quimioterapia tienen más impacto que en un hombre, ya que las mujeres tienen mayor presión ante la sociedad en lucir bellas, es un mandato cultural por lo tanto se convirtió en una creencia o paradigma, ya que la estética es valorada del lado femenino, mientras que en los hombres se coloca el poder y el éxito, sobre todo el económico. De allí que debido a este paradigma las mujeres sufren más con los efectos estéticos que produce una sesión de quimioterapia.

Por eso la tarea del asesor de imagen es reconstruir la imagen estética y acercarla a un nuevo modelo, donde la autoestima, el estado de ánimo, las emociones o inteligencia emocional se convierten en la base de la relación entre cliente y asesor. En los pacientes de quimioterapias esta condición suele ser temporal, permanece mientras está en tratamiento el paciente, de hecho el cambio en la imagen puede ser muy rápido, y aunque el paciente conoce las consecuencias del tratamiento, la rapidez y la manera como ocurre la pérdida del cabello y del vello corporal resulta traumática y causa casi de inmediato la baja autoestima, y  una cantidad  de emociones negativas que se desbordan.

El cuidado que debe mantener el paciente durante y después del tratamiento de la piel, es muy importante, para que cuando regenere de nuevo y pueda volver a su imagen estética sea en las mismas condiciones. Bien es conocido por todos que estos tratamientos son muy invasivos y por lo general los pacientes sobre todo las féminas manifiestan sentirse perdidas en relación a su identidad, pero la realidad es, que lo que se ve afectado es su imagen, logrando apartarlas de la vida social, resienten su autoestima y el propósito de vida.  Por todo lo anterior es muy importante el concepto de imagen estética no relacionarlo con la superficialidad, y manejar este concepto  desde el respeto, la autoestima, el bienestar, desde la esencia del ser humano, dotándole de valores y herramientas de vida, para poder enfrentar y superar los efectos que puedan surgir durante el tratamiento de una quimioterapia, evitándole así, que se aparten de la vida social, lo que les trae frustración y en muchos casos soledad.

Los médicos y psicólogos que día a día enfrentan estos procesos cada vez más van tomando conciencia de la importanciaque tiene sobre todo para las mujeres, el sentirse bien consigo mismas y mantener un buen estado de ánimo durante el tratamiento, por ello asisten a sus pacientes y les dan alternativas incluyendo el asesoramiento de imagen para trabajar la situación, incluso de manera preventiva.

Más allá de la imagen, que realmente es una parte importante en este tratamiento, lo realmente importante es lograr que con la intervención del asesor, la paciente logre reconectarse con aspectos de la vida cotidiana, que muchas veces pierde ante el diagnóstico de la enfermedad. Lo más complicado en estos casos no es conocer los trucos de asesoramiento que permiten ayudar a estas mujeres con su imagen, sino controlar los aspectos angustiantes que conlleva esta enfermedad y manejar la identificación con el cliente.

Un asesor explicara y orientara a la paciente para que recupere la imagen que tenía antes de comenzar el tratamiento, esto a veces se maneja con trucos ópticos o visuales que ayudan a disimular los cambios que ocurrieron, mas allá de que sean temporales. Cuando se ocupa de su aspecto, combinar los colores, como disimular las cejas o el cabello, es decir de recomponer su imagen estética, la paciente quita el enfoque en la enfermedad y la coloca en áreas que tienen que ver más con la autoestima, la autovaloración y todo lo que conlleva la vida normal de una mujer.

¿La obesidad como afecta la imagen personal?

¿ Qué es la obesidad ?, estado patológico que se caracteriza por un exceso o una acumulación excesiva y general de grasa en el cuerpo.

La obesidad, es un proceso que se va dando de forma lenta y moderada, y se considera que las personas que padecen de ella normalmente tienen baja autoestima, ya que las va alejando del prototipo de belleza femenina y masculina. Es un problema considerado ya tan común, que existen tiendas de ropa que ofrecen tallas maxi y extra grandes. Con esta aparición comienza a formarse la idea de que las personas obesas pueden mostrar su cuerpo sin ocultarlo, lo cual al principio era lo que hacían las mismas. Es válido el deseo de lucir como cualquier mujer u hombre con elegancia y estilo. Esta tendencia va tomando auge, ya que no solo se centra en la obesidad, sino en las mujeres o personas con sobrepeso.

Una de las diferencias notables con las pacientes oncológicas es la respuesta que reciben del entorno social, las primeras reciben sentimientos de compasión, mientras que para las personas con sobrepeso, mayoritariamente se colocan del lado del rechazo con la creencia de que esa persona se mantiene de esa manera porque quiere, y la responsabilidad recae absolutamente sobre ella, sin tomar en cuenta que psicológicamente se trata de personas con una patología y poseen impulsos incontrolables de ingesta de alimentos, inclusive con un componente adictivo.

Los factores que se presentan y que se interrelacionan y actúan entre si pudieran ser, la herencia genética, sedentarismo, comer excesivamente, metabolismos disfuncionales, aspectos psicológicos y sociales, que son los que se tratan normalmente los asesores de imagen.

Las mujeres que sufren de esta enfermedad son muchas veces estigmatizadas y sufren consecuencias en la autoestima, cuando esta resulta débil, por lo que presentan dificultad en las relaciones amorosas, dificultad para ubicarse en la vida laboral, lo cual viene dado porque existe una sociedad obeso fóbica, donde le dan el calificativo de gorda, trayendo todas las connotaciones inherentes a ser obeso para el entorno social, calificado como descontrol, vagancia, flojera, sedentarismo, etc.

En su mayoría, estas persona se encuentran viviendo muchas sensaciones de desvalorización, falta de autoestima, ubicación social, prácticamente a diario, y son sometidas a una presión social importante, los obesos son juzgados como físicamente menos atractivos, carentes de voluntad, disciplina, por lo que si esta condición se presenta desde niños, o adolescentes, van desarrollando una imagen corporal negativa.

La insatisfacción  que desarrollan las personas obesas con la imagen corporal, es una motivación frecuente para intentar bajar de peso, y al no lograr el objetivo tienden a frustrarse, lo que se convierte en un malestar crónico ya que influye en los pensamientos, sentimientos y conductas, repercutiendo en la calidad de vida y en su autoestima. Todo este esfuerzo por llegar a ser lo que la sociedad pide de ellas según la creencia que han desarrollado durante toda su vida, lo cual se traduce en una figura esbelta, llevan consigo un problema psicológico que hay que resolver, donde están presentes una serie de factores que hay que manejar como la ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, y a veces hasta la depresión que viene dada por los intentos fallidos de bajar de peso., lo cual viene dado por la relación imperfecta que existe entre el cuerpo, la identidad y la imagen.

Para el asesor de imagen personal, se convierte en un gran reto al actuar o intervenir, puesto que no solamente asesora en la parte externa, como la elección de las prendas, colores, estilos de vestuario, maquillaje, sino que además debe enfrentar a una persona con una patología con características particulares, por eso este profesional debe estar formado de manera integral, para poder manejar este tipo de problemas de una manera consciente, dándole mayor peso al ser humano que tiene frente a sí. La mejor ayuda o apoyo que puede encontrar este tipo de pacientes es aprender a valorarse, aprender a determinar los aspectos positivos de sí mismo, aprender amarse, respetarse y entender que es la persona más importante en su  vida.

Cuando se presentan estos casos especiales, el acompañamiento emocional al paciente junto con la asesoría de imagen, se convierte en un valioso aporte que lo puede realizar este profesional en solitario como coach o en combinación con otros profesionales, para dar mayor calidad de vida, mas autoestima y darle propósito a la vida.

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